Brihuega en el día de Todos los Santos

Ya nada es igual, los refranes servían para algo, ahora no se cumplen, ahí tenemos ese de “para los santos nieve en los cantos” o ese otro “de todos los Santos a Navidad o bien llover o bien helar” no sabemos si se cumplirá, si es cierto que con la pandemia y el cambio climático nada es igual, ni parecido. Con las debidas precauciones la gente acudió a los cementerios, no en masa como otras veces para depositar sus ramos de flores, pero si poco a poco y espaciados o con días de anticipación, hasta el Ayuntamiento nos cambio el nombre de los Patios Alto y Bajo, por Patio Interno y Patio de Armas con aforos limitados por aquello de la Seguridad Sanitaria, el primero con un aforo de 26 personas y, el segundo con 114, y las personas que al cementerio acudieron se vieron sorprendidas, pues allí había un cuarteto de música de cuerda interpretando música para el momento.

El Santo Rosario que se reza en el propio Cementerio fue suprimido llevándolo al interior de la Parroquia con aforo de 104 personas, también debemos decir que a las dos misas que se aplicaron por los fieles difuntos tanto en Santa María de la Peña como en San Felipe estuvieron muy concurridas.

El cementerio de Brihuega se encuentra en el interior del castillo de Piedra Bermeja, por lo que se trata del edificio más antiguo de la localidad ya que su origen se remonta a la época califal y puede ser que fuera construido entre los siglos IX y XI. ¿Qué años tiene el Cementerio Municipal? Pues que habilitado como cementerio en 1834 por culpa de una epidemia de cólera, paso a manos municipales con la Desamortización de Mendizábal en 1835 y fue inaugurado oficialmente en 1838. Recordemos que en Brihuega había diversas parroquias y en los aledaños de cada una de ellas tenía sus propios lugares donde se producían los enterramientos. Como puede verse hace 186 años Brihuega también vivió una pandemia, en aquel tiempo una gran epidemia, el cólera.