Turismo activo (y sostenible) en la «España Vaciada»

La «España vaciada» lleva tiempo alzando la voz. Quiere ser escuchada. Desea mostrarse tal y como es. Un territorio que –si bien ha sufrido los rigores de una despoblación galopante– acoge a ciudadanos con gran iniciativa y creatividad. En estas localidades viven profesionales de primer nivel dedicados a diferentes materias. Muchas de ellas vinculadas a oficios liberales, artísticos, educativos, deportivos o medioambientales. Incluso, algunas de sus ocupaciones combinan varias de estas facetas…

Un ejemplo de ello se puede hallar en Ocentejo, una de las puertas del Alto Tajo. Esta localidad –emplazada a pocos kilómetros del «Hundido de Armallones»– es una de las bases de «Natural Mountain», una cooperativa de especialistas en diferentes materias que buscan combinar el disfrute y la divulgación del entorno medioambiental. “Somos un equipo de personas que han unido su profesión al medio natural y a la sostenibilidad. Somos viajeros que acompañan y transmiten su conocimiento y experiencias”, explican.

Esta filosofía se pudo comprobar hace unos días. Varios periodistas y expertos en deportes de montaña tuvimos la posibilidad de hacer una ruta diseñada por la mencionada cooperativa. Fue una caminata de unos 14 kilómetros que –gracias a su recorrido circular– nos permitió conocer algunos de los parajes más impresionantes del Alto Tajo, uno de los parques naturales más extensos e impresionantes de Castilla–La Mancha.

“El punto de inicio y final será el pueblo. Partiremos desde el barranco del «Berrocal», para –a continuación– subir a la meseta, desde donde alcanzaremos la pista que lleva al antiguo «salinero» (almacén de sal). Posteriormente, descenderemos hasta las salinas de «La Inesperada», para seguir recorrido paralelo al Tajo, frente al «Hundido de Armallones», pasando por la «Tormillera» y volviendo a Ocentejo por «Las Rochas»”, indicaban los guías al inicio del esfuerzo senderista.

Durante el recorrido, los asistentes contemplamos impresionantes paisajes y conocimos la diversidad florística, faunística y patrimonial del espacio protegido. Todo ello, gracias a la labor de interpretación de los guías que nos acompañaron durante la propuesta. Fueron explicando cada uno de los detalles con los que nos topamos. Unas aclaraciones que se hicieron posibles gracias a su sapiencia sobre los ecosistemas, la historia y las costumbres del lugar.

Sin embargo, las casi seis horas de ruta dieron para mucho más. Surgieron múltiples conversaciones. Hablamos de naturaleza, turismo sostenible, economía, política o situaciones vinculadas al coronavirus –no podía faltar–. Pero entre los temas estrella se encontraron el desarrollo rural y la «España vaciada». Precisamente, éste último fue uno de los asuntos que Henares Al Día abordó con Israel Cogolludo, divulgador ambiental y uno de los guías que nos acompañaron durante la jornada.

– ¿Cómo puede ayudar el «turismo activo» a la recuperación demográfica de las zonas rurales?

– Esta actividad tiene un impacto directo sobre la economía local y el territorio en el que se asienta –confirmaba Cogolludo.

Dicho experto hizo hincapié en la relevancia de los «negocios kilómetro cero» para el desarrollo de todo el país. Una realidad de la que hemos sido más conscientes durante la pandemia de la COVID–19. “Nos hemos dado cuenta de la importancia de los productos cercanos. Cuando la posibilidad de adquirir servicios y mercancías por todo el mundo se ha visto limitada, valoramos más lo que tenemos a mano”, aseguraba.

De hecho, se han puesto en valor las «actividades económicas de proximidad». Entre ellas, las propuestas turísticas de interior, muchas de las cuales se desarrollan en la «España Vaciada». “Al final, las necesidades básicas [también de ocio] las debemos cubrir, por lo que acabamos buscando las que tenemos más cerca”, aseguran los especialistas.

