Bustares recibió a los Reyes Magos

La Serranía de Guadalajara ha celebrado la Navidad por todo lo alto. Numerosos municipios de esta comarca –la más septentrional de la provincia– han vivido intensamente cada uno de los hitos festivos acaecidos estas fechas. El último, el arribo de los Reyes. Sus Majestades de Oriente han llegado a todos y cada uno de los pueblos de la zona. Y, en algunos casos, se han celebrado cabalgatas. Entre las más conocidas, las de Sigüenza y de Atienza. Sin embargo, no han sido las únicas…

Bustares se ha constituido como uno de los pueblos en los que –también– se han dejado ver los tres monarcas. De hecho, hicieron acto de presencia en el lugar durante la mañana del pasado lunes, 6 de enero. Melchor, Gaspar y Baltasar desembarcaron en la localidad en torno al mediodía. Lo hicieron acompañados de tres de sus pajes, que les ayudaban a acarrear los regalos destinados a los vecinos de la población, emplazada en las faldas del Alto Rey.

Una vez en las calles bustareñas, los de Oriente pusieron rumbo hacia la iglesia parroquial de San Lorenzo. Se trata de un templo construido en el siglo XIII y que, aún hoy, conserva varios elementos patrimoniales de relevancia. “Su portada se aleja de la humildad de los conjuntos populares para presentar una estructura inserta perfectamente en el estilo románico”, aseguran Tomás Nieto y Esther Alegre en «Guía de la Arquitectura Negra de Guadalajara». “Sobre el muro de poniente del complejo se levanta la espadaña, estructura original románica de dos cuerpos y dos huecos para campanas, posteriormente sobreelevada y rematada con campanil y pináculos”, añaden.

Ya en el interior del santuario, las tres figuras regias –y sus respectivos ayudantes– escucharon la misa de Epifanía, dirigida por el párroco de la localidad. A los oficios también acudieron algunos ciudadanos de Bustares, entre los cuales había niños, que se mostraron muy expectantes ante la llegada de los Magos. Sin duda, se trataba del gran acontecimiento de las Navidades para ellos. Pero, también, para muchos de los adultos que les acompañaban…

Este interés provocó que el momento más esperado de la jornada tuviera lugar tras la finalización de los oficios. Una vez concluida la ceremonia, Sus Majestades salieron a la puerta de la iglesia. Se aposentaron mirando hacia la plaza Mayor. Allí, rodeados por decenas de bustareños, comenzaron a repartir regalos a todos los asistentes. Los iban llamando uno a uno. Y, gracias a la pericia de sus pajes, la totalidad de los congregados pudieron disfrutar de uno –o varios– detalles.

El acto concluyó pasada la una y media de la tarde, momento en el que los monarcas y sus colaboradores emprendieron el regreso a su tierra. Un caminar que estuvo acompañado por el repicar de las campanas y por la algarabía de los más pequeños. Tras la marcha de Sus Altezas, los vecinos de Bustares disfrutaron de los regalos y, muchos de ellos, aprovecharon para acudir al tradicional vermú que, cada fin de semana, se realiza en este municipio serrano.

Bibliografía:
Nieto Taberné, Tomás y Alegre Carvajal, Esther. Guía de la Arquitectura Negra de Guadalajara. Guadalajara: 1998, AACHE ediciones.