En 2019, Pastrana conmemora el 450 aniversario del año más importante de su historia: 1569

Pastrana continua en 2019 la labor que lleva haciendo para reivindicar su historia y su patrimonio, y convertirlos, además, en el mejor reclamo turístico y, consecuentemente, en el motor económico de la localidad.

Fue en 1569 cuando Ruy Gómez de Silva adquirió el Estado de Pastrana mediante compra a Don Gastón de la Cerda. La adquisición se insertaba dentro del plan de engrandecimiento nobiliario que venía desarrollando este personaje, y que pasaba por el acercamiento, y casi identificación del mismo, con el poderoso linaje de los Mendoza.

Ruy Gómez adquirió el Estado territorial de Pastrana, cuando su carrera política había llegado a su máxima cota y su influencia sobre el rey empezaba a declinar. Esta influencia, que se había iniciado cuando Ruy Gómez formaba parte del séquito del Príncipe Felipe en su primer viaje a Europa, se ratifi¬caba con la concesión de un título ducal sobre una amplia base territorial, el Estado de Pastrana.

Obtenido el territorio en 1569, inmediatamente consiguió el título ducal de manos de Felipe II. Le fue concedido por Felipe II, por Real Cédula de 20 de diciembre de 1569, a Don Ruy Gómez de Silva, Señor de la Villa de Pastrana, I Duque de Estremera, Príncipe de Éboli, Príncipe consorte de Mélito, Duque de Francavilla, Clavero de Calatrava, Embajador y Consejero Real.

Como Duque de Pastrana, llevó a cabo una importante obra. A partir de la compra, desplegó una dinámica labor dirigida a convertir sus estados en una auténtica Villa Ducal, a imitación de los prósperos e infl¬uyentes estados italianos, lugares donde había surgido el Renacimiento. Para ello, en un primer momento sentó las bases del desarrollo económico de la villa estableciendo una pujante industria sedera y una importante red de comercialización de estos productos; para la primera trajo maestros flamencos y milaneses e incorporó a la población un importante grupo de moriscos de los expulsados de las Alpujarras. Transformó la iglesia parroquial en Colegiata mediante Bula papal, fundó dos conventos- uno de monjas y otro de frailes-, para lo que mandó llamar a la reformadora Teresa de Jesús, y realizó una profunda trasformación urbanística dirigida a dar salida a las nuevas necesidades de mercado y vivienda, dentro de la cual cabe destacar la construcción de un barrio de traza renacentista destinado a las industrias creadas, primer intento de barrio industrial planificado el urbanismo renacentista español.