Bustares organiza una «bellotada» el 7 de marzo

Los vecinos de la serranía de Guadalajara no paran. Quieren una comarca viva y lo demuestran diariamente. Un ejemplo es Bustares, donde la asociación cultural «La Hincadera» ha organizado una nueva edición de la «Gran bellotada» de la localidad, en colaboración con la «Red Ibérica de Guardianes del bosque» y el Ayuntamiento bustareño. La iniciativa tendrá lugar este sábado, 7 de marzo, a partir de las 10.00.

Entre los objetivos de la propuesta se encuentra el de “ayudar a la regeneración del gran incendio que afectó al término municipal durante el verano del 2014”, aseguran los impulsores de la actividad. Para ello, se utilizarán “especies existentes antes del siniestro, con el fin de iniciar el primer paso de un futuro bosque que ayude en la lucha contra el cambio climático y la desertización que nos amenaza poco a poco”, añaden.

Con estas metas, todo el que quiera participar debe acudir este sábado –7 de marzo– a las 10.00 a la plaza Mayor de Bustares. Desde allí se partirá en comitiva hasta el lugar donde se realizará la plantación. Unas labores que, como tal, comenzarán a las 11.00 y que se prolongarán durante toda la mañana. La jornada finalizará a las 14.00 horas con una «comida colaborativa» entre todos los asistentes.

“Aunque la meteorología va a ser un factor decisivo en la afluencia de voluntarios, esperamos que la sensibilidad contra la contaminación y las ganas de aportar granos de arena para conseguir los objetivos descritos, animen a mucha gente a pasar un bonito día de campo y a disfrutar de la actividad”, explican desde Bustares.

La «gran bellotada» de este sábado se une a otras iniciativas similares que se han organizado en esta localidad serrana. La última tuvo lugar hace unos meses, el 2 de noviembre del 2019, y en la misma se involucraron decenas de ciudadanos de Bustares y de otros municipios cercanos. Entre ellos, Las Navas de Jadraque.

De esta forma se quiere hacer frente a los efectos devastadores del incendio que tuvo lugar en la zona durante el verano de 2014. El fuego arrasó centenares de hectáreas de arbolado y matorral. Todo ello, en las faldas del Alto Rey, un lugar de elevado valor ecológico. No en vano, este espacio se ubica en el parque natural de la Sierra Norte de Guadalajara.