La Navidad de Guadalajara: una reivindicación del agro

Certámenes de villancicos, rondas, hogueras, desfiles de botargas o la matanza son algunos de los rituales con los que los pueblos de la provincia festejan la Nochebuena o los Reyes Magos

Destacan el Certamen de Rondas navideñas de Torija, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional y el Belén Viviente de Galápagos que cuenta con el título de Fiesta de Interés Turístico Provincial

Celebración del Certamen de Rondas navideñas de Torija //Foro: www.torija.com

La Navidad está cercana y en el caso de la provincia de Guadalajara, la celebración de esta fiesta supone rememorar algunas de sus ancestrales tradiciones ligadas a la vida cotidiana, a las labores del campo y a las creencias religiosas. Los rituales que se mantienen o bien se han recuperado en las últimas décadas para celebrar la víspera de la Navidad, la Nochebuena, el ocaso del año o la llegada de los Reyes Magos en muchas de las poblaciones de la geografía alcarreña se caracterizan, en general, por su apego a las costumbres pastoriles, la matanza, los usos ganaderos y el desfile carnavalesco de botargas, zarragones o diablos que recorren las callejuelas de los pueblecitos para perseguir a los chiquillos.

También sobresalen las manifestaciones religiosas que alcanzan su máxima expresión con trabajados belenes como el de Horche o Guadalajara; rondas de villancicos como en Sigüenza o el prendido de fogatas y luminarias delante de las iglesias como en Molina de Aragón en honor de Santa Lucía cada 7 de diciembre. Una fiesta que deja al visitante espectaculares estampas de la ciudad medieval desde el Puente Viejo con su fortaleza al fondo.

A pesar de que una parte significativa de este repertorio festivo se perdió por causa de la despoblación masiva que dejó a los pueblos sin apenas población joven, existen una serie de festividades que han pervivido hasta hoy. Además, la diversidad es otro de los rasgos que mejor definen a estas celebraciones como la propia naturaleza de su territorio. De este modo, la navidad no se vive igual en la Alcarria, Molina, la Serranía o la Campiña. Repasamos algunas de las citas más llamativas del almanaque navideño de la provincia, a través de las diferentes comarcas de Guadalajara.

Alcarria

Certamen de Rondas de Torija

El Ayuntamiento de Torija y la Asociación Cultural Barbacana organizan anualmente el Certamen de Rondas Tradicionales Navideñas entre el fin de semana de Navidad y Nochevieja. Es una fiesta popular creada gracias a la entrega de los vecinos de Torija en la que se da un maridaje entre la tradición musical de villancicos y canciones autóctonas interpretados por la rondalla torijana y la gastronomía popular de la Alcarria.

Declarado de Interés Turístico Regional en 2015, este certamen surgió con el propósito de recuperar aquellos villancicos y rondas olvidados de los pueblos de la provincia de Guadalajara. La Villa de Torija, pionera en la celebración de este tipo de certámenes, que este año cumple su 28º edición. Se trata de una cita consolidada en el tiempo que cada vez atrae a más público. La fiesta comienza a media tarde con la lectura del pregón a las puertas de la Iglesia renacentista.

A continuación, la decena de rondas que participan en el certamen interpretan un villancico propio de la zona ataviados con la vestimenta y los instrumentos tradicionales de la zambomba, la botella o la huesera. El desfile musical prosigue con la Ronda callejera, donde los visitantes rondan al tiempo que disfrutan de la degustación de viandas clásicas de la Alcarria como son las migas, el caldo y chorizos tradicionales elaborados por los lugareños. El punto y final a este festejo correrá a cargo en esta ocasión del grupo alcarreño Hontanilla Folk. La cita es en Torija, el sábado, 30 de diciembre.

Otras muestras del acervo navideño de la Alcarria son las Hogueras de la Purísima de Horche, el 7 de diciembre; la botarga de Tórtola de Henares, el 30 de diciembre o el Belén monumental de Guadalajara.

Molina

Fiesta del Diablo en Setiles

El popular día de los Santos Inocentes (28 de diciembre) también es conocido en el pueblo molinés de Setiles como el día del diablo. Se trata de un ritual de origen desconocido, aunque los especialistas en etnografía lo consideran como una manifestación de las ‘Mascaradas de invierno’, fiestas tradicionales que se celebran entre la Navidad y la Cuaresma, incluidas las exhibiciones de las botargas que se conservan en la provincia de Guadalajara. La puesta en escena se centra en las carreras de varios personajes disfrazados con trajes coloridos y provistos de cencerros, porras o cachiporras que persiguen a la gente del pueblo. Esta característica hace que también reciba el apodo de máscaras fustigantes.