Así, cada vez hay más alternativas para conocer el interior peninsular. Una posibilidad la brinda, precisamente, «Natural Mountain», que se ha constituido como una cooperativa que ofrece diferentes servicios, tanto en Ocentejo como en otros lugares de Guadalajara. Sin embargo, a lo largo y ancho de la provincia también se pueden distinguir otras muchas ideas de «turismo activo». Unas iniciativas que –al final– generan un importante tejido económico. Y, por tanto, riqueza y empleo en zonas rurales.

“Lo que piden los clientes es naturaleza, seguridad y pasar un día agradable. Quieren disfrutar y dejarse llevar”. Bajo estas premisas, se puede llegar a forjar una «marca Guadalajara» con la que conseguir presencia en el mercado nacional. Existen potencialidades para ello. “En los pueblos se tienen que ofrecer actividades, pero –al mismo tiempo– una serie de servicios hosteleros y de restauración para que la gente pueda disfrutarlos”, enfatiza Cogolludo. En la zona del Alto Tajo ya vienen trabajando desde hace tiempo en ello, y los resultados comienzan a dar sus frutos. Existe una multitud de posibilidades.

Más allá de la economía…
Iniciativas como éstas son muy importantes para la conservación del medio rural, tanto desde el punto de vista económico como medioambiental. Sin embargo, no se puede olvidar otro componente de relevancia. Un establecimiento hostelero también es una fuente de dinamización social. “El bar es muy importante para los pueblos. En estos negocios se crea un espacio de convivencia, en el que la gente se puede reunir y hacer vida”.

Una circunstancia que se puede comprobar en cualquier municipio. El mesón, la taberna o el restaurante se constituyen como una suerte de «centro social» o punto de encuentro de los vecinos. Allí se dan cita para el vermú o para «echar la partida». No solo en Ocentejo. Ocurre lo mismo en otras localidades, como Bustares o Hiendelaencina, ubicadas en la Serranía.

Por tanto, la hostelería y el turismo activo son dos elementos fundamentales para la «España Vaciada», tanto a nivel económico como poblacional. Pero no son los únicos. Hay otras muchas actividades que pueden generar riqueza. La ganadería, la agricultura o las profesiones liberales –que se puedan ejercer a través del teletrabajo– son, asimismo, opciones muy importantes. Sin olvidar, la divulgación de los valores naturales que poseen muchos de estos espacios…

En este sentido, la integración de la educación ambiental en el tejido económico de la «España Vaciada» puede ser muy beneficiosa. Y rentable. “Se trata de algo esencial. Nosotros incluimos el enfoque medioambiental en cualquier actividad que ofrecemos”, señalan desde «Natural Mountain».
– Pero, ¿existe apoyo desde las administraciones a la actividad económica en la «España Vaciada»? En caso afirmativo, ¿en qué consiste?

– Se distinguen algunas ideas, pero no son suficientes –asegura Israel Cogolludo–. En cualquier caso, los proyectos en estos pueblos han de ser muy individuales, muy pequeños.

No se puede generalizar y plantear una iniciativa igual para todas las localidades…
Por ello, habría que «personalizar» las colaboraciones con estos municipios, afinar las ayudas con el fin de adaptarlas a las necesidades del sitio al que se quiere estimular. Sin embargo, “muchas veces los poderes públicos prefieren impulsar un proyecto grande que suene mucho, antes que diseñar iniciativas que atiendan a las características concretas de cada lugar”. De hecho, Cogolludo insiste en que las políticas públicas deben amoldarse –lo máximo posible– a las realidades propias de los espacios.

En cualquier caso, cada vez se observan más iniciativas económicas, culturales, educativas y medioambientales en la «España Vaciada». Incluso, durante la pandemia se ha hablado enormemente de las potencialidades de teletrabajar desde el medio rural. Por ello, se debe seguir apostando por estos territorios. Los poderes públicos no pueden centrarse –exclusivamente– en los grandes espacios urbanos…

Al mismo tiempo, la ciudadanía debe sumergirse en esa parte del país más desconocida. Ha de ser consciente que dicho territorio se constituye como un lugar para visitar e –incluso– vivir. Y, además, hacerlo en sintonía con el entorno natural. Para muestra, el Alto Tajo. “Les invitamos a que sean los protagonistas de la aventura, de la historia. Se van a quedar alucinados con el sitio”, aseguran desde Ocentejo. ¡No te lo pierdas!