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Este viernes, día 27, España será testigo de un eclipse lunar total que será visible a simple vista. En España, el eclipse empieza antes de que salga la Luna. Por eso, y para no perderse la fase de totalidad, hay que buscar la Luna en cuanto ésta empiece a salir por el Este. Ese momento coincide con el momento en que el Sol se pone por el Oeste, pues la Luna está en su fase llena.
La fase penumbral del eclipse comenzará a las 19.14 horas (hora peninsular); la fase parcial lo hará a las 20.24 horas (hora peninsular); y, por último, la fase de totalidad a las 21.30 horas (hora peninsular).
El momento máximo del eclipse tendrá lugar a las 22.21 horas, momento en el que será completamente visible desde cualquier lugar del territorio nacional. La fase de totalidad finalizará a las 23.13 (hora peninsular), mientras que la parcial y penumbral lo harán a las 0:19 y 1:28 (hora peninsular), respectivamente.
Eligir un un lugar desde el que pueda ver el horizonte sin obstáculos, o un lugar algo elevado, para poder ver la Luna desde el primer momento en que salga por el horizonte.
La Luna emergerá en buena parte de España totalmente eclipsada, mostrando un tono rojo muy oscuro. Sólo desde las Islas Baleares y la mitad oriental de la península podría ser posible observar la Luna antes del inicio de la fase total.
Una luna roja en miniatura
No hace falta nada especial para disfrutar de un eclipse lunar, es decir, no es necesario ningún equipamiento especial. El único requisito es que el tiempo acompañe y el cielo esté despejado. Las previsiones indican que será así en gran parte de la península y Baleares. Tan sólo se espera nubosidad importante para esa noche en el norte peninsular. En el Cantábrico y puntos del interior norte se espera que haya nubes de tipo bajo. En las Islas Canarias puede haber algunas nubes bajas al norte del archipiélago, pero en el resto, cielo despejado.
A todo esto hay que sumarle una pequeña curiosidad la famosa luna roja, producto de nuestro satélite totalmente eclipsado por la sombra de la Tierra, será más pequeña que en otras ocasiones, a pesar de que coincide con la fase de luna llena.
Y es que, en esta ocasión, la luna llena va a suceder mientras nuestro satélite está en el punto más lejano de la órbita alrededor de nuestro planeta. En cualquier caso, la diferencia no es apreciable a simple vista. Solo se hará evidente para aquellos que observen el satélite con mucha frecuencia.
