Carvajal: «Leer es lo más importante para poder escribir»

Jorge Carvajal Ureta (Guadalajara, 1994) es muy joven. A pesar de ello, ya tiene en su haber dos libros. El primero fue «Oveja Negra», una novela que publicó en 2019. Además, el año pasado –2021–, en plena pandemia, sacó su segunda obra, «La verdadera fórmula millonaria». Y ya está preparando el que será su tercer título. Además, continúa con sus estudios superiores en Filosofía y es profesor de artes marciales, actividad a la que se dedica profesionalmente. Sin embargo, no descarta en un futuro poder vivir –al 100%– de la literatura, aunque reconoce que –según se halla el sector a día de hoy– es un objetivo muy complicado. En cualquier caso, Carvajal se muestra muy feliz ante los logros que ya ha ido alcanzando en el ámbito de la escritura. Por ello, desde Henares Al Día hemos querido conversar con él para que nos explique sus nuevos proyectos e inquietudes culturales. E, incluso, aporta algunas ideas para estimular la creación libresca en Guadalajara. ¡No te pierdas la conversación!

Jorge, ¿de dónde surgió su pasión por la escritura?
Del hábito de leer. Hace unos años, cuando me enganchaba a un libro, siempre fantaseaba con escribir y terminar una obra. A partir de ahí, tomando y mezclando varios autores que aún me siguen gustando, me puse con ello, lo probé y ya he sacado dos títulos…

¿Qué géneros le han encandilado como lector?
Por un lado, el ensayo. Al estudiar Filosofía, estoy familiarizado con él. Pero, sobre todo, he leído mucha novela, a modo de entretenimiento. De hecho, cuando me inmiscuí en la literatura me gustaban mucho las narraciones cómicas, de autores como Eduardo Mendoza. Sin embargo, ahora leo de todo un poco.

Pero, ¿cómo ha sido el paso de lanzarse a escribir? ¿Cómo se convirtió usted en literato?
En mi primer libro, «Oveja Negra», me sucedió como –me imagino– les ha ocurrido a otros muchos. Lo inicié un poco para mí, sin mayor pretensión. Pero un profesor de la universidad me comentó que el trabajo tenía la calidad suficiente como para intentar publicarlo. Entonces, moví el manuscrito en distintos lugares y probé suerte. Y, partir de ahí, empezó todo…

De hecho, una vez terminada la primera versión, la corregimos. Tras ello, mandé mi labor a varias editoriales. Me contestaron algunas de ellas y, al final, elegí aquella que me ofreció las mejores condiciones. Fue el caso de Chiado Print.

¿Qué aceptación está teniendo «Oveja Negra»?
Inicialmente, las ventas fueron muy bien. Sin embargo, en estos momentos he parado un poco la promoción. No obstante, para haber sido mi primer libro ha progresado de manera muy positiva, dentro de los márgenes que tenemos los recién llegados.

En este sentido, las mejores oportunidades para nosotros –los escritores noveles– son las ferias o las presentaciones. Se alzan como nuestro mejor escaparate. Y muchos de estos eventos se tuvieron que suspender con la pandemia, por lo que la comercialización de «Oveja Negra» se frenó bastante.

¿En qué lugares pudo hacer presentaciones de su primera novela?
El lanzamiento inicial lo hice en la Biblioteca Pública de Guadalajara, en Dávalos. Asimismo, la promocioné en varios centros sociales. Y este mismo año, el próximo 16 de abril de 2022, también la daré a conocer en Bustares [una localidad de la serranía arricense, a los pies del Alto Rey], donde se recuperará su Feria Internacional del Libro.

Además, en otra iniciativa de similares características –la feria de Guadalajara capital, que se desarrolló el pasado mayo de 2021– presenté mi segundo título, «La verdadera fórmula millonaria». En definitiva, voy llevando mis obras allí donde van surgiendo posibilidades. Hay que moverse mucho al principio.

¿En qué consiste «La verdadera fórmula millonaria»?
De este libro es imposible hablar sin hacer un «spoiler» [ríe]. Se trata de una crítica a todos esos estudios de autoayuda que señalan que si eres pobre es porque eres tonto, vago o, simplemente, porque quieres. Este tipo de discursos aparecen y se multiplican en contextos de crisis, como el de la pandemia de la COVID–19 que estamos sufriendo. La publicidad te atiborra de ellos.

