Los arqueólogos volverán a Caraca a partir del 7 de agosto

Se trata del descubrimiento arqueológico más importante de Guadalajara de los últimos lustros. Nos referimos a la aparición de Caraca, una ciudad romana que se halló en 2017 gracias al tesón y buen hacer de Javier Fernández Ortea, Emilio Gamo y de todo su equipo. Desde entonces, se han realizado varias campañas arqueológicas en la zona, que han arrojado relevantes novedades científicas y que han permitido el avance del conocimiento. Un compromiso que continuará este verano, a partir del 7 de agosto, con una nueva edición de las labores de indagación.

Será la séptima operación consecutiva de prospecciones y recibirá el nombre de «Proyecto de excavación de la necrópolis tardoantigua de Caraca y de los niveles carpetanos en esa misma área, así como prospección de un sector al este del Cerro de la Virgen de la Muela (Driebes, Guadalajara)». “Los trabajos tendrán como objeto conocer más datos acerca del final de la ciudad y del poblamiento posterior a su desaparición”, confirma Fernández Ortea. En este punto ya se realizaron las primeras catas durante los veranos de 2021 y de 2022.

Incluso, se ha realizado una prospección con georradar en los alrededores.
“Todavía son muchos los interrogantes que tenemos en torno al mencionado emplazamiento”, subraya Javier Fernández Ortea. Los arqueólogos creen que incluiría un grupo de enterramientos de entre los siglos V y VII de nuestra Era, aunque este extremo “es todavía una conjetura”. Lo que los investigadores sí saben “fehacientemente” es que existen tres tipos de tumbas en el lugar, que ya han sido descritos.

Antes de las labores emprendidas en 2021, existían datos muy escasos de los mencionados enterramientos, más allá de la breve mención de Jorge Sánchez–Lafuente –realizada en 1982–acerca de la existencia de los mismos. Los resultados de las indagaciones sobre esta parte del conjunto arqueológico permiten aportar algunos rasgos generales del enclave. Más concretamente, que se trata de una necrópolis en la que los finados “se inhumaban en posición decúbito supino y con una orientación este–oeste”, explica Fernández Ortea.

Sin embargo, es necesario continuar las excavaciones para avanzar en el conocimiento de la cronología, del estado de conservación, de los aspectos rituales y de la organización interna del emplazamiento mortuorio. Del mismo modo, en esta zona se localizaron en 2022 vestigios del periodo carpetano, una circunstancia que “puede aportar interesantes datos acerca de aquella época”, siempre que el equipo arqueológico pueda continuar con su labor científica.

Empero, las perspectivas no son malas. Sobre todo, después de que la Junta de Comunidades haya incoado el expediente para la declaración del lugar como Bien de Interés Cultural (BIC), según aparecía en la Resolución del 27/01/2023, publicada en el Diario Oficial de la región el 9 de febrero de 2023. Además, la campaña de este año se desarrollará gracias al convenio firmado entre la Diputación Provincial arriacense y el Ayuntamiento de Driebes, con el apoyo del Consistorio madrileño de Brea de Tajo y de la Asociación de Amigos del Museo de Guadalajara.

Dentro de este proyecto también está contemplada la realización de una prospección con georradar en áreas del entorno del yacimiento –a extramuros de la ciudad romana–, con el fin de documentar posibles estructuras constructivas de la época, para saber más de la mismas y qué función tenían. Incluso, se realizarán prospecciones arqueológicas en el cauce del Tajo, en las inmediaciones del asentamiento caracense, con el fin de “analizar el paleocauce del río, especialmente en relación con los periodos históricos en los que se desarrolló la urbe”. De igual forma, se buscarán “indicios de intervenciones y estructuras de índole antrópica en el lecho de la cuenca, tales como diques, puentes y otros materiales arqueológicos” del periodo analizado.

“Las expectativas hacia esta nueva campaña de excavaciones son buenas y se espera poder aportar datos novedosos para el conocimiento de la romanización de la provincia de Guadalajara y, en general, de Hispania, así como de otros períodos de gran interés”, aseguran los investigadores. Y como la investigación sin divulgación no tiene sentido, se volverá a realizar una jornada de puertas abiertas en el yacimiento. La propuesta tendrá lugar el jueves 17 de agosto, constando de visitas guiadas a las 10:30 y a las 19:00 horas. “El acceso a la actividad será libre y gratuito”, confirman sus impulsores.

Los responsables de todo
Las labores de 2023 en Caraca estarán dirigidas por los arqueólogos Javier Fernández Ortea, Emilio Gamo Pazos –quien también es miembro del Museo Arqueológico Nacional–, Saúl Martín González, Santiago David Domínguez Solera y por Irene Ortiz Nieto–Márquez, quien también pertenece al CAI de Arqueometría y Análisis Arqueológico de la Universidad Complutense.

