Pseudónimo: Princesa de la Sierra
Autora: Eneritz Jimeno Pérez. 10 años
Primer premio categoría infantil
Era un día de primavera en Guadalajara el sol brillaba en la Sierra. Mucha gente salió al monte a pasear. Un rebaño de cabras pastaba en el Señor de las Cumbres, nuestro Pico Ocejón. De repente un buitre atacó y ocurrió una desgracia. Hubo espantada de cabras pero no todas tuvieron suerte. Una cabrita de pocos días, su madre no tantas. La pequeña iba sin rumbo de acá para allá em busca de cobijo entre tantos senderistas. Un buen hombre la encontró y a Valverde de los Arroyos la bajó. Pensaba que sería de algún rebaño.
Pero allí no había cabras ni cabrero, pero sí buenas gentes. Antolín la adoptó y biberones con Yolanda la dió. Piquerina la llamaron pues había bajado del Pico Ocejón y se había salvado frente a la Señora de las Cumbres, Las Piquerinas. La perrita loba Charca la amadrinó
Que buenos momentos pasaron entre Valverde, Zarzuela y Umbralejo. Dicen los mayores que la cabra siempre tira al monte y llevan razón. Donde más feliz era Piquerina era saltando portillos, peñas y tejados. Así que Piquerina volvió a un rebaño de un pueblo vecino. No dio mucha pena pero por fin tenía una familia de cabras ya a nosotros nos dejo muy bonitos recuerdos y esta historia.
La perrita loba Charca pudo ser madre y dar el cariño que le dio a Piquerina a sus propios cachorros. Ahora, cuando vemos una cabra por la sierra pensamos que es Piquerina y la suerte que corrió aquel día.