El ex viceconsejero sostiene que no favoreció ni a Layna ni a Kuk

Este jueves toco el turno para declarar en el incendio de Chiloeches al exviceconsejero de Medio Ambiente de la Junta de Castilla-La Mancha, Sergio David González Egido, quien en su declaración como acusado de un delito de prevaricación administrativa medioambiental, negó que hubiera tenido trato de favor alguno con Layna o con Kuk. Según aseguró durante su interrogatorio, en el periodo que estuvo como viceconsejero, algo más de un año, no benefició no perjudicó a nadie, algo que en esta vista se cuestionó precisamente por su vinculación anterior con Layna, empresa con la que colaboró en una labor de investigación.
Si bien admitió tener una relación amistosa con la familia Layna, aseguró que tras ser nombrado viceconsejero, dejó una empresa que acababa de crear y negó ningún trato de favor con Layna pese a haber sido presidente independiente y consejero de la empresa conformada por esta compañía conformó temporalmente con otra que terminó marchándose.
González Egido está acusado de un delito de prevaricación administrativa medioambiental y el Ministerio Fiscal pide para él una pena de trece años de inhabilitación especial para empleo o cargo público, tres años de prisión con la inhabilitación especial para el ejercicio de sufragio pasivo mientras dure la condena y veintidós meses de multa a 20 euros diarios con responsabilidad personal subsidiario de once meses de cárcel en caso de impago.
En su declaración, González Egido ha asegurado que su labor era solo como “figura política” en representación de la Viceconsejería pero que nunca tuvo participación en la gestión administrativa de los expedientes de la planta incendiada, sino que se limitaba a firmar los expedientes y documentos que recibía.
El juicio continuará el próximo 4 de octubre con la declaración del exalcalde de Chiloeches, César Urrea, otro de los acusados en este proceso.