La trashumancia vive en Checa

Se trata de una actividad con varios siglos a sus espaldas. En la Península Ibérica pudo empezar a realizarse a partir de la época romana. Incluso desde antes. Pero su gran apogeo se observó durante la Edad Media. En esta época es cuando se crearon instituciones como «El Honrado Concejo de la Mesta», fundado en 1273 por mandato de Alfonso X el Sabio. La mencionada institución recogía los intereses de los (grandes) propietarios ganaderos del momento. Y en estas ágoras se debatía sobre realidades como a la que nos referimos…

¡Bingo! Estamos hablando de la trashumancia. Pero, ¿en qué consiste esta actividad? Es el traslado de grandes rebaños de ganado entre los pastos de invierno y los de verano. O, dicho de otro modo, van desde las zonas más frías hacia aquellas que tienen un clima más benigno. Además, es una actividad que –inicialmente– se realizaba andando a través de las cañadas reales, generándose en torno a ellas un tejido económico, cultural y ecológico de gran relevancia.

Sin embargo, en la actualidad la mencionada actividad se encuentra en decadencia. ¿Cuál es la razón? A partir del Medievo, y con el paso de los siglos, los usos ganaderos han ido cambiando. “Desde comienzos de la Edad Contemporánea se advierte un declive rápido de la trashumancia, que se agudizó con la abolición de la Mesta en 1836 y con la desamortización comunal de 1855”, se afirma en la exposición de motivos de la Ley Nacional 3/1995, de 23 de marzo, reguladora de las Cañadas Reales.

Una circunstancia que no impide que, “a pesar de que cada vez está más relegada, la trashumancia a pie subsista en nuestros días, en coexistencia con otros desplazamientos viarios más cortos entre provincias o comarcas colindantes (trasterminancia), o entre pastos y rastrojeras de un mismo término municipal”, corrobora la mencionada norma. Por tanto, se trata de una actividad que aún hoy se encuentra viva y que continúa generando mucho interés en diferentes sectores de la sociedad.

Un ejemplo es Checa. En esta localidad se desarrollarán las III Jornadas de la trashumancia, que tendrán lugar el próximo sábado, 3 de noviembre. Por las mismas pasarán expertos de primer nivel, que reflexionarán sobre la mencionada realidad. De hecho, se han diseñado tres bloques temáticos. El primero estará centrado en la ganadería como modeladora del paisaje, así como el beneficio medioambiental que ello produce.

En segundo lugar, se debatirá sobre las potencialidades turísticas de la ruta de la trashumante. “Se trata de la vereda que nos une”, señalan los organizadores. Y, por último, se abordarán las vivencias de las personas que, en su día, se dedicaron a esta actividad. “Va a ser un momento muy entrañable, porque se relatarán las experiencias y luchas a las que han tenido que hacer frente”, adelanta el alcalde checano, Jesús Alba. “Es un patrimonio cultural que debemos conservar y que es muy beneficioso para el medio ambiente”, añade. De hecho, “uno de los objetivos de esta jornada es valorizar la mencionada dedicación”, explica Jesús Alba.

Además, durante la mañana –entre las 10.30 y las 16.00 horas– se han previsto una serie de actividades prácticas. Entre ellas, una exhibición de perros pastores, una muestra de manejo de ganado o la recreación de un campamento pastoril trashumante. De igual forma, se realizarán propuestas paralelas vinculadas con la gastronomía, como la elaboración de platos típicos cocinados de manera tradicional.

– Pero, ¿por qué se ha elegido esta localidad para la realización de dichas jornadas?

– Checa es el pueblo con más memoria viva sobre el referido oficio –afirma el alcalde, Jesús Alba–. Y lo es debido a la cantidad de gente mayor del pueblo que lo ha practicado.

De hecho, en este término municipal llegó a haber hasta 40.000 cabezas de ganado. Si a la mencionada cifra se une la dureza de los inviernos de antaño, los pastores decidían bajar sus rebaños hasta lugares más cálidos. Muchos de ellos ubicados en las provincias de Ciudad Real y Jaén. “Se buscaban los pastos frescos”, asegura Jesús Alba. Sin embargo, ahora mismo sólo queda una persona que se dedica este trabajo. Y lo desarrolla con camiones.