El equipo interdisciplinar de investigación contará –este año– con la colaboración de un amplio número de expertos, que analizarán el yacimiento desde distintas ópticas. Los mismos procederán de diferentes centros de investigación nacionales de prestigio. Entre ellos, las universidades de Alcalá, Granada, Cádiz o UNED; el Museo Nacional de Arqueología Subacuática-ARQVA; el Museo Nacional de Antropología; el Museo Nacional de Arte Romano; ARQUESIA arqueología y tecnología; el Instituto Geológico y Minero de España (IGME); el Instituto de Ciencias de la Construcción; o el Instituto de Química Física Rocasolano.

La financiación de la campaña arqueológica de 2023 en Caraca, como viene siendo habitual, procede de la Diputación Provincial, que “siempre ha apostado por este yacimiento”, confirma Fernández Ortea. Asimismo, se ha de mencionar el compromiso del Ayuntamiento de Driebes, donde se emplazan las excavaciones. Y también se ha de destacar el compromiso del Consistorio de Brea de Tajo y de la Asociación de Amigos del Museo de Guadalajara. ¡Todo un lujo!

El origen de las investigaciones
Todo este trabajo dio su pistoletazo de salida gracias a unas labores de georradar desarrolladas en el entorno de la ermita de la Virgen de la Muela hace casi siete años. Allí, un grupo multidisciplinar –comandado por los arqueólogos Emilio Gamo y Javier Fernández Ortea– obtuvo la confirmación de la existencia de lo que podía ser un asentamiento abandonado hacia el siglo II de nuestra Era. Así, se comenzaban a corroborar los indicios sobre la existencia de un poblamiento en la zona…

De hecho, las sospechas venían de lejos. Los textos clásicos relataban la presencia de «una Caraca» en dicho entorno. Además, siglos más tarde, en 1945 –durante la construcción del canal de Estremera–, se halló un tesorillo compuesto por 1.480 fragmentos de plata, que hoy se custodia en el Museo Arqueológico Nacional. Así, es normal que en la década de 1980 algunos investigadores –como Juan Manuel Abascal o Jorge Sánchez–Lafuente– se refirieran a un importante yacimiento romano en las cercanías…

Una realidad que se ha acabado por confirmar. “En superficie pudimos observar numerosísimos restos constructivos: estucos, basas y fustes de columnas, muros, sillares almohadillados de grandes dimensiones, así como restos de una estructura de canalización de aguas”, añadieron en 2012 Emilio Gamo y Sandra Azcárraga. De hecho, en las proximidades se han localizado 112 metros pertenecientes a un acueducto mayor longitud. “La construcción de este tipo de obras iba en consonancia con la monumentalización de las urbes con estatus municipal”, explican los arqueólogos que desarrollan a día de hoy los trabajos en Driebes.

Y, en este contexto, comenzaron las actuales excavaciones. La primera campaña tuvo lugar durante el verano del 2017. Pero unos meses antes, “realizamos una fase de evaluación para poder probar las estructuras que aparecían en el georradar”, confirmaba Emilio Gamo al inicio de los trabajos. Más concretamente, se realizaron tres catas. “En las mismas se localizaron un edificio público, las columnas del Foro y el cardo y el decumano [las dos vías principales en las que se estructuraban las urbes romanas]”, confirmaban desde el Ayuntamiento de Driebes.

Gracias a estas primeras labores, se consiguieron unos resultados muy prometedores. “De acuerdo a las estructuras que encontramos, afirmamos con seguridad que en Caraca existía un Foro que hacía las funciones de centro político, cultural, económico, social y religioso, y que implicaba –al mismo tiempo– la condición de ciudad promocionada jurídicamente en época romana”, añadía Emilio Gamo. Dichos logros se han ido profundizando a lo largo de las diferentes campañas, que se han realizado ininterrumpidamente desde 2017.

Una circunstancia que –en sí misma– es muy relevante, debido a las implicaciones históricas que acarrea. “Se trata de un elemento clave para la provincia, puesto que ésta se trataría de la primera localidad promocionada jurídicamente en el actual territorio de Guadalajara”, subrayan los arqueólogos responsables de la propuesta. En consecuencia, la labor tanto de Javier Fernández Ortea y Emilio Gamo, como de la totalidad de su equipo ha de ser reconocida. No todos los días se tiene la oportunidad de descubrir e investigar una nueva ciudad romana. Por tanto, Caraca ya forma parte de nuestro legado histórico y se ha de continuar apostando por su conocimiento, ya que como señaló el escritor, orador y político romano, Cicerón:

«No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser incesantemente niños»

Bibliografía
GAMO, Emilio y AZCÁRRAGA, Silvia, “Cerámica de barniz negro de época romana republicana en yacimientos celtíberos y carpetanos de la provincia de Guadalajara”, LVCENTVM, XXXI, 2012, 131-146.