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La central nuclear de Trillo cerró el primer semestre del año con una producción de energía eléctrica de 3.612 gigavatios-hora (GWh) frente a los 3.821 del mismo periodo en 2019, llegando la acumulada desde el inicio de su actividad de la planta en primavera de 1988 de de 259.361 GWh.
Según el documento remitido a los medios por la central, Trillo acumula 12,5 años consecutivos sin paradas automáticas del reactor y aunque la COVID-19 motivó la modificación de las fechas inicialmente previstas para la trigésimo segunda parada de recarga de combustible y mantenimiento general de la planta, se retrasó unos días, prolongándose la misma hasta los 33 días.
El mismo documento contempla que la instalación ha funcionado con “absoluta normalidad” en este primer semestre, sin registrarse ningún incidente significativo que haya afectado a la seguridad nuclear y la protección radiológica.
La pandemia ha motivado igualmente la suspensión de la celebración de la rueda de prensa tradicional para informar sobre el funcionamiento de la instalación, un periodo en el que debido a la pandemia ha habido que reforzar las medidas de seguridad y prevención con el fin de minimizar el riesgo de contagio y asegurar la ejecución de los trabajos.
Se han mantenido también los máximos niveles de prevención frente a la accidentabilidad, la protección radiológica y la seguridad nuclear. De hecho, para minimizar el personal en planta organizaron distintos turnos y horarios de trabajo.
Desde el inicio de la pandemia originada por la COVID 19, las centrales nucleares Almaraz-Trillo (CNAT) ha adoptado una serie de medidas adicionales las establecidas por las autoridades sanitarias y las Administraciones Públicas y en línea con las implantadas por otras centrales nucleares europeas, todo ello con el fin de proteger la salud de las personas que trabajan en sus instalaciones y la de sus entornos familiares.
