El pregón en los Enebrales da paso a las fiestas en Tamajón

Juan Antonio de las Heras pregonó las fiestas de Tamajón
Juan Antonio de las Heras pregonó las fiestas de Tamajón

Después de una Semana Cultural que Tamajón ha vivido intensamente, a las doce de la noche, cuando el viernes se convertía en sábado, tenía lugar el pregón, que pronunciaba el senador Juan Antonio de las Heras, en una Ermita de la Virgen de los Enebrales abarrotada para la ocasión.

La fiesta de Tamajón tiene mucho que ver con la devoción tamajonera por ‘La Serrana’. Así, a partir de las once de la noche, cientos de vecinos salían del pueblo con linternas, como manda la tradición, para recorrer andando los casi dos kilómetros que separan el casco urbano de la Ermita. La asistencia de público mostraba que  las fiestas de Tamajón nacen verdaderamente de la noche del pregón en la Ermita, destacando el hecho de ser pregonadas en una Ermita, lugar sagrado, situado además en un paraje mágico.

El alcalde de Tamajón hizo público que, por acuerdo unánime de la Junta rectora de la Hermandad, se ha nombrado a los Gaiteros Mirasierra, que llevan dos décadas poniéndole la banda sonora a las celebraciones más entrañables de la villa como Socios de Honor.

Y ya en el pregón, el senador calificó de “honor” la oportunidad que le concedía el pueblo de Tamajón. En un primer inciso, De Las Heras destacó la generosidad, la entrega, la dedicación y la solidaridad que se dan en los concejales y alcaldes de pueblos pequeños, con pocos recursos y habitantes, que se convierten en hombres y mujeres para todo y a cambio de muy poco, o prácticamente de nada. “No están liberados, no perciben ni tan siquiera una pequeña compensación económica por su dedicación a los problemas de sus convecinos, incluso a veces sólo reciben críticas y reproches. Por eso, para todos ellos y, especialmente para Eugenio Esteban y sus concejales, enhorabuena por vuestro esfuerzo y dedicación”, dijo.

Se refirió después el pregonero a Ortega y Gasset, quien en sus ‘Notas de andar y ver por tierras de Castilla’, decía que “cuando llegue la liquidación de los tiempos, no habrá oro en este mundo para pagar a las buenas gentes de las serranías pobres de Guadalajara y de Soria”, “algo que viene perfectamente al hilo de mi anterior comentario”, siguió.

Y, por último, recitó el pregonero unos versos del gran poeta, Jesús García Perdices, extraídos de su libro dedicado a la Virgen de los Enebrales, que empiezan: “Tu ermita es apeadero, camino del Ocejón; cuando la ve, el montañero, siempre reza una oración. A veces dicha plegaria, sin palabras se musita. Es sencilla y solitaria, como también es tu ermita”. De las Heras terminó el pregón con los vivas a la Virgen de los Enebrales y a Tamajón.