La grandiosidad del Alto Tajo

El Parque Natural del Alto tajo. Cerca de Hundido de Armallones (Foto: Romualdo Pinilla)
El Parque Natural del Alto Tajo. Cerca de Hundido de Armallones (Foto: Romualdo Pinilla)

Sus parajes son impresionantes, grandiosos. Rebosan naturaleza por sus cuatro costados. No tienen parangón. Y no hay que irse muy lejos para disfrutar de ellos. Están en la provincia de Guadalajara. A tan sólo unos minutos de Molina de Aragón. Allí se encuentra uno de los espacios protegidos más espectaculares de España. Se trata del Alto Tajo, un lugar que todo viajero debe visitar –como mínimo– una vez en la vida. El caminante se verá atrapado por sus encantos. Y deseará volver. Querrá acceder todos sus rincones, descubrir cada uno de sus secretos.

Este Parque Natural alcanza las 175.000 hectáreas, distribuidas en más de una cuarentena de municipios. Casi nada. Pero lo más relevante no es su gran tamaño, sino la envergadura de su contenido. “Este área constituye el sistema de hoces fluviales más extenso de la región, en el que una gran diversidad geológica, climática y topográfica, unida a un excelente grado de conservación de los ecosistemas, configuran un espacio de excepcional importancia desde el punto de vista de la biodiversidad y el paisaje”, se asegura en la Ley 1/2000, de 6 de abril, por la que se establecía el mencionado espacio protegido.

Parque Natural del Alto Tajo. (Foto: Turismo CLM/JCCM)
Parque Natural del Alto Tajo. (Foto: Turismo CLM/JCCM)

Precisamente, la geología cuenta con una gran transcendencia en el emplazamiento. Se pueden observar modelajes cársticos, grutas, cañones saltos de agua… “También son importantes los paisaje de paramera”, recuerda José Antonio Lozano, director del Alto Tajo. Sin olvidar las salinas que llevan siglos explotándose en la zona. En definitiva, nos encontramos ante un sinfín de figuras dignas de preservación y conocimiento.

Tal es la riqueza rupícola del Alto Tajo que, en su totalidad, forma parte del Geoparque de Molina. Una vinculación que, además, viene de lejos. “El Geoparque surgió de la confluencia de varias personas. Una de ellas fue Rafael Ruiz, ex director del Parque Natural, que nos dio la primera idea y las nociones iniciales al respecto”, explicaba, Juan Manuel Monasterio, impulsor del proyecto geológico molinés. “Hay muy buena relación entre ambas entidades”, reconoce José Antonio Lozano.

La importancia natural
Por tanto, la riqueza pétrea del Alto Tajo es evidente. Pero dentro de sus límites también se distinguen una gran cantidad de micro hábitats de interés florístico. Más de un centenar. Sin olvidar la fauna, que también tiene una gran importancia en el lugar. Sobre todo las aves rapaces, uno de los buques insignia de la zona protegida. Buitres leonados, águilas de diferentes especies, alimoches o halcones campan a sus anchas por esta parte de Guadalajara. Todo un lujo.

Otro rasgo definitorio del Parque es la existencia de bosque. De mucho bosque. “Un 75% de su superficie está cubierta por masas arboladas”, confirmaban Domingo Gómez y Daniel Rubio. Predomina el pinar –de diferentes especies–. E, incluso, existen sabinares de una gran relevancia.
Una variedad de ecosistemas que es impresionante. Para mantenerla se debe conservar el equilibrio que, desde antaño, ha existido en su seno. “Se trata de una de las zonas mejor conservadas de España, debido no sólo a las fuerzas de la naturaleza, sino a la acción antrópica tradicional”, confirman Gómez y Rubio. Por ello, tras la declaración de Parque Natural, se siguieron permitiendo los usos típicos de la zona, como la apicultura, la micología o a la ganadería extensiva. “Gracias esta última se ha facilitado la existencia de una mayor diversidad”, indica el director del espacio protegido, José Antonio Lozano. “Se debe asegurar una continuidad a los vecinos en la zona, porque ellos han sido los que han mantenido el entorno”, complementa Romualdo Pinilla, presidente del Parque Natural.

Parque Natural del Alto Tajo. (Foto: Turismo CLM/JCCM)
Parque Natural del Alto Tajo. (Foto: Turismo CLM/JCCM)

A vueltas con la caza
Sin embargo, hay otras actividades cuya permisión ha generado bastante polémica. Un ejemplo ha sido la caza. ¿Cómo es posible que en un Parque Natural se toleren iniciativas cinegéticas? Los gestores del espacio restan importancia a esta situación. “La práctica de la caza se lleva realizando desde tiempos remotos y no ha supuesto ninguna merma en la riqueza natural”, asegura el director del Alto Tajo, José Antonio Lozano. “Si se gestiona bien no supone ningún menoscabo a la diversidad del lugar”, añade.

