Pareja honra a la Virgen del Carmen

VirgenDelCarmen_parejaComo ocurre cada año desde hace cuarenta y siete, la Virgen del Carmen salió en procesión el sábado, día 16 de julio, fecha de su onomástica, desde el pantalán de la Urbanización Las Anclas de Pareja.

Comenzó a celebrarse esta fiesta en honor a la patrona de los marineros a finales de los años sesenta, a semejanza de tantas otras que desde antaño se vienen celebrando en numerosas poblaciones costeras, tratándose de una procesión singular, por realizarse en aguas de interior.

“Todo el que le guste el agua, pase largos periodos en su orilla y patronee o haya patroneado una embarcación, tiene un cariño especial por la Virgen del Carmen. Su escapulario es muy largo, y te puede salvar, no sólo en el mar, sino también de las tempestades a las que hay que enfrentarse a veces en la vida”, explicaba Francisco Domínguez, presidente del Club Nautico de Castilla que convoca el acto. “La capilla de Las Anclas está dedicada a la advocación de la Virgen del Carmen, y, por lo tanto, todos los años se hace una procesión marinera en honor a la patrona”, explica el párroco de Pareja, Javier Lucía.

A partir de las 17.30 horas, la Señora, una talla preciosa en madera, salía, ya perfectamente engalanada, precisamente desde la capilla en la que mora todo el año. La imagen la compraron los miembros del club con motivo de la boda de uno de los hijos del entonces promotor de la urbanización y presidente del Banco de Valladolid. Conducida por los fieles, llegaba hasta una de las embarcaciones de las que tiene en propiedad el Club con sede en Las Anclas. “La tradición impone que procesione en barco de marinero”, señalaba el comodoro del Club y responsable del área deportiva y de restauración, Javier Blánquez.

Al filo de las 18:00 horas, con el párroco de Pareja, Javier Lucía, a bordo, la   embarcación, que presidía la imagen de la Virgen, le daba popa al pantalán, después de que el comodoro hiciera sonar por tres veces la bocina que anunciaba la salida, también para el público que la presenciaba en la lejanía. Sonaba entonces el himno nacional, mientras la primera embarcación comenzaba a dejar su estela sobre las aguas de Entrepeñas.

La Virgen del Carmen había sido bellamente engalanada para la ocasión, como se ha hecho invariable e ininterrumpidamente desde la primera edición, con sólo un leve cambio en el lugar en el que se oficia la ceremonia religiosa al término de la procesión. Antes, se llevaba a cabo en el mismo pantalán, sobre las aguas. Ahora se convoca en la capilla, para permitir que acudan fieles de otras urbanizaciones, como Peñalagos, y también desde Pareja.

En la procesión, los barcos guardan el orden establecido. Detrás de la Virgen del Camen salieron los veleros, que marcan la velocidad del resto, y detrás, las embarcaciones deportivas, motoras deportivas y las familiares o cabinadas. Los primeros habían adornado sus jarcias y palos con las banderas y señales que se utilizan para comunicarse a distancia en el agua. Fueron 24 las embarcaciones que siguieron la estela que la Señora dejaba sobre el pantano de Entrepeñas.