Morales (CC.OO.): “La siniestralidad laboral está muy vinculada con la temporalidad”

Por
Julio Martínez
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Javier Morales es muy joven. Sin embargo, su compromiso político y sindical viene de lejos. Desde 2021 es secretario provincial de Comisiones Obreras (CC.OO.) en Guadalajara. El pasado mes de abril, ganaba el XII Congreso de la organización, al obtener 26 votos congresuales (50,98%) frente a los 25 recabados por su oponente, Laura Gil (49,02%). Desde entonces, Morales no ha dejado de trabajar en favor de la provincia, con un equipo en el que se incluyeron –paritariamente– miembros de las dos listas que se enfrentaron. En Henares Al Día le hemos querido entrevistar, con el fin de analizar tanto la situación laboral arriacense como los retos de este líder sindical durante los próximos años.

¿Cómo califica sus primeros meses al frente de CC.OO. en Guadalajara?
El balance es muy positivo. Se trata de una tarea muy diferente a la que yo hacía anteriormente, cuando estaba integrado en la Federación de Industria de la organización.

De hecho, desde la unión provincial estamos intentando coordinar a todos los sectores.

Además, a nivel institucional, queremos incidir en el asunto de la salud laboral.

Asimismo, el 2021 ha sido un año positivo en el ámbito laboral, ya que se ha producido un incremento del empleo, aunque de mala calidad. Igualmente, ha sido un ejercicio muy malo en relación a la siniestralidad laboral… No obstante, esperamos que con la reforma laboral [que está impulsando el Gobierno nacional] dichos problemas se puedan ir subsanando.

En este sentido, ¿se ha observado un aumento de bajas laborales por la pandemia? ¿O, sin embargo, el incremento de las cifras de siniestralidad se encuentra relacionado con un aumento de los accidentes de otra índole?
Tenemos los mismos índices de siniestralidad que en 2019, el año más representativo para poder hacer una comparación. Además de los accidentes muy graves y mortales que se han producido, insistimos en que los casos más leves –como los vinculados a los «trastornos músculo–esqueléticos»– son de carácter acumulativo. Por tanto, el problema surgirá de las enfermedades profesionales que, con el paso de los años, se deriven de estos últimos sucesos.

Las instituciones locales, provinciales y regionales, ¿son receptivas ante este tipo de circunstancias? ¿O, en cambio, existe un cierto inmovilismo al respecto?
Desde CC.OO. defendemos que las administraciones han de implicarse muchísimo más, dotando de suficientes medios a la Inspección de Trabajo. No en vano, esta entidad –la Inspección– debe ser más firme con las empresas que presentan incumplimientos reiterados. Hay que sancionarlas más contundentemente, ya que, por desgracia, ciertas personas sólo aprenden mediante multas. No les importa ni la seguridad ni la salud de sus empleados…

A pesar de ello, la cantidad de personal existente en la Inspección no se ajusta a la realidad de Guadalajara, que se encuentra a la cabeza de España en siniestralidad laboral. Además, hay que modificar la cultura preventiva de las empresas, a través de la formación y la concienciación. Pero, ante la cantidad de accidentes laborales que existen, sólo queda –a corto plazo– la vía de la Inspección…

¿Por qué Guadalajara está a la cabeza de la siniestralidad laboral del país?
Fundamentalmente, se producen «accidentes músculo–esqueléticos» que se encuentran relacionados con las actividades de almacenaje y de transporte. Es decir, con el ámbito de la logística. Exigimos que se tomen las medidas preventivas necesarias y adecuadas para atajar esta situación.

¿La patronal está comprometida con la seguridad laboral?
Si consideremos a la patronal como la CEOE, entiendo que su compromiso está ahí. Pero luego, en el ámbito empresarial, la salud laboral cuesta dinero. Pero este gasto se ha de entender como una inversión, ya que –así– los trabajadores pedirán menos bajas y poseerán unas condiciones de trabajo dignas.

Empero, no se puede obviar la temporalidad existente en Guadalajara. No es posible que en 2021 se hayan contratado a 50.000 personas mediante 170.000 contratos diferentes, por lo que el índice de rotación laboral se sitúa en el 3,5, un punto por encima de las medias regional y nacional. De hecho, la siniestralidad está muy vinculada con la temporalidad. Por tanto, entendemos que la reforma laboral es una gran oportunidad para mejorar estos datos y, al mismo tiempo, para introducir medidas preventivas eficaces.

Ha mencionado varias veces la reforma laboral impulsada por el Gobierno central y pactada por los agentes sociales. Sin embargo, dicho documento está recibiendo críticas por parte de varios grupos –como el BNG o ERC–, al considerarla poco ambiciosa. ¿Cómo analizaría usted la propuesta realizada por el Ministerio de Trabajo?
Hay que tener en cuenta que existe una aritmética parlamentaria. No obstante, se trata de una propuesta bastante positiva. Es cierto que no se han derogado todos los aspectos dañinos de las reformas de 2010 y de 2012. Pero se han modificado profundamente las modalidades de los contratos temporales, un extremo que se alzaba como un problema endémico de España desde la década de 1980. Es decir, se ha priorizado dar una mayor cobertura y seguridad a la gente que se encontraba en una situación más precaria.