Pero desde Ecologistas en Acción no encuentran la lógica a esta situación. “No sabemos hasta qué punto son compatibles ambas realidades”, critica Fernando Santander, miembro de la organización conservacionista. “Además, cerca de la cuenca del Alto Tajo existen un montón de cotos de caza mayor de carácter intensivo, lo que nos está generando bastante inquietud y enfado, por su proximidad al Parque Natural”, denuncia.

Los defensores de lo cinegético aseguran –para justificarse– que hay una sobreabundancia de especies de caza mayor en los alrededores, como el corzo y el ciervo. Unas argumentaciones que no convencen a los ecologistas, que apuestan por otro tipo de medidas más sostenibles, como los predadores naturales. Así se podría mantener el equilibrio ecológico.

Pero si el de la caza es un asunto polémico, no lo es menos el de la minería cercana al Alto Tajo. Son explotaciones de extracción de caolín, un tipo de arcilla que –debido a la erosión y los arrastres–, alcanza los cursos fluviales, impidiendo la vida en los mismos. “El caolín flota en el agua y le da turbidez, impidiendo que la luz llegue al fondo del río”, explica Fernando Santander. “El Tajo, a veces, baja turbio, y es debido a este tipo de explotaciones”, denuncia.

A pesar de ello, desde el Parque Natural quieren tranquilizar sobre este particular. “Las minas que se encuentran en funcionamiento cuentan con unos sistemas de control de la erosión mucho más desarrollados que antes”, indica el director del Alto Tajo, José Antonio Lozano. Sin embargo, estas medidas se deben reforzar. Ecologistas en Acción propone, por ejemplo, la construcción de diques en las canteras –para evitar los arrastres– o la restauración de las explotaciones que ya no se encuentren en funcionamiento.

Juntas del Hoz Seca y el Tajo, Parque Natural del Alto Tajo. (Foto: Romulado Pinilla)
Juntas del Hoz Seca y el Tajo, Parque Natural del Alto Tajo. (Foto: Romulado Pinilla)

El turismo como alternativa
Pero, a pesar de estos puntos polémicos, los valores naturales, geológicos, etnográficos y culturales del Alto Tajo son indudables. De hecho, se constituyen como un reclamo de gran relevancia. El turismo es una de las grandes apuestas para el lugar. “Es un territorio muy extenso que da para mucho. Serían necesarios entre cuatro y seis días para visitar el Parque entero”, evalúa Romualdo Pinilla.

Actualmente, únicamente hay cálculos aproximados de los visitantes que, anualmente, llegan a este lugar. “El número de turistas sólo los registramos a través de los centros de interpretación”, señala el presidente del espacio protegido. Dichos complejos atendieron la pasada temporada a 16.601 personas. Sin embargo, esta cifra se puede incrementar mucho más, ya que no todos los ciudadanos acuden a los mencionados puntos de información.

En consecuencia, si se tienen en cuenta otros elementos de medición –como las reservas hosteleras– el número de viajeros se multiplica. Los valores geológicos, ecológicos y paisajísticos del Alto Tajo son considerados muy positivamente por la ciudadanía, que se acerca a conocerlos. “Es una de las joyas de la Corona de Guadalajara”, confirma el presidente de la Federación de Turismo de CEOE-Cepyme, Juan Luis Pajares. “En muy poco espacio hay una gran variedad de ecosistemas, muy bien representados y conservados”, corrobora.

Barranco de la Hoz en el Río Gallo. (Foto: Turismo CLM// JCCM)
Barranco de la Hoz en el Río Gallo. (Foto: Turismo CLM// JCCM)

Incluso los municipios incluidos en el Parque Natural se muestran optimistas. El alcalde de Checa, Jesús Alba, también menciona las potencialidades de este espacio protegido. “Se trata de una herramienta que sirve para preservar el rico patrimonio medioambiental existente, y ordenarlo para ser visitado e interpretado. Es un marchamo de calidad”, asevera. Por ello, el regidor señala la necesidad de guiar a los ciudadanos que se acercan hasta la zona. “Los centros de interpretación se constituyen como el enlace fundamental para el visitante”, confirma.

En la actualidad, existen cuatro de estos complejos repartidos por todo el Parque, que comienzan su temporada este sábado, 8 de abril. Se ubican en Zaorejas, Corduente, Checa y Orea. “Son la puerta de entrada al Alto Tajo. Están distribuidos estratégicamente en sus accesos”, confirma Romualdo Pinilla, presidente del espacio protegido.

