Un emotivo pregón del artista seguntino Mariano Canfrán prologa las fiestas de San Roque

siguenza080816El gran artista, y mejor persona, que es Mariano Canfrán pregonó anoche las fiesta de San Roque y la Virgen de la Mayor en una gala que cada año gana enteros, empaque y lucimiento, prologando elegantemente la alegría de la ciudad.

Presentado por dos ilustres periodistas seguntinos, Pablo Franco y María Jesús Merino, el evento, “impecable”, como lo calificaba anoche el concejal de Festejos, Oscar Hernando, comenzaba por la presentación de la reina y de sus damas de honor de las fiestas, tanto en versión infantil como juvenil. A partir de hoy acompañarán a la corporación y al alcalde en multitud de actos en los que es requerida su presencia, paseando su lustre, belleza y alegría por la ciudad. La guapísima reina de este año es una joven de diecisiete años, Elena Sienes. Sus damas de honor son Rebeca Oriol, Cristina Pallán, Carmen Mollá, Julia López y Carmen Mazarío. La reina infantil tiene ocho años y se llama Inés Gálvez. Sus damas de honor son Marta Loranca y Adriana Alconada.

Latre calificó a Canfrán como “hombre de nuestra tierra, implicado hasta la médula con la cultura, las tradiciones y especialmente con el oficio artesanal, aunque más bien diría yo que es un artista con mayúsculas”. Latre también le agradeció a Canfrán que hubiera aceptado la propuesta del Ayuntamiento de ser pregonero. Posteriormente, el regidor leyó unos versos escritos por Ignacio Sanz Serrulla, “que definen a nuestro protagonista de esta noche, con los que también tu amigo se ha querido unirse a este acto”: “Perfila el tramonto seguntino, imaginando de su amante la silueta, cincelándola en sueños tan coqueta, que armado de buriles y martillos, al acabar la obra solo puede exclamar, ¡Viva Sigüenza!. Lo empapan goterones de tormenta, cual notas de dulzaina llovidas desde el cielo, transformando las fusas en musas del pregón, que Mariano y Jose Mari esta noche brindan juntos. Sin apartar la nostalgia, busquemos lo lúdico seguntino, brindando por Mariano, por San Roque, y su patrona, brindemos con un fino seguntino”.

Recordó Latre después a los que estuvieron el año pasado, y ya no están, transmitiéndoles sus condolencias a las familias, y laureó a las peñas, “alma de la fiesta, con su juventud y su frescura”, antes de terminar su intervención con los correspondientes vivas a San Roque, a la Virgen de la Mayor, a Siguenza y sus pedanías a las peñas y a la reina y las damas.

Estaba nervioso Mariano, pero como él mismo decía en los días previos al momento, “la de pregonar las fiestas, era una responsabilidad que cuando me propusieron, me llenó de orgullo. Tenía que asumirla”.

Sobre el escenario, y con el silencio cómplice de sus paisanos, Canfrán exhortó a que “sonara la música en la ciudad, las campanas, la rondalla seguntina y nuestra banda municipal”. Naturalmente, el cincelador le hizo un guiño a las dulzainas, y a su hermano, el añorado José María Canfrán. Fue repasando y mencionando el pregonero a las asociaciones, patronos de la ciudad, a sus iconos, incluido el Doncel de Sigüenza, y se comprometió además a visitar a las monjas clarisas para repetirles allí el pregón. Enfiló el final de su discurso el artista brindando por la juventud, “para que sean emprendedores, tengan el trabajo que se merecen en esta ciudad, porque Sigüenza los necesita, que en el ADN seguntino no hay muestra de desaliento ni de fracaso”. Lo terminó recitando unos versos del poeta Francisco Vaquerizo: “Sigüenza de piedra florecida, navegando aventuras teologales, Sigüenza de los grandes cardenales, tomándole a la historia su medida, Sigüenza de la luz recién nacida, coronando sus torres catedrales, Sigüenza de los genios inmortales, subiéndose a la muerte y a la vida”. Y lo firmó, como si de una de las muchas veces que ha representado la Plaza Mayor en sus obras se tratase, diciendo que “este seguntino, pregonero por la generosidad del Ayuntamiento, aprendiz de cincelador, del barrio del Seminario Viejo, os desea un cordial abrazo a todos y unas felices fiestas 2016”. Curiosamente, la distinción de cada año para el pregonero es una obra de Mariano Canfrán, así que este año, el propio Canfrán ha recibido una caricatura dedicada por el pintor seguntino Emilio Fernández Galiano y una gran bota de vino del también artesano doncelino, Jesús Blasco.