Más de 500 voluntarios hicieron posible que Trillo lograra el Récord Guinness con un lazo de 5.620 m2 sobre las Tetas de Viana

Más de 500 voluntarios y voluntarias consiguieron desplegar ayer sobre las Tetas de Viana, en la pedanía de Viana de Mondéjar, en el término municipal de Trillo, el lazo rosa solidario más grande del mundo que, con exactamente 5.620 metros cuadrados de superficie, ha batido el último Récord Guinness conseguido en Dubai (Emiratos Árabes). La hazaña, que la juez de Guinness desplazada a Trillo, Sheila Mella Suárez, certificaba en torno a las 14.30 horas de este sábado 8 de octubre, ha sido el final feliz y emotivo de una jornada cargada de nervios, tensión, esfuerzo, algún sobresalto, diversión y un enorme ambiente creado por el espíritu positivo y la energía de organizadores y voluntarios, totalmente entregados a la causa desde el inicio de este proyecto.

Con la colocación del lazo rosa solidario más grande del mundo sobre las Tetas de Viana, el Ayuntamiento de Trillo, promotor del proyecto Tetas de Viana por la Vida, y el equipo creativo y organizador, formado por Laura Domínguez, Fernando Toquero y Mario González, junto a todos los que han formado parte de este hito, han logrado sus principales objetivos: dar visibilidad al trabajo de investigación y detección precoz del cáncer de mama y dar a conocer estos dos bellos cerros gemelos de la Alcarria como destino de deporte, salud y naturaleza.

“Gracias a todos los que estáis aquí; ha sido posible gracias a todos”. Eran emocionadas las palabras que Laura Domínguez pronunciaba justo antes de dar voz a Sheila Mella, una vez tomadas las medidas y con su veredicto ya anotado en la libreta. “Os puedo decir que, desde el cielo, el lazo parece un lazo, que es importante”, comenzaba diciendo Mella, levantando los aplausos y vítores del público congregado en torno al punto geodésico sobre las Tetas de Viana. “El lazo no mide la superficie que esperabais”, continuaba la juez, aportando tensión al momento, “pero con un total de 5.620 metros cuadrados…”. Ahí terminaba el discurso de la gallega, que era interrumpida por los gritos alegres de los presentes, que celebraban ya la consecución del récord, a sabiendas de que el lazo rosa de Dubai no había alcanzado siquiera los 5.000 metros cuadrados (4.896). Con una amplia sonrisa, Sheila Mella Suárez hacía entrega de la placa conmemorativa del Récord Guinness al alcalde Jorge Peña, mientras los organizadores se fundían en un abrazo y el público celebraba el triunfo.

Terminaba así un periplo iniciado más de un año antes, cuando Laura Domínguez y su equipo proponían la idea a los concejales del equipo de Gobierno en el Ayuntamiento de Trillo -Mayte Blanco, Eduardo Cernuda, Paco Moreno, Hugo Pérez y el alcalde, Jorge Peña-, que inmediatamente la recogían como propia y la aceptaban, poniéndose a trabajar en común. Han sido muchos meses de trabajo organizativo y logístico, muchas semanas de costura el pasado verano y, finalmente, toda una jornada para colocar el gran lazo rosa solidario sobre la solapa de las Tetas de Viana, sobre el pecho de la bella comarca de la Alcarria.

Una jornada que comenzaba temprano
La jornada arrancaba muy temprano, pues Protección Civil, Guardia Civil y el equipo organizador, con Jorge Peña, alcalde de Trillo, a la cabeza, comenzaban las tareas de logística a las 7.00 de la mañana, antes incluso de que el sol llegara a lucir en Viana de Mondéjar. Los voluntarios, divididos en equipos e identificados con lazos de colores según su cometido, empezaban a llegar a la pedanía trillana, donde les aguardaba un desayuno, pasadas las 8.30 horas. Minutos antes, los más de 5.500 metros cuadrados de tela rosa partían en tractor desde Viana de Mondéjar hasta el collado entre las dos Tetas de Viana, donde esperarían a los voluntarios que, horas después, transportarían la tela hasta la cima del cerro accesible.

En estricto cumplimiento del horario fijado para realizar cada una de las tareas, los equipos de voluntarios fueron subiendo a pie los más de tres kilómetros que separan el pueblo de Viana de Mondéjar de la base de las Tetas de Viana para, una vez allí, comenzar a portar la tela, todavía enrollada, hasta la cima de una de ellas, realizando una vistosa cadena humana y no sin obstáculos, pues el terreno en este último tramo es escarpado, con rocas y con una última y complicada escalera vertical.

