“El Geoparque contribuye a frenar la despoblación de la comarca de Molina a través del turismo”

Además de pilotar el geoparque, Monasterio es concejal de IU en el Ayuntamiento de Molina. En la imagen, durante la entrevista, delante del Puente Viejo de la capital molinesa. //Fotos: Raquel Gamo

MANUEL MONASTERIO, gerente del Geoparque de Molina Alto-Tajo

“Hemos creado una marca turística única con la que se supera la dicotomía tradicional que ha existido entre el Alto Tajo y el Señorío de Molina”

“No existe incompatibilidad entre el Geoparque y el parque natural porque ambos comparten el mismo objetivo de conservar el territorio y si crece un espacio, crece el otro”

“El despoblamiento es un río imparable y caminamos hacia una España de grandes capitales y hacia otra España vacía, la rural”

“El patrimonio natural de la comarca está bien conservado y paradójicamente la despoblación permitió que se recuperen algunas especies únicas de nuestra flora y fauna”

Manuel Monasterio (Molina de Aragón, 1952) es gerente del Geoparque de Molina-Alto Tajo, un proyecto encaminado a conservar el patrimonio geológico de la comarca molinesa que fue avalado por la UNESCO en 2013. Con motivo de un viaje para medios de comunicación a este espacio natural, organizado por la Confederación de Empresarios de Guadalajara (CEOE-Cepyme) y la Diputación la pasada semana, conversa en una entrevista en Molina de Aragón con Henaresaldia.com sobre la actualidad y los retos a los que se enfrenta el Geoparque, que será reevaluado en 2018 por una comisión de la UNESCO. También valora el auge del turismo que vive la comarca, la importancia del estratotipo de Fuentelsaz o la “implicación de la ciudadanía” con el Geoparque.

¿Cuáles son los objetivos del Geoparque?
El Geoparque es una estructura de repoblamiento, además de posibilitar la ordenación del espacio y su conservación. El objetivo del Plan Director del Geoparque es desarrollar de forma sostenible el territorio creando puestos de trabajos dignos y de calidad, ligados al turismo natural y a la divulgación del patrimonio geológico. Estas medidas no son la panacea contra la despoblación, pero pueden ser un impulso para que en los lugares donde exista la infraestructura necesaria, la gente se quede y pueda trabajar del turismo natural. La actividad turística está en auge. La gente identifica al Geoparque de Molina-Alto Tajo como una marca y se interesa en conocerlo. El número de visitantes centroeuropeos que llegaron a Molina ha crecido de forma constante en un 30% en los últimos años.

¿En qué argumentos técnicos y geológicos se han apoyado para obtener la declaración?
Entre la riqueza geológica del parque destaco el Parque Natural del Alto-Tajo, la zona de protección especial de aves (ZEPA), nuestros lugares de conservación de flora y fauna o la variada orografía del terreno con ejemplos como el Barranco de la Hoz. Además aquí se encuentran dos monumentos naturales y el estratotipo de Fuentelsaz, uno de los cuatro que se ubican en España. Esta gran variedad y la óptima conservación del medio facilitaron el reconocimiento del potencial geológico y natural de este espacio, situado en uno de los desiertos demográficos de Europa. Uno de nuestros próximos retos es superar la reevaluación que una comisión de la UNESCO realizará en el geoparque en 2018.

¿Por qué se introdujo al Alto Tajo en la denominación del Geoparque?
El Parque Natural del Alto Tajo ya era una realidad de atractivo turístico y de gestión del territorio antes de que se constituyera el Geoparque de Molina-Alto Tajo. La razón fundamental de su inclusión fue unificar las dos sensibilidades de la comarca. Hay que superar la dicotomía que siempre ha existido entre el Alto Tajo y la zona norte. Para ello hemos creado una marca turística común fusionando la geología con la naturaleza que nos da una única imagen representada por el símbolo del Aragonito en rojo del norte de la comarca y la vegetación verde, propia del Alto Tajo.

¿Cuál es la política de coordinación del Geoparque con el Parque Natural del Alto Tajo y con el Museo de Molina? ¿Quién financia al Geoparque?
El director del Parque Natural del Alto Tajo y el Museo de Molina forman parte del Comité Social y Ejecutivo del geoparque, que es el órgano que se reúne cada nueve meses con el fin de tomar las decisiones necesarias, a partir del Plan Director del Geoparque, es decir, la memoria anual de actividades. Después es el Museo de Molina como entidad gestora de este espacio quien las ejecuta. El geoparque se financia principalmente mediante las cuotas de los 450 socios que integran la Asociación de Amigos del Museo de Molina y de otros fondos públicos como los planes de empleo de la Junta, las ayudas de los ayuntamientos y de otras entidades. Además elaboramos publicaciones y organizamos ferias en diferentes poblaciones cuyas ganancias van destinadas al Geoparque. Este viaje de medios de comunicación ha sido, por ejemplo, financiado por la Confederación de Empresarios de Guadalajara (CEOE-CEPYME).

¿Qué papel juega la Diputación en la actividad de este espacio?
La Diputación de Guadalajara colabora con el geoparque, a través de un convenio anual de 20.000 euros que nos ayuda a pagar las nóminas de los nueve empleados del parque. También actúa como mediador entre instituciones y contribuye a la difusión de este espacio. En 2018, el stand de la Diputación en FITUR versará sobre el Geoparque.