¿Hay peligro de masificación?
Sin embargo, una fuerte afluencia de visitantes, ¿podría acabar deteriorando los ecosistemas? “Si el turismo se gestiona de forma descontrolada, sin respetar ciertos valores, sí podría haber afecciones negativas”, confirma el director del espacio. “Pero el número de ciudadanos que se acercan actualmente a este espacio no supone ninguna merma en los recursos naturales”, añade. Una opinión que es compartida por Ecologistas en Acción. “El Parque no está sufriendo todavía problemas de saturación. Algo que se debe a la propia configuración del territorio, al poseer una serie de sendas que están poco transitadas”, describe Fernando Santander.

Parque Natural del Alto Tajo. (Foto: Henaresaldia.com)
Parque Natural del Alto Tajo. (Foto: Henaresaldia.com)

Por tanto, no existe una gran presión del turismo sobre el entorno. “Es un espacio tan grande y amplio, y con tanta variedad de recursos, en ningún momento padece masificación. Razón por la cual sigue siendo un destino apetecible”, confirma Juan Luis Pajares, de la CEOE. No obstante, el representante de la patronal aboga por una mejora en las conexiones por carretera. “Hay muchas vías que, si se mejorasen, permitirían un incremento del flujo de visitantes en la zona”, explica.

Una opinión que es compartida por Manuel Granados, presidente de la Asociación de Guías de Guadalajara. “Todos los años electorales oímos que la N-211 se va a desdoblar para mejorar la comunicación de la zona. Pero siempre ocurre lo mismo: se queda en agua de borrajas”, critica.
Pero, a pesar de estas peticiones, los responsables del Parque desean suscribir la Carta Europea de Turismo Sostenible. No quieren diluir el espíritu de conservación del espacio. “Este documento aspira a ser un distintivo que diferencie a las empresas que demuestren haber adoptado buenas prácticas en materia de sostenibilidad”, aseguraba el director provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Santos López.

“Estamos observando una gran ilusión entre los hosteleros sobre este asunto. La Carta puede constituirse como un sello de calidad”, añade Romualdo Pinilla, presidente del espacio protegido.

“El turismo del Alto Tajo ha de ser sostenible. No debe alterar el paisaje, al mismo tiempo que se han de regular las actividades que se realicen en sus límites. En definitiva, queremos disfrutar este espacio, pero deseamos que las generaciones venideras también puedan hacerlo”, afirma Manuel Granado, presidente de la Asociación de Guías de Guadalajara.

Gancheros en el Alto Tajo Parque Natural del Alto Tajo. (Foto: Romulado Pinilla)
Gancheros en el Alto Tajo Parque Natural del Alto Tajo. (Foto: Romulado Pinilla)

Por ello, se busca fomentar un contacto respetuoso con el medio natural, y conservar los valores del Alto Tajo, sus impresionantes paisajes y su biodiversidad sin igual. En definitiva, se ambiciona promover una vinculación ciudadana con el medio ambiente más puro. Y con las costumbres más ancestrales. Entre ellas, la de los gancheros. Su fiesta anual será el 26 de agosto y, en la misma, se homenajeará al escritor José Luis Sampedro. Todo un lujo. Literatura, tradición y naturaleza. ¿Se puede pedir más?.

La ganadería tradicional tiene su museo en Checa

Los Centros de Interpretación dan la bienvenida al visitante del Alto Tajo. Uno de estos complejos se encuentra en Checa, donde se ha diseñado un museo especializado en la ganadería tradicional. Lo atiende Ossian Leyva Briongos, quien no duda en explicar todos los detalles de la exposición permanente.

En ella se reflejan los tres principales tipos de ganadería que existen en la zona: la dula, la trasterminancia y la trashumancia. En la primera variante, el pastor sacaba el rebaño exclusivamente durante el día, para que los animales pastasen alrededor del pueblo. Y cuando caída la noche, devolvía la grey al establo. La trasterminancia es, sin embargo, un tipo de ganadería “un poco más lejana y está asociada a la estacionalidad”, indica Leyva. En verano se trasladaba a los prados de montaña, mientras que en la época fría las reses se bajaban a los valles. Y, en último lugar, la trashumancia se asocia a desplazamientos más largos. “Desde el Tajo se iba hasta el valle de Alcudia. Allí es donde pasaban el invierno”, añade.

Estos tres tipos de pastoreo están representados en el centro de interpretación de Checa. El complejo se encuentra dividido en tres alturas. En el primer piso existe información sobre el Parque Natural, la red de espacios protegidos de Castilla-La Mancha y sobre las tres tipologías de ganadería mencionadas. En la segunda planta se puede recorrer una exposición de elementos relacionados con la actividad que centra el museo. Y, en el tercer nivel, el edificio concluye con una sala de audiovisuales.

 

Bibliografía
GÓMEZ OREA, Domingo, RUBIO BLANCO, Daniel, “Plan de Ordenación de los Recursos Naturales y Desarrollo Sostenible del Alto Tajo”, Observatorio Medioambiental, 3, 2000, pp.: 159-194.