Tarde de expectación y decepción con los diestros Ponce, Castella y Téllez

Fotos: Pepe Riofrío

El segundo día de abono en el Coso de Las Cruces, la denominada ‘Corrida Monstruo’, en la que se lidiaron ocho toros, tampoco llenó la plaza. Tres cuartos largos de plaza y tarde fresca en la que el reto estuvo en que se lidiaron ocho toros, dos de Luis Terrón para lidia de rejones, y seis de Miranda y Moreno para lidia a pie, bien presentados aunque de escaso juego algunos de ellos.

Abrió la tarde Diego Ventura ante un noble astado. Lo recibió de modo magistral y colocando el rejón en alto, cuajó una faena vistosa y vibrante aunque perdió las orejas tras pinchar varias veces al entrar a matar.

En su segundo salió a por todas. Sacó la artillería pesada de su cuadra “Nazarí” y “Dólar”; encandiló al público alcarreño; mató de un rejonazo fulminante y a sus manos fueron a parar los apéndices del toro.

El esperado Enrique Ponce no tuvo suerte con su lote. Le tocó un toro áspero y otro muy venido abajo con el que nada pudo hacer. Con el primero intentó mantener al toro en pie con muletazos a media altura y algún detalle suelto pero hubo silencio en ambos toros para el diestro valenciano.

En cuanto a Sebastián Castella lidió el toro rezagado del encierro, un astado con embestida incierta con el que el diestro galo anduvo. Se pidió la oreja que fue denegada por el presidente y dio una vuelta al ruedo. Luego se topó con el imposible séptimo con el que poco pudo hacer.

Sin embargo, buen nivel fue el que demostraría el joven Ángel Téllez, que realizó una buena faena al toro más manejable de la tarde del que perdió la oreja por el mal uso del descabello.