¿El Geoparque es compatible con los parques naturales o con la propia existencia del Señorío como comarca? ¿No hay riesgo de duplicar competencias o disgregar el mensaje alrededor de la conservación?
No existe esa incompatibilidad. De hecho muchos geoparques son también parques naturales e incluso Reservas de la Biosfera como sucede en el caso del Cabo de Gata (Almería). Son conceptos distintos. El término de parque natural se refiere al espacio físico y biológico que se destina a la conservación y el geoparque se ocupa del desarrollo y gestión de un territorio poblado. Es más, se establecen sinergias entre ambos espacios porque comparten el objetivo de conservar el medio, de tal forma que si el Parque Natural del Alto Tajo crece, revierte positivamente en el futuro del Geoparque de Molina y viceversa.

Imagen del Alto-Tajo desde el mirador del Barranco de la Hoz.

¿Cuáles son los principales enclaves naturales de este espacio? El Parque Natural del Alto Tajo es el principal atractivo turístico y dentro de él sobresalen algunos enclaves como el Barranco de la Virgen de la Hoz y el Puente de San Pedro. Fuera de los límites del parque natural estamos trabajando intensamente con el castillo de Zafra en el por la expectación que ha despertado gracias a la serie de Juego de Tronos, el estratotipo de Fuentelsaz, la zona del bosque fósil del Aragoncillo y la Cueva de los Casares. Sin olvidar, Molina de Aragón y su casco histórico con el segundo castillo más extenso de España, el yacimiento romano de Corduente y los castros celtibéricos de la comarca.

¿Qué consecuencias tiene la declaración del Estratotipo de Fuentelsaz como Monumento Natural?
La protección propia del territorio que va a implicar unas limitaciones de uso y una atención prioritaria de la administración. La consejería de Medio Ambiente nombrará a un ingeniero, que será el responsable de dirigir la ordenación y la vigilancia de este monumento natural. Ahora estamos centrados en la difusión del estratotipo al público. Hemos abierto un centro de interpretación con museo y un área recreativa desde donde se puede observar el estratotipo.

¿En qué experiencias o Geoparques de España o de fuera de España se están inspirando?
El Geoparque de Molina se ha inspirado en la experiencia del Geoparque del Sobrarbe, en Huesca. Su equipo nos transmitió las primeras lecciones de geoparque y nos explicó como habían fundado su espacio, a través de las comarcas. En Portugal, contamos también con la colaboración del gerente de Natur Tejo. Ambos geoparques fueron nuestros grandes apoyos y nos animaron para que continuáramos adelante con el proyecto.

¿Está implicada la ciudadanía de Molina y los pueblos de la comarca en este proyecto?
Sí y es fundamental. Se empezó a dar a conocer el geoparque y sus objetivos a la comarca y ahora son los sectores de la hostelería, la restauración y las asociaciones locales las que demandan nuestro asesoramiento para que les ayudemos a poner en marcha proyectos ligados al desarrollo turístico. El geoparque interviene creando la infraestructura y hasta que arranca la actividad. Después son los propietarios los que asumen su gestión y desarrollo.

Castillo de Zafra, situado en la Sierra de Caldereros en el término municipal de Campillo de Dueñas.

¿Guadalajara es consciente de la riqueza geológica de la provincia?
Se está formando ahora esa conciencia en torno a esta realidad y de cómo se pueden generar recursos a partir de la geología con una buena gestión, después de mucho tiempo en que la comarca no valoraba este rico patrimonio. A ello ha contribuido la labor de difusión educativa que hemos llevado a cabo durante estos cuatro años desde el geoparque mediante iniciativas como los congresos o las geolodías.

¿Este tipo de proyectos como el Geoparque pueden ayudar a mitigar la despoblación o eso ya es un imposible?
El Geoparque puede influir en los ritmos de despoblación creando las condiciones sociales y laborales que permitan sostener a la población en la comarca. El despoblamiento es un río imparable cuya solución depende de una política estatal. Es muy difícil ya de revertir, aunque podemos frenar el avance del problema. Siempre digo que caminamos hacia una España con grandes capitales conectadas por autopistas y líneas de alta velocidad y paralelamente hacia otra España vacía, que es la gran mancha gris rural en la que vivimos el resto de la población.

Más allá del Geoparque, ¿El patrimonio natural de la comarca de Molina de Aragón está bien conservado?
En general, el patrimonio natural de la comarca está bien conservado. Por un lado, los molineses que permanecieron en sus pueblos siempre se comportaron de forma respetuosa con su entorno, porque era su medio de vida y lo protegieron, como ocurrió con la extracción de la madera de los pinares. No hay grandes explotaciones, salvo algunas de caolín. Por otro lado, la despoblación conlleva el abandono del medio natural, pero paradójicamente esta emigración masiva produjo algunos efectos positivos en la conservación del medio ambiente de la comarca. En nuestro territorio se han podido recuperar flora y fauna autóctona y ya no hay ningún riesgo ecológico cuando se construye una nueva carretera.