Vuelven los vaquillones a Villares de Jadraque

La población serrana recupera el 26 de febrero, uno de los Carnavales más tradicionales de la provincia

A los pies del Alto Rey, se sitúa la población de Villares de Jadraque, que disfrutó antaño con la riqueza minera del entorno de Hiendelaencina, al tiempo que de la celebración de una de las fiestas de invierno más tradicionales, en la que se enlazan los ritos de juventud, con las celebraciones pastoriles a través de sus más que conocidos Vaquillones.

Como ya quedó reseñado en las “101 cosas que hacer en Guadalajara”, en torno a esta más que centenaria tradición: “Los vaquillones de Villares son, en realidad, una expresión de la fiesta de botargas de Guadalajara, siendo una de las más activas y “agresivas” de la provincia. Los zorramangos se asemejan, como explica el etnólogo José Ramón López de los Mozos, a espantapájaros o vaquillones alocados que actúan por su cuenta durante la fiesta. Merece la pena descubrir el conjunto de tradiciones que forman el legado cultural en torno al carnaval en Guadalajara, y en el que sobresale con personalidad propia la fiesta de los Vaquillones y Zorramangos en Villares de Jadraque”.

Un carnaval Cultural
El Ayuntamiento y la organización de los Carnavales de Villares de Jadraque, tras la obligada suspensión del pasado año, ha querido dar a este una especial nota cultural. La celebración, el próximo sábado día 26, contará con toda una serie de actividades atrayentes para los visitantes, dentro de las normas que marcan las medidas sanitarias actuales. Iniciándose con la inauguración, a las 11 de la mañana, con una exposición fotográfica que bajo el título de “Los paisajes de Villares de Jadraque” y “Los Vaquillones en Imágenes”, contarán con obras de los fotógrafos Vicente J. Acedo y Santiago Somolinos.

Ha introducido este año el municipio el reconocimiento a algunas de las personas que se han ido distinguido en la promoción o estudio del pueblo y sus Vaquillones, con el nombramiento de “Vaquillón del Año”, que ha recaído en el presente 2022 en el escritor serrano, y colaborador de Henares al Día, Tomás Gismera Velasco, quien recibirá su nombramiento tras la inauguración de la jornada.

Tras el acto, a las 11,45, tendrá lugar un acto cultural con la presentación de dos obras centradas de alguna manera en Villares de Jadraque. Se trata de la novela “Te daré gusanos de seda”, con orígenes en Villares, y de la que es autor el escritor José Ignacio Llorente Olier; y el estudio en el que se recoge la historia de Villares de Jadraque y sus Vaquillones, del que es autor el propio Gismera Velasco.

La fiesta popular
La primera salida de los Vaquillones está prevista para la una del mediodía, en que recorrerán calles y entorno del municipio, llevando a cabo sus consabidas carreras ante el asombro de los visitantes.

En fiesta que fue declarada de Interés Turístico Provincial y que se ha unido en el presente año a la Declaración de Bien Inmaterial, junto a las Botargas de Guadalajara. El llamativo vestuario de los Vaquillones adquiere, en su propio entorno, un aliciente especial, destacando entre la arquitectura de pizarra negra del municipio: “Van ataviados de una llamativa indumentaria en la que destacan las amugas que portan en sus hombros y unas angarillas de madera. La parte delantera del atuendo se remata con cuernos de vaca, mientras en la parte trasera llevan colgando numerosos cencerros. Además, portan unas capas rojas y ocultan su rostro tras una máscara de arpillera, con un roto para los ojos. La indumentaria se completa con un sombrero de paja, pantalones de pana y albarcas. Estas dos últimas prendas habitualmente se intercambian entre los participantes para no ser reconocidos por sus vecinos. Por último, también se valen de un silbato o chiflo, fabricado de vejiga de cerdo, que emplean para comunicarse entre sí sin ser reconocidos.

Tras la fiesta, a las 14, 30, ofrecerá el Ayuntamiento y Asociación a los visitantes, en el edificio Polivalente, las tradicionales migas serranas que podrán degustar cuantos se acerquen a conocer esta ya más que ancestral fiesta, que estará amenizada por la música de la dulzaina.