Una vez los tres rollos de tela rosa sobre la cima -la altitud de las Tetas de Viana alcanza los 1.144 metros-, cada uno de ellos se fue extendiendo sobre la superficie perimetrada y marcada por piquetas y cinta para comenzar la última y complicada tarea: unir los tres grandes trozos de tela. Para ello, un equipo de más de 40 costureras se empleó a fondo para completar la labor en un tiempo récord, cumpliendo su cometido de forma brillante y dentro del planning y el horario establecido.

Así, pasadas las 14.30 horas, el lazo quedaba expuesto y colocado, y era la juez de Guinness World Records, Sheila Mella, quien, acompañada del topógrafo, Luis Toquero, tomaba medidas y comprobaba que el lazo se asemejara exactamente a un lazo de conciencia gracias a las imágenes aéreas tomadas con drones.

“Si había que hacer un lazo gigante, se trataba de conseguir un récord Guinness”
Apenas una hora antes, pasadas las 13.00 horas, tenía lugar un sencillo acto en el que tomaban la palabra el alcalde de Trillo, Jorge Peña, la creativa del proyecto, Laura Domínguez, y las doctoras ginecólogas Carmen de Juan y Mercedes Herrero, que estuvieron acompañados y apoyados, además, por la presidenta de la Asociación Contra el Cáncer de Guadalajara, Carmen Heredia; el delegado provincial de Desarrollo Sostenible, José Luis Tenorio; la diputada regional y alcaldesa de Canredondo, Carmen Gil; el concejal de Turismo y Comercio del Ayuntamiento de Guadalajara, José Luis Parlorio; el secretario general del PP en Guadalajara, Alfonso Esteban; y la portavoz del PP en Guadalajara, María Patricio.

La doctora Carmen de Juan, radióloga y coordinadora de la Unidad Central de Lectura para la detección precoz del cáncer de mama de la Unidad Central de Radiodiagnóstico de la Comunidad de Madrid, apeló directamente a lo importante de la consecución del Récord Guinness. “Este lazo, que realmente se llama lazo de la conciencia, tiene esa misión fundamental, aparte de aparecer en todos los medios, que es concienciar a las mujeres de que su vida depende de lo pronto que detecten su cáncer”.

Laura Domínguez, por su parte, recordó cómo se originó la idea del proyecto Tetas de Viana por la Vida. “La pauta nos la dio Camilo José Cela, que pasó en su itinerario por aquí en 1946 (…). Junto con otras amigas, Gracia Iglesias, que está por aquí, Sara Domínguez también, y Natividad Díaz, que nos está viendo, seguro, hicimos el Viaje a la Alcarria en 2014 y, al pasar por aquí, pensamos que éste era un monumento natural maravilloso para contarle al mundo algo poético positivo relacionado con las tetas, en positivo sobre el cáncer de mama, en el sentido de que con la detección precoz hay un altísimo porcentaje de cura”, detalló la diseñadora guadalajareña. “Hablémosle al mundo de unas tetas que, si este pequeño lazo va a juego con nuestra escala, nuestro cuerpo, si las tetas son gigantes, hagamos un lazo gigante. Y si había que hacer un lazo gigante, se trataba de conseguir un récord Guinness”, detalló Domínguez, antes de dar la palabra a Jorge Peña.

Por su parte, el alcalde de Trillo reconocía no haber encontrado lugar mejor, “con este nombre, Tetas de Viana, para poder poner un lazo, un lazo de estas características a favor de la lucha contra el cáncer de mama, por el monumento natural que es, por el entorno que tenemos y la naturaleza, pues todo ello beneficia a nuestra salud”. Peña reconocía que el trabajo hasta llegar al día 8 de octubre “ha sido muy laborioso, porque llevamos un año y medio prácticamente volcados con el tema y ha llevado trabajos de topografía, mediciones, coordinar a toda esta gente que veis aquí… La verdad es que ha sido un trabajo que ha costado, pero aquí están los frutos y yo creo que ha quedado fenomenal”, terminaba Peña, muy orgulloso y feliz por el récord conseguido y, sobre todo, por su función de dar visibilidad y concienciar sobre la importancia de detectar de forma precoz el cáncer de mama.