Cabanillas se echó a la calle para disfrutar de una Cabalgata de Reyes llena de color y animación

Melchor, Gaspar y Baltasar a su llegada a Cabanillas
Melchor, Gaspar y Baltasar a su llegada a Cabanillas

Cientos de personas respondieron a la llamada de la ilusión y la fantasía y salieron a las calles de Cabanillas del Campo este jueves para recibir a los Reyes Magos, y disfrutar de una Cabalgata llena de animación. Fue un desfile concurrido, divertido y colorista, que arrancó a las 6 y media de la tarde de la calle Juan Rhodes, a la altura de la Casa de la Cultura, y que a lo largo de una hora se desplazó por el centro histórico hasta llegar a la Plaza del Pueblo y culminar en el Ayuntamiento.

La comitiva se abría con el grupo de Batukada de la Escuela Municipal de Música de Cabanillas, que impuso al desfile el frenético ritmo de los tambores y los bombos. A continuación aparecía una comparsa de animación con disfraces de fantasía. Estaba compuesta por media docena de personas muy llamativamente ataviadas, entre las que había zancudos, hadas, acróbatas, malabaristas con fuego y equilibristas con velocípedo, que iban contagiando de ilusión a mayores y pequeños, al tiempo que abrían paso a las carrozas -un total de seis-, entre las que estaban las de los tres Reyes Magos.

La primera carroza vestía elementos de decoración navideña, y estaba precedida por un carro lleno de regalos. La segunda, organizada por las Ampas de la localidad, era la “Carroza de los Cuentos”, adornada con motivos de la Literatura Infantil. Y luego aparecieron las tres carrozas reales: la de Melchor, llena de motivos de la película “Frozen”; la de Gaspar, basada en la película “Los Minions”; y la de Baltasar, configurada con un castillo rosa de fantasía.

La comitiva real paró, como es tradición en Cabanillas, en la plaza de la Iglesia, para proceder a adorar al Niño Jesús en el Belén Viviente que monta en la fachada del templo la Asociación Cultural San Blas. Tras entregar en el portal el oro, el incienso y la mirra, los Reyes Magos y el resto de la Cabalgata se encaminaron hacia el Ayuntamiento por la calle Benalaque.

Una vez en la Plaza del Pueblo, Sus Majestades los Reyes Magos salieron al balcón del Ayuntamiento a saludar a la multitud, al tiempo que una gran traca anunciaba su llegada. Fue el Rey Gaspar el encargado de leer el saludo real: “Nos gusta mucho venir a Cabanillas del Campo, y siempre lo hacemos cargados de ilusión. Llevamos más de 2.000 años haciendo este viaje desde Oriente a Occidente, recorriendo Asia y Europa hasta llegar a España para traer un mensaje universal y eterno: los niños sois la esperanza del mundo”, dijo el rey mago en su alocución. “Queremos pediros solidaridad y recuerdo para los demás. Son tiempos difíciles en la tierra de la que venimos. Las cosas no han mejorado mucho en Oriente en el último año, y estamos muy preocupados por miles de niños como vosotros, que viven en países donde no hay libertad, donde hay guerra, donde la gente sufre, se mata, y llora día y noche. Por eso os pedimos que tengáis un recuerdo para ellos. Y que valoréis la suerte que tenéis de vivir aquí, con vuestras familias, que os quieren y os cuidan, con vuestros amigos y amigas, con los que jugar, crecer y divertirse. Y con profesores y profesoras que se encargan de vuestra educación con tanto cariño”, dijo también Gaspar.

Mil raciones de roscón

Tras despedirse de los más pequeños recordándoles la importancia de irse pronto a dormir esta noche para poder recibir los regalos pedidos en sus cartas, los asistentes a la Cabalgata pudieron disfrutar del chocolate caliente y el roscón de reyes preparado para la ocasión por las voluntarias de la Asociación de Mujeres La Campiña. Repartieron más de un millar de raciones a lo largo de más de una hora.

Finalmente, cabe reseñar que mientras se producía el reparto de la merienda, los Reyes Magos aún estuvieron un buen rato recibiendo en el vestíbulo del Ayuntamiento, sentados en tres sillones.

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