
La villa alcarreña ha celebrado este fin de semana su IV Feria Medieval con un nutrido programa, de 28 epígrafes diferentes, que no dio un respiro a los miles de visitantes que ha recibido.
A la hora convenida, las doce de la mañana del sábado, y desde la calle Mediavilla, cuyas obras lucían recién terminadas, aparecían cómicos, malabares y músicos, que anunciaban que el comienzo de la IV Feria Medieval de Pareja.
Fue el alcalde de Pareja, Javier del Río, quien la declaró abierta, dando así cumplimiento al privilegio concedido por Alfonso X El Sabio, en octubre de 1255. Lo hizo acompañado de Ricardo Fernández, teniente de alcalde de Pareja, de Inocente del Río, concejal y alcalde pedáneo de Casasana, y de María Tierraseca, concejala de Festejos y responsable de la organización de la Feria Medieval. También estuvo presente el subdelegado de Gobierno en Guadalajara, Juan Pablo Sánchez. El subdelegado felicitaba ayer al Ayuntamiento de Pareja por su iniciativa de recuperar el pasado a través de la organización de la Feria Medieval, dándoles así paso también al futuro y a la actividad económica. También estuvieron presentes en la inauguración el alcalde de Tendilla, Jesús María Muñoz, y el de Durón, Juan Ramírez.
Abierta la feria, los comediantes iniciaron su sonoro recorrido por el corazón de Pareja, que parecía haber viajado al siglo XIII, animando a propios y extraños, y danzando entre las mercaderías.
No faltó a su cita con la feria el herrero de Pareja, Justo Gómez. “Muestro cómo era el antiguo oficio de herrero, para que la gente vea como se trabajaba en las fraguas. Está en desuso, por eso llama la atención”, decía. El artesano había templado decenas de espadas y de escudos en los días previos a la feria, además de exponer las herramientas antiguas con las que se trabajaba el metal en las forjas antiguas. También mostraba en su puesto una fragua moderna, “con la que se trabaja igual que siempre, calentando el hierro y después machacándolo donde hay que hacerlo”, resumía, como si fuera fácil.
Los artesanos de la Escuela de Folklore de la Diputación de Guadalajara mostraron tres de las especialidades que promueve la institución provincial: carpintería, indumentaria y labores, y restauración.
A las dos de la tarde, la Plaza de la Constitución rebosaba de gente, puesto que la villa de Pareja, siempre generosa, quiso compartir unas deliciosas migas con uvas con quien quiso acercarse. Se repartieron más de setecientas raciones.
La apertura vespertina del Mercado Medieval, el sábado, se iniciaba con talleres para los más pequeños y teatro de títeres para todos los públicos, y continuaba con los ritmos de la Vianatukada, un grupo de la vecina localidad de Viana de Mondéjar que colabora con la feria desde hace años.
Para el domingo ha sido el día de la música popular, además de la exhibición y vuelo de aves rapaces. Como ocurre también en el mes de diciembre, han sido cuatro las formaciones de música popular, vecinas y hermanas, las que se han acercado a Pareja para interpretar algunos de los sones tradicionales que más gustan en la tierra, incluidas seguidillas y jotas, algunas de ellas referidas a los mayos. Actuaron el grupo Dairca, la Ronda de Tendilla, la Asociación de Mujeres de Sacedón, y por supuesto, la Agrupación Musical de Pareja.
Minutos después de que terminara la IV Feria Medieval de Pareja, el alcalde, Javier del Río, ha felicitado a las asociaciones Cultural y de la Mujer de Pareja, responsables de la organización, a María Tierraseca, que la coordina y también a todos los parejanos que la han hecho posible, por su esfuerzo. “Un año más, hemos demostrado la capacidad de organización que tiene Pareja y que eventos como este, lúdicos, pero que también tiene un marcado acento cultural, resultan idóneos para dar a conocer nuestro pueblo y nuestras costumbres”.