Los personajes principales de esta representación burlesca son el diablo, los quintos (jóvenes mayores de edad del pueblo), los acompañantes de los quintos y los niños, que persiguen al rápido diablo por las callejas del pueblo e incluso se atreven a tocarle el cascabel, a riesgo de recibir un espadazo como réplica.

Grupo de quintos posando con el diablo de Setiles en la fiesta de este pueblo molinés en 1954 //Foto: www.setiles.com

El diablo es el ‘actor principal’ de esta fiesta, y alrededor de él se desarrollan la mayor parte de la acción. Ataviado con diversos trajes que han ido variando a lo largo de los años, el actual se compone de gorra con cuernos, chaqueta en la que se puede leer el lema ‘Viva España, Ánimas Benditas’; barba de chivo, calzón, rabo, medias bordadas, cuerda, pañuelos y espada de madera.

La fiesta se inicia la noche del 27 de diciembre con el sorteo entre los quintos de ese año en el que se designan los puestos de diablo y los cargos del ayuntamiento, que gobernarán durante ese día especial. Durante la noche el único quinto que descansará en su cama será el próximo diablo, mientras el resto de acompañantes rondan el pueblo con tambores o cometen alguna que otra gamberrada en las casas de los vecinos hasta el amanecer. Durante la mañana el diablo, acompañado de los quintos da vueltas por el pueblo, despertando a las mozas o a niños y familiares de los quintos.

Después, a lo largo de la misa, cada mozo desempeña su papel en la liturgia y el diablo ocupa el altar haciendo algunas diabluras como beber un poco del vino antes de la consagración o desordenar algunas páginas de la Biblia. Esta antigua tradición se completa con la ronda por las calles del pueblo para recaudar donativos; la comida de los jóvenes con el diablo y sus seguidores en la que se degusta un cordero o cochinillo; el baile por la tarde del diablo con las mozas, los cánticos de los niños para que les persiga el diablo y la subasta de las prendas que el protagonista ha requisado a los vecinos durante la jornada.

Otra tradición propia de la Navidad que cabe mencionar en la tierra molinesa son las hogueras de Santa Lucía en Molina de Aragón en vísperas de la Inmaculada y en Nochebuena.

Sierra Norte

Subida al Ocejón para montar el Belén

El Club Alcarreño de Montaña organiza cada año la tradicional subida senderista al Pico Ocejón, una de las cumbres del territorio serrano, para montar un belén. Es una tradición que lleva celebrándose a lo largo de casi medio siglo de forma ininterrumpida el domingo previo a la Nochebuena y que este año alcanza su 47º edición. La marcha se inicia normalmente desde el pueblo de Majaelrayo o Valverde de los Arroyos el tercer domingo de diciembre para llegar a la cima y participar en la misa que se oficia a mediodía. La tradición religiosa se ameniza con el canto de villancicos divisando un paisaje natural único.

Desfile de los Cencerrones de Cantalojas //Foto: Youtube

Por otra parte, el desfile de los Cencerrones en Cantalojas el 9 de diciembre; la velada navideña de Robleluengo; la fiesta de la matanza en Jadraque, el 10 de diciembre, o la rondalla tradicional de villancicos de Sigüenza son otras de las citas ineludibles del calendario navideño en la Sierra.

Campiña

Cabalgata de Reyes en parapente de Alarilla

Los Reyes Magos llegan cada año desde Oriente a la localidad de Alarilla en un medio de transporte sin parangón, el ala delta. Este municipio campiñero acoge cada víspera de la festividad de los Reyes Magos su tradicional cabalgata aérea con Melchor, Gaspar y Baltasar a bordo como pasajeros y sus fieles pajes que arriban en parapente. Esta original cabalgata, programada por la Asociación deportivo-cultural y el Ayuntamiento de Alarilla atrae a numerosos espectadores que acuden allí para contemplarla.

La cabalgata, que en 2018 su 29º aniversario se caracteriza por el singular aterrizaje de los reyes magos en el cerro de La Muela donde bajo un cielo iluminado con luces, bengalas y antorchas reciben a los niños de la población. La intensidad del espectáculo pirotécnico hace posible que se pueda disfrutar del ambiente festivo desde las localidades cercanas de Hita y Humanes.

Escena del Belén Viviente de Galápagos, Fiesta de Interés Turístico Provincial //Foto: turismoenguadalajara.es

El Belén Viviente de Galápagos, que se celebra el 30 de diciembre es otra de las grandes tradiciones del Adviento en la Campilla. Reconocido como Fiesta de Interés Turístico Provincial, en la escenificación del Belén participan más de un centenar de vecinos que interpretan 15 escenas del nacimiento de Jesús en Nazaret.