Las obras del nuevo Hospital de Guadalajara ven la luz

El Gobierno regional planea que la construcción de esta infraestructura culmine a finales de 2020
El proyecto, iniciado en 2010, se reactiva con una inversión de 17 millones de euros, tras años de recortes y paralización durante el Gobierno del PP

 

Visita de García-Page a las obras del nuevo hospital de Guadalajara, el pasado 18 de abril. //Foto: JCCM

Las obras del nuevo Hospital de Guadalajara avanzan, después de muchos meses en que el proyecto proseguía al ralentí. Así lo confirmó la reciente visita que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, realizó al complejo hospitalario, acompañado del consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz para comprobar ‘in situ’ el ritmo de los trabajos de la que es una de las infraestructuras de mayor relevancia para el futuro de la provincia. También, uno de los proyectos que más retrasos y dificultades ha acumulado en la última década. Ahora, una vez que la intervención ha cogido impulso, la Junta se marca el horizonte de finales de 2020 para concluir la ampliación del hospital, tal como avanzó el propio consejero de Sanidad.

El presidente regional calificó la ampliación del hospital como “un proyecto “modélico” que va “viento en popa”, tras superar un periodo de incertidumbre. Asimismo, quiso lanzar un mensaje de tranquilidad a los vecinos de Guadalajara asegurando que se trata de un objetivo “social y político” sobre el que ahora se muestran “razonablemente contentos” por la evolución de las obras.
Por su parte, Jesús Fernández Sanz, consejero de Sanidad, explicó que, aunque la reactivación de la obra fue lenta, actualmente avanza a buen ritmo. Uno de los aspectos del nuevo proyecto en los que más incidió el consejero fue en la actualización del Plan Funcional, que, en su opinión, permitirá a los guadalajareños disfrutar de un centro totalmente adaptado a las nuevas normativas y a la última tecnología: “Este plan funcional ha sido dimensionado de acuerdo a la población estimada real en este momento y cuyas previsiones difieren mucho de la proyección demográfica que se realizó en el momento de la elaboración del Plan Funcional inicial hace una década”.
Los trabajos, que cuentan este año con un presupuesto de 17 millones de euros introducen nuevos equipamientos como 16 quirófanos para cirugía. Además, se refuerza el servicio de obstetricia con cinco unidades de trabajo, parto y recuperación, se incrementan los puestos del hospital de día Onco-Hematológico y el número de camas; las consultas pasan de 95 a 172 y se crean las áreas de pediatría y de Cirugía pediátrica.
Con respecto al aparcamiento del hospital, el consejero ha reconocido que aunque ha costado “un buen trabajo” por fin ya es una realidad y “está funcionando muy bien”. Esta instalación recibe un tráfico diario de cerca de 1500 vehículos y dispone de 500 trabajadores abonados.


Obra interminable

El nuevo recinto hospitalario de la capital alcarreña representa una de las demandas históricas de la ciudad y de la provincia, que ha visto cómo su población ha crecido constantemente en los últimos años hasta convertirse en el segundo municipio con mayor población de Castilla-La Mancha (83.633 habitantes)
Esta obra, que supone la mayor inversión de la Junta de Castilla-La Mancha en la provincia de Guadalajara, con un presupuesto de 120 millones de euros, arrancó en los primeros meses de 2010 durante la legislatura de José María Barreda, a buen ritmo y con un plazo para ejecutarla de cuatro años. Sin embargo, la irrupción de la crisis económica y el recorte que llevó a cabo el Gobierno de María Dolores de Cospedal en sanidad y otros servicios públicos para adelgazar el déficit, significaron el comienzo de las dificultades económicas, los retrasos e incluso el abandono de las obras del nuevo hospital de la ciudad. El PP cuestiona ahora el retraso en la infraestructura, pero la realidad es que las obras –aunque con demora- en el centro hospitalario arriácense siempre se han ejecutado bajo mandato socialista.

En 2015, después de cuatro años (2011-2015) en los que la obra se paralizó por decisión del Gobierno del PP, el ejecutivo de García-Page reanudó los trabajos a mediados de 2016 para desarrollarlos en un plazo de 16 meses. Lo cierto es que el compromiso de finalizar el hospital a finales de 2017 no se ha cumplido. En este sentido, uno de los factores que ha condicionado que la obra se dilate de nuevo es la quiebra de Isolux Corsán, la principal empresa adjudicataria del proyecto, en junio de 2017. Ahora, después de haber superado todos los obstáculos y con más de un centenar de trabajadores a pie de obra, el ejecutivo castellano-manchego se fija acabar el centro sanitario en 2020.