Cambiando de tercio, para usted, ¿qué es lo más difícil escribir?
¡Ostras! Muy buena pregunta [Piensa un par de segundos]. Para mí, lo más complicado de la creación literaria son aquellos temas que no te motivan o que no te apetece mucho hablar de ellos. E, incluso, hay que tener en cuenta que no todos los pasajes de un libro pueden estar «muy arriba». En ocasiones, se debe bajar la intensidad del relato para relajar la trama y darle un poco de aire. Y, para mí, construir bien dichos fragmentos es –también– muy difícil. Máxime, cuando tienes que contextualizar un poco más y no hay posibilidad de desarrollar un trabajo tan creativo…

En estos momentos, ¿se encuentra metido es un tercer libro o en algún otro proyecto literario?
Ahora mismo ando trabajando con la secuela de «Oveja Negra». Estoy tomando aquellos personajes que, mi primera novela, pasaron más desapercibidos. Y, a partir de ellos, quiero construir un nuevo título. Más concretamente, me refiero a las figuras que sólo se nombraron una única vez en la trama del anterior título. De esta forma, las rescato.

En otro orden de cosas, ¿se puede vivir de la literatura en España?
Por supuesto. Sí que se puede vivir, pero es algo muy difícil. Por ejemplo, yo estoy lejísimos de alcanzar esta posibilidad y no sé si me llegará algún día, aunque lo voy a seguir intentando.

Además, con el boom de HBO, Netflix y otras plataformas similares, cada vez se lee menos. Y, al mismo tiempo, se está observando un incremento en el número de escritores, debido a las facilidades que existen –actualmente– en la edición y publicación de obras. Somos muchos para repartirnos un mercado muy pequeño. Por tanto, es muy complicado que una gran porción de los que nos dedicamos a la escritura podamos llegar a vivir de ella.

Como resultado del mencionado proceso, ¿se estaría transformando el tipo del lenguaje? Es decir, más que una novela al uso, ¿las nuevas tendencias de escritura se estarían orientando hacia el guión?
Así es. Y una clara muestra de esta evolución se trasluce en J.K. Rowling. Los primeros libros de Harry Potter son novelas, mientras que los últimos títulos del «Universo Hogwarts» se encuentran, directamente, guionizados…

La Filosofía, que es su formación universitaria, ¿es una buena herramienta para la escritura?
Sí, sin duda. Además de ofrecerte unas perspectivas bastante amplias, viene muy bien si quieres completar lo que estás escribiendo. De hecho, te ofrece un lenguaje rico y muchos temas que tratar, ya que en la mencionada disciplina –la filosófica– se abordan una gran diversidad de asuntos…

En consecuencia, se constituye como una herramienta bastante útil, ya que –además– otorga mucho hábito de lectura. Al fin y al cabo, leer es lo más importante para poder escribir. Alguien que no lea es imposible que sea buen narrador.

¿Cómo estructura su trabajo de documentación para sus libros?
Me documento mucho sobre la marcha. Normalmente, no me pongo con un guión fijo para realizar este trabajo. Sobre todo, al comenzar. Según van surgiendo las ideas en la trama, investigo sobre las mismas. Mi labor se va tejiendo sobre la marcha.

Así, en «Oveja Negra» tardé unos 10 meses para desarrollar la historia. En cambio, para escribir «La verdadera fórmula millonaria» sólo invertí un mes. Es un libro muy cortito, que tenía muy clara su estructura. Además, quería que fuera cañero y presentara el tema con toques de humor. Por ello, no quise alargarme…

¿Qué echaría en falta en Guadalajara –tanto en la ciudad como en la provincia– para estimular el hábito lector y la literatura en general?
Sobre todo, eventos abiertos a todo el mundo, con el fin de dar la oportunidad a aquella gente que quiere dar sus primeros pasos en el mundo de la escritura y de la literatura. De esta forma, se motivaría a los ciudadanos a intentarlo por su cuenta.