Darío Santos pregona las fiestas patronales de Tamajón

El profesor de Tamajón, Darío Santos, dio anoche el pregón de las fiestas de Tamajón. Siempre tiene lugar en la Ermita de la Virgen de los Enebrales, dando paso con él a un largo fin de semana en el Umbral del Ocejón, que se prolongará hasta el próximo lunes, día del final de las fiestas.

Prologaron al profesor leonés, la presidenta de la refundada en 2016 Hermandad de la Virgen de los Enebrales, Elvira Gamo, y el alcalde de Tamajón, Eugenio Esteban. La presidenta anunció que la Hermandad ha distinguido en 2018 al Ayuntamiento de Tamajón como Hermano de Honor. Recogió la placa el alcalde de la villa.

Esteban recordó que la distinción de la Hermandad es para “todos y cada uno de los concejales de la Corporación que me han acompañado en los 28 años que llevo como alcalde”. El regidor igualmente afirmó que se debería continuar la tarea de mejora de la Ermita. “Si antes se habían reparado la torre y el atrio, mejorado la pavimentación, reparado la verja y adecentado la sacristía, deberíamos continuar ahora con la mejora del acceso y señalización del aparcamiento, la restauración de la cubierta del atrio para devolverla a su estado original y con otros trabajos de carácter artístico y ornamental como el retablo, y aun otros más de accesibilidad, como los necesarios para la adecuación de la escalera o el piso del coro”.

El pregón de Darío Santos empezó citando unos bellos versos del poeta alcarreño Jesús García Perdices, dedicados a La Serrana, que dicen: “Serranilla; montaraz, brava y sