Brillantez y devoción en la Semana Santa de Pastrana

Brillantez y devoción en la Semana Santa de Pastrana Pastrana siempre cuida con detalle sus tradiciones. Uno de los momentos del año de especial intensidad, brillantez y solemnidad es el día de Viernes Santo, en el que los fieles, y las hermandades, salen a la calle ataviados con sus trajes distintivos, en el Vía Crucis y posterior procesión del Santo Entierro o del Silencio.

La célebre procesión de la subida al Monte Calvario que domina, con su ermita y sus cipreses, la Villa Ducal, hubo de ser suspendida por la lluvia en la madrugada del viernes. En ella, los anderos portan a hombros la imagen del Jesús de Nazareno, una talla del siglo XVI que se guarda en el Convento de San José, de monjas de clausura. Es, sin lugar a dudas, la que los pastraneros veneran con más fervor. No en vano, la salvaron de la quema durante la Guerra Civil, protegiéndola con sus propias vidas, y escondiéndola en el Ayuntamiento. Lo llevan a hombros, en organizada tradición que data de cientos de años, siempre el mismo grupo de familias.

En la misma tarde de Viernes Santo, a partir de las 20:00 horas, e igualmente con amenaza de lluvia y frío, tenían lugar los oficios de la muerte de Jesús en la Colegiata y, a continuación, la procesión del ‘Santo Entierro’, o del ‘Silencio’, que acompañaron el alcalde de Pastrana, Carlos Largo, y los concejales Daniel Cano y Sergio de la Fuente, como andero, Manuel Alegre y Juan Nadador.

Los hermanos cofrades de la ‘Hermandad del Santo Entierro y de Nuestra Señora de la Soledad’ portaron a hombros las imágenes del Sepulcro y de la Virgen de la Soledad. Esta Hermandad se fundó en Pastrana a finales de los años 40 del siglo pasado. Desde hace más de veinte, el Santo Sepulcro lo llevan a hombros un grupo de ocho pastraneros, que se van alternando y que salen de la Iglesia Colegiata descalzos. El Cristo Yacente se encuentra todo el año en el convento de las Monjas de San José.

A la Virgen de la Soledad la llevan otros tantos cofrades, y descansa todo el año en la Colegiata de Pastrana. Todos los cofrades de la ‘Hermandad del Santo Entierro y de Nuestra Señora de la Soledad’ visten túnica morada, con botonadura y caperuza blancas. A la altura de la boca, este capirote lleva la cruz y el escudo de la Hermandad, que es una corona de espinas. Detrás del Sepulcro procesionan las manolas, de luto riguroso y con mantilla.