Castilla-La Mancha autoriza la macrogranja porcina de Luzón dentro de la zona protegida ‘Red ‘Natura 2000’

La Junta asegura que el proyecto cumple con “las medidas ambientales” y que ejercerá un impacto “moderado” sobre el entorno

Esta iniciativa de ganadería intensiva, que cuenta con el respaldo del Ayuntamiento, supone la cría de 2.000 cabezas de cerdo y un consumo anual de 7.283 m3 de agua

Criadero intensivo de cerdos. //Foto: Henares al Día

El Gobierno de Castilla-La Mancha dio luz verde al proyecto para instalar una macrogranja porcina de 2.000 cabezas de cebo en el municipio de Luzón, situado al norte de la provincia. Así se refleja en la resolución de la Dirección Provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Guadalajara publicada en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha el pasado 19 de abril con la que se aprobó el Estudio de Impacto Ambiental presentado por la sociedad ganadera, Granja Porcina Aleju.

Desde el departamento que encabeza Santos López Tabernero, director provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural del Gobierno regional en Guadalajara, se resuelve que el proyecto de “explotación porcina para la recría de reproductoras con capacidad para 2.000 plazas en el término municipal de Luzón no necesita someterse a una Evaluación de Impacto Ambiental Ordinaria por estimarse que no tiene efectos significativos en el medio ambiente, siempre que se cumplan las medidas ambientales y de seguimiento que propone el promotor y los requisitos ambientales que se desprenden del presente informe de impacto ambiental”.

Ahora, una vez superado el requisito de la evaluación ambiental, la puesta en marcha de esta explotación ganadera depende de que el Ayuntamiento de Luzón, favorable al proyecto desde su inicio, conceda la licencia de actividad. Además, la Confederación Hidrográfica del Tajo será el organismo responsable de valorar si la explotación del acuífero y el agua subterránea de los que se abastecerá la granja son compatibles con la normativa vigente y, especialmente, con el Plan Hidrológico del Tajo.

El proyecto, registrado el pasado 9 de noviembre por el promotor en la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, contempla la construcción de una instalación industrial que acogerá 2.000 crías de porcino y, que se ubicará dentro de la Zona de Especial Protección, la ZEPA de las Parameras de Maranchón, la Hoz del Mesa y Sierra de Aragoncillo. Sin embargo desde la Junta de Castilla-La Mancha sostienen que la actividad de la macrogranja es “compatible con el Plan de Gestión de este espacio natural, razón por la que consideran que es una “actividad autorizable”.

Terrenos donde se planea instalar la granja porcina de Luzón, a dos kilómetros de esta localidad. //Foto: Henares al Día

El dictamen medioambiental admite solo que la ejecución de la macrogranja en Luzón encontrará “un impacto moderado”, especialmente, durante la fase de construcción: “molestias a fauna por producción de ruidos y polvo, eliminación de vegetación natural, alteración de la capa superficial del suelo por movimiento de tierras, generación de residuos, contaminación atmosférica por partículas en suspensión y gases de combustión y peligro de vertidos”.

La existencia de este proyecto ganadero despertó un gran rechazo social desde que se hizo público, a principios de año. De hecho, la proliferación de esta industria animal intensiva en la provincia durante los últimos años ha desembocado en el nacimiento de la plataforma ciudadana Stop Macrogranjas comarca Molina de Aragón. Un movimiento que aglutina a cerca de una treintena de municipios de esta zona en contra de estos criaderos porcinos y a favor de un desarrollo rural sostenible con el medioambiente y que no perjudique la actividad turística, los dos fuentes de riqueza principales del territorio molinés.

Los miembros de esta plataforma ya advirtieron durante la reunión informativa celebrada en Semana Santa en la localidad de Maranchón, que la activación de esta macrogranja significaría un espaldarazo para otros proyectos semejantes que se pretenden implantar en otros municipios de la zona de Molina de Aragón, en concreto, en Castellar de la Muela, Tordelpalo o Poveda de la Sierra.

Por su parte, Alberto Mayor, portavoz de Ecologistas en Acción, reclamó al Gobierno regional “un cambio de actitud”, afirmando que “en lugar de incentivar estas granjas intensivas, debe destinar fondos a otras actividades más sostenibles, que creen tejido social y productivo y no contaminen el medio rural”. Desde esta organización ecologista, estiman que la macrogranja de Luzón emitirá 9.000 kilogramos de metano a la atmósfera, 5.000 kilogramos de amoníaco y 40 kilos de nitrógeno al año. El consumo eléctrico alcanzará los 18.000 KW, mientras que el suministro necesario de pienso será de 1.400 toneladas y alrededor de un 5% de los animales morirán cada año.

Según recoge el ‘Plan Productivo’ del proyecto, la instalación de la macrogranja de Luzón se distribuirá en dos naves situadas a más de dos kilómetros de la población. Con una superficie cercana a los 1.794 metros cuadrados, estas naves contarán con espacio suficiente para albergar dos millares de cerdos y una balsa vallada e impermeabilizada para almacenar los purines de 2.430 metros cúbicos; además de un depósito de agua con capacidad para 265 metros cúbicos procedente de un pozo de captación y un pequeño edificio de 30 metros cuadrado con funciones de vestuario, oficina y almacén.

El ritmo de producción alcanzará las 2,5 crianzas al año, por lo que la población total de animales que pasarán por la explotación se duplicará hasta los 5.000 cerdos al año. Con respecto al consumo de agua, éste será de 7.280 metros cúbicos de agua anuales, (5.824 metros cúbicos para consumo de los animales y 1.456 metros cúbicos para limpieza de las instalaciones)