– ¿Cuándo comenzó a decaer dicha actividad en el municipio?

– La gente de Checa alquilaba fincas en Andalucía para mantener a los animales en invierno –asegura el alcalde–. Pero con la llegada a esta zona de actividades como la caza, los mencionados terrenos se encarecieron bastante.

Por tanto, llegó un momento que la trashumancia dejó de ser rentable. Si a ello se une que los últimos inviernos han sido más cálidos, los traslados de antaño se han convertido en innecesarios. Consecuentemente, muchos de los profesionales han optado por quedarse en sus casas… “Además, se trata de una actividad muy sacrificada”, explica el alcalde checano.

En este sentido, quien practicaba la trashumancia debía dormir en el lugar en el que le alcanzaba la noche. Además, era un viaje de mínimo 20 días hasta llegar a los pastos del sur. Y otras tantas jornadas para regresar a Checa. “Estar durmiendo 40 días a la intemperie no es un plato muy agradable”, confirman quienes ejercían el oficio.

“Muchos profesionales acabaron decidiendo tener menos ganado y guardarlo en una nave en el pueblo”, narra el primer edil de Checa. Actualmente, el último pastor trashumante que vive en el municipio tiene más de 2.000 animales, que traslada en camiones hacia el sur, a Jaén. No obstante, “este año ya comentaba que se estaba poniendo la cosa complicada”…

A pesar de que la trashumancia no pasa por su mejor momento, se trata de una actividad que se debe valorizar. Es una realidad que ha sido fundamental para nuestro país a nivel ecológico, económico y cultural. Por ello, iniciativas como las jornadas que tendrán lugar en Checa el sábado 3 de noviembre son muy importantes. En las mismas se hará memoria sobre una actividad que, durante mucho tiempo, ha sido muy relevante en España. ¡No faltes!

La trashumancia hecha museo Tal es la relevancia que ha tenido la ganadería en Checa que cuenta con su propia exposición permanente. Se trata del Museo de la ganadería tradicional en el Alto Tajo. Se encuentra emplazado en el edifico de las antiguas escuelas. “Está configurado como un espacio temático donde podemos aprender cómo era la vida tradicional de los ganaderos y de la trashumancia, así como diferentes aspectos de la existencia cotidiana de los habitantes de esta privilegiada zona”, confirman desde Turismo de Castilla-La Mancha.El espacio museístico se encuentra dividido en tres partes. En el piso inferior el visitante puede disfrutar de la presentación de la actividad ganadera. Tras ello, el caminante ha de subir una planta. En la misma encontrará los diferentes materiales expositivos. “A través de paneles y de objetos cedidos por los vecinos, se pueden aprender cosas como el manejo de los animales, la relación existente entre ganadería, paisaje y tradiciones, además de las construcciones necesarias para esta actividad, como las parideras”, se añade. El nivel superior se encuentra destinado a sala de conferencias y lugar para los audiovisuales.Durante todo el recorrido se analizan los tres principales tipos de ganadería existentes, que reciben los nombres de dula, trasterminancia y trashumancia. “Este centro de interpretación del Parque Natural del Alto Tajo tiene como objetivo proporcionar elementos al visitante, tanto para facilitar la interpretación de los recursos naturales del espacio protegido, como para proporcionar una visión general de esta actividad de la zona”, explican sus responsables.“La elección de Checa como ubicación de esta infraestructura no ha sido una casualidad, puesto que es el pueblo con mayor tradición ganadera de la comarca”, asegura el alcalde de la localidad, Jesús Alba. Sin duda, la visita al referido museo se constituye como el mejor de los colofones para la jornada del próximo sábado, 3 de noviembre.

Julio Martínez

Historiador y periodista, especialista en comunicación ambiental y en Masonería mexicana. El reporterismo es mi vocación. Ahora informando desde Guadalajara. “Entre los individuos, como entre las Naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz” (Benito Juárez, 1867).