El Ayuntamiento apuesta por una ‘Guadalajara sostenible’

El alcalde de la capital, Alberto Rojo, presenta el sello ‘Guadalajara sostenible’, que refleja el compromiso del Ayuntamiento con un desarrollo justo y sostenible, en línea con los principios recogidos en estrategias globales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Un sello que con ejes centrados en la fiscalidad verde, movilidad responsable y saludable, la búsqueda de un pulmón verde en el casco, eliminación de plástico de un solo uso o la compra pública ecológica.

El Ayuntamiento de Guadalajara viene aplicando en los dos últimos años objetivos medioambientales a su política fiscal. Actualmente bonifica tributos como el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) o el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) a particulares y empresas que realicen obras para alcanzar una mayor eficiencia energética, a quienes instalen placas solares o por la elaboración de planes de transporte colectivo para empleados y empleadas con el objetivo de reducir emisiones.

Además, bonifica con el máximo permitido por la Ley el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) a los vehículos eléctricos -que tampoco pagan zona azul de estacionamiento- o a los que utilicen combustibles más respetuosos con el medio ambiente que la gasolina o el diésel.

Uno de los objetivos básicos del Ayuntamiento de Guadalajara es el de impulsar una movilidad saludable entre las personas y contar con sistemas de transporte individuales o colectivos sostenibles y tendentes a la reducción de emisiones. Para ello pondrá en marcha la elaboración de un nuevo Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), abierto a la participación de asociaciones, colectivos, instituciones y ciudadanía en general. El anterior plan es del año 2015.

Entre otras acciones, impulsará un mapa urbano de rutas a pie, pondrá en funcionamiento un nuevo sistema de transporte público en autobús e impulsará el patín eléctrico y la bicicleta como medios de transporte sostenibles, con espacios de aparcamiento para los mismos y sistemas de alquiler.

También existe un compromiso del Ayuntamiento de Guadalajara para la sustitución de las flotas de vehículos municipales a vehículos eléctricos o de combustibles más respetuosos que el diésel y la gasolina.

Igualmente, desde hace meses se trabaja en varios proyectos urbanos de envergadura que supondrán la creación de una Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en el casco histórico de Guadalajara, con una inversión prevista inicialmente cercana a los 6 millones de euros, sujeta en parte a financiación de los fondos europeos de recuperación Next Generation.

Asi, el casco histórico se convertirá en el gran pulmón verde de la ciudad. En un refugio climático con más vegetación, hábitos saludables y sostenibles y con limitaciones de circulación de vehículos de personas no residentes, señalaba el alcalde.

A eso hay que sumar la elaboración por parte de la Concejalía de Transición Ecológica de un Plan de Infraestructuras verdes, fundamental para recuperar el equilibrio entre el entorno urbano y nuestro territorio natural. La paulatina recuperación de nuestros ecosistemas actualmente fragmentados revertirá en una mejor calidad de vida de la ciudadanía, pero también en una reducción del impacto de la ciudad en el conjunto del medio natural.

Se apuesta por la renaturalización de espacios urbanos degradados y por la regeneración de zonas verdes ya existentes, convertidas en sumideros de carbono. Entre otras medidas, el Ayuntamiento trabaja en un Plan del Arbolado, en la reposición de alcorques y parterres vacíos con más de 200 nuevos árboles y más de 500 ejemplares de matorral.

También en un proyecto de revitalización del Zoo de Guadalajara como espacio de recuperación de fauna y centro de interpretación de la flora autóctona, en la creación de una senda ecológica en la ribera del Henares hasta una finca de Castillejos recuperada, así como en la creación de refugios ecológicos en 6 patios de colegios autogestionados por el alumnado.

Otro objetivo es la inclusión de cláusulas medioambientales en los pliegos de licitación para la contratación pública por parte del Ayuntamiento. Se primarán modelos circulares, la apuesta por materiales reciclados y la eliminación del uso de sustancias herbicidas perjudiciales como los glifosatos. Y el Ayuntamiento avanzará a nivel interno en la eliminación de plásticos de un solo uso al tiempo que pondrá en marcha campañas de concienciación dirigidas a la población general.

Además, la economía circular con la reutilización y el reciclaje, así como la búsqueda energética, son otros de los proyectos marcados por este consistorio.