Regresando a Guadalajara, ¿haría falta una reindustrialización de la provincia?
Uno de los valores de nuestro territorio es que cuenta con un peso industrial mayor que otros lugares de la región. De hecho, Guadalajara se constituye como uno de los emplazamientos de España con pensiones más altas. Por tanto, está claro que la industria ofrece mejores salarios y condiciones laborales más beneficiosas, lo que afecta positivamente a la jubilación. Además, las crisis las soporta bastante mejor que otros sectores. En consecuencia, lo ideal es seguir apostando la actividad industrial.

En la provincia se distinguen dos zonas diferenciadas. Por un lado, el Corredor del Henares, con mayor empuje económico. Y, por otro, el resto del territorio, más despoblado. ¿Cómo se podría estimular la parte arriacense que se incluye en la «España Vaciada»? ¿Qué tipos de ocupaciones se podrían fomentar en dicho espacio?
Para CC.OO., la despoblación es un asunto que nos ocupa y preocupa. Una realidad que, en Guadalajara, se produce de una forma aguda, como también ocurre en Soria, Cuenca o Teruel. Por ello, las administraciones públicas han de ser responsables y no pueden reducir recursos ni dejar de atender a los ciudadanos que vienen en los pueblos.

Y para muestra, el caso de GEACAM, la empresa pública regional encargada de la gestión de los incendios forestales, que genera mucho empleo en los espacios rurales. Pero a dicha entidad le queda, aún, mucho camino por recorrer en lo que a la generación de empleo y prestación de servicios se refiere…

Además, en esta «España Vaciada» existe una gran riqueza natural. ¿Cómo se han de poner en valor todos estos espacios naturales, al mismo tiempo que se conservan?
Se tiene que buscar el equilibrio perfecto entre el mantenimiento del medio ambiente y el estímulo económico. Existen actividades que no generan impacto sobre el territorio si se encuentran convenientemente controladas, como el turismo. En consecuencia, se ha de apostar por aquellas industrias que sean sostenibles ecológica y socialmente.

Pero, al mismo tiempo, también se debería asegurar un mínimo de servicios de calidad en los emplazamientos rurales…
¡No hay duda! La vida en el campo debe ir acompañada por prestaciones públicas de calidad. Entre ellas, las sanitarias, las escolares, las de internet… Sin dichas bases, nadie va a querer irse a nuestros pueblos. Y esto es una responsabilidad de las diferentes administraciones.

Cambiando de tercio, usted tomó posesión de su cargo como secretario provincial de CC.OO. en abril de 2021. Todavía le queda mucho mandato por delante. ¿Cuáles son sus líneas maestras de trabajo para lo que le resta en el cargo?
Como responsable de CC.OO. en Guadalajara, formo parte de un equipo muy amplio, que se encuentra presente en todos los sectores. Por tanto, se trata de un trabajo compartido entre todos. No obstante, tenemos bien marcados y definidos nuestros objetivos. En primer lugar, vigilar y hacer cumplir la nueva reforma laboral impulsada por el Gobierno, para que los niveles de precariedad y temporalidad desciendan de una forma sustancial en la provincia.

También será muy importante que vigilemos la implementación de la igualdad retributiva y de la no discriminación en el trabajo. Sobre todo, de las mujeres. Y, en tercer lugar, también luchamos por reducir la siniestralidad laboral. A todo ello se ha de unir la negociación colectiva y la subida de salarios, para que los trabajadores no pierdan capacidad adquisitiva.

Tenemos unos retos muy importantes, pero estamos en un buen momento, ya que, por primera vez en décadas, se está produciendo una recuperación de derechos.

Por tanto, el sindicalismo es muy necesario…
CC.OO. se financia en su inmensa mayoría –más del 90%– por las cuotas de sus afiliados y, al mismo tiempo, hacemos una gran labor social para todos los trabajadores, sean miembros o no de nuestra estructura. Cuando negociamos convenios colectivos estamos mejorando las condiciones de trabajo de todo el mundo, no sólo de nuestros militantes.

En consecuencia, sin negociación colectiva y sin que los trabajadores se organicen, quedaríamos completamente desamparados. Un asalariado intentando pactar individualmente con su empresa no cuenta con la misma fuerza que si lo hace de manera conjunta con sus compañeros.

Además, los sindicatos hemos sido la barrera contención de ataques en contra las pensiones y en contra los derechos de los trabajadores, por lo que seguimos siendo una herramienta imprescindible. Posiblemente con errores, pero con voluntad de seguir luchando para que la ciudadanía viva mejor. Somos muy incómodos y, por ello, hay gente muy poderosa a la que no le interesa que poseamos el protagonismo que tenemos en la actualidad.

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