
Si hubo un escritor e historiador que en los primeros años delsiglo XX traspasó las fronteras provinciales, y casi las nacionales, no fue otro que don Antonio Pareja Serrada, un hombre cuyo tesón no conoció límites, y que dedicó la práctica totalidad de su vida a la escritura, y al estudio, desde que viese la luz en Brihuega, en 1842, hasta que rindió cuentas a la existencia, en Madrid, en 1924. Poco menos de ochenta años, dedicados a contar historias.
Inició su carrera literaria en la década de 1860, se hizo popular en la de 1880 y alcanzó el cénit de la gloria en la de 1910.
Muchos años después de su fallecimiento, cuando su recuerdo apenas quedaba plasmado en una decena de placas que daban nombre a los homenajes que recibió en vida, otro entusiasta de Guadalajara, José Sanz y Díaz, escribía: “Ahí está su labor callada, modesta, eficaz, en las hojas volanderas de los periódicos desde que comenzó sus tareas por el año 1865 en “Los sucesos” y “La Soberanía Nacional”, de Madrid (1867-1870), pasando por “El Debate”, del que llegó a ser redactor jefe por el 1880; “La Voz Pública”, “El Guerrillero Agrícola”, “Marte Cómico”, “El Partido Nacional”, “El Boletín de Faros”, “La Moderna España”, “El Caminero”, “El Boletín del Sobrestante”, “Nuevo Mundo”, “Por esos Mundos”, hasta llegar a “El Briocense”, de Brihuega, en el que dejó lo mejor y más concreto de sus trabajos alcarreñistas”.

El Briocense fue el periódico de don Antonio, que fundó y dirigió con un ramillete de entusiastas amigos de aquella insigne villa, quizá, una delas que más cultura ha aportado a la provincia, muy a pesar de que muchos de sus naturales tuvieran que salir de la patria chica, como don Antonio, a buscarse las habichuelas lejos del lugar natal, con la idea siempre de regresar.
Se convirtió, desde sus primeros años en Madrid, en periodista de prestigio e historiador de mérito, autor de decenas de cuentos con raíz histórica; recopilando al tiempo las leyendas, históricas también de la tierra de Guadalajara; dejando entre los escaparates de las librerías una gran colección de obras, no pocas relacionadas con Guadalajara: Brihuega y su partido; Diplomática Arriacense o uno de los empeños que más le motivaron: “La razón de un centenario” que, dedicado a recordar los hechos de la Batalla de Villaviciosa de 1710, llevó a su localidad natal a la flor y nata de la literatura, la historia, la política o el ejército.
Sus méritos fueron reconocidos, provincialmente, con el nombramiento de Cronista provincial, al fallecimiento de su familiar, antecesor en el cargo, don Juan-Catalina García López, cargo que desempeñaría hasta su fallecimiento, siendo entonces sustituido por otro de los grandes personajes provinciales, Manuel Serrano Sanz.

Alternó don Antonio su trabajo en las aulas, se licenció en Filosofía y Letras y paseo su saber por varios institutos, con sus aportaciones literarias en la prensa, que le hicieron igualmente acreedor a las medallas al Mérito, a la Beneficencia, e incluso a obtener un asiento, como correspondiente por Guadalajara, en la Real Academia de la Historia.
Se despidió el mundo en Madrid, el 4 de septiembre de 1924, y, a partir de aquí, se convirtió en una referencia para quienes estudiaron el pasado provincial.
Antonio Pareja Serrada, periodista, escritor e historiador, nació en Brihuega, (Guadalajara), en 1842; falleció en Madrid, el 4 de septiembre de 1924.

Escritor e historiador, es autor de numerosos trabajos biográficos sobre personajes históricos de Guadalajara. Es igualmente un autor de referencia en torno a la Serranía.