Bienestar Social licita el nuevo contrato del Servicio Público de Teleasistencia

El Gobierno de Castilla-La Mancha ha sacado a licitación el nuevo contrato del Servicio Público de Teleasistencia por 54,2 millones de euros con una duración inicial de cuatro años, hasta 2028, y con la posibilidad de ser prorrogado por otra anualidad.

Así lo ha anunciado el viceconsejero de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia, Javier Pérez.

El Portal de Contratación de Castilla-La Mancha recoge los detalles de la licitación de este contrato al que las empresas interesadas podrán presentar sus ofertas hasta el 8 de septiembre.

“Con esta licitación se hace realidad uno de los compromisos del presidente García-Page en el Debate de Investidura de incorporar 5.000 nuevos beneficiarios anualmente en los próximos años y poder rebasar los 20.000 beneficiarios a futuro” ha afirmado Pérez, quien ha cifrado en 67.000 beneficiarios los que actualmente disfrutan del servicio en la región, “lo que supone un 30 por ciento más de los que se tenían hace apenas cuatro años y la idea es poder estar en torno de los 90.000, incluso poder llegar a 93.000 en el horizonte del año 2028”.

Novedades en la nueva licitación del servicio de Teleasistencia
Javier Pérez ha afirmado que el Ejecutivo regional hace una apuesta clara por la teleasistencia de calidad, universal y gratuita en la región. Entre las principales novedades que incluye el nuevo contrato, destaca la implantación de la teleasistencia avanzada “que se va a establecer en tres niveles de atención en función de las necesidades de los usuarios”. También se va a avanzar en la digitalización de los terminales con el objetivo de pasar del 18 por ciento actual al 95 por ciento de terminales digitales “mucho más fiables que nos permitirán incorporar nuevas prestaciones a futuro”.

Además, ha señalado el viceconsejero, “también se van a incrementar en 1.200 los terminales de geolocalización, que nos van a permitir el seguimiento de las personas mayores y con dependencia no solamente en su domicilio, sino también fuera de él, así como la incorporación de 1.000 dispositivos de seguimiento de las alteraciones en los hábitos de las personas mayores en el domicilio”, lo que facilitará detectar y prevenir situaciones de riesgo.

Junto a estas novedades también se incrementarán los dispositivos de tecnología avanzada como detectores de fuego, gas y humo, caídas y movimiento y se incorporarán nuevos programas de envejecimiento activo y participación, de atención a situaciones de soledad no deseada, prevención del deterioro cognitivo, formación de cuidadores y un programa de detección de posibles malos tratos a personas mayores.