Algunos de estos trabajadores están atravensando situaciones realmente dramáticas pero, pese a ello, no están dispuestos a dejar estas concentraciones porque creen que es la única forma de reivindicar lo que es suyo.
Es la cuarta noche que van a pasar a la intemperie, pero, pese al frío, no abanadonarán. Esperan que la Administración pague a la empresa Transaltozano el dinero que le debe y que esta, a su vez, les pague a ellos.