El expediente de la declaración está cargado de simbolismo y refleja cómo la religiosidad popular, las instituciones locales y la identidad colectiva se entrelazaron en un momento clave de la historia municipal
El Archivo Municipal de Guadalajara presenta como Documento del Mes de septiembre el expediente original de la declaración oficial de la Virgen de la Antigua como patrona de la ciudad, fechado el 12 de septiembre de 1883. Este documento forma parte de la serie “Honores y distinciones” y refleja un momento clave en la historia simbólica y religiosa de Guadalajara.
La declaración se enmarca en el contexto de la restauración borbónica, cuando los ayuntamientos reforzaban símbolos de unidad y tradición, especialmente ligados a la religiosidad popular, como parte del impulso al catolicismo promovido por Alfonso XII. En este clima, la Virgen de la Antigua fue reconocida oficialmente como madre espiritual de la ciudad, consolidando una devoción que ya estaba profundamente arraigada desde el siglo XVII.
La imagen de la Virgen, coronada y con el Niño en brazos, responde al modelo barroco de reina celestial. El expediente incluye un grabado que refuerza su carácter sagrado y su papel como protectora en momentos de necesidad, como sequías, epidemias o conflictos.
La cofradía de la Virgen de la Antigua, fundada probablemente en la Edad Moderna, tuvo un papel esencial en la preparación de esta declaración. En 1890, recibió el título de Cofradía Real, y desde entonces ha sido responsable de custodiar la imagen, organizar sus fiestas y promover su culto.
Desde 1884, el Ayuntamiento y el Cabildo Eclesiástico acordaron celebrar la festividad principal cada 8 de septiembre, fecha que se mantiene hasta hoy con actos como la novena, la procesión solemne por el casco histórico y oficios religiosos en la concatedral de Santa María y el templo de San Francisco. Las calles se engalanan con mantos, flores y banderas, en una celebración que une tradición, cultura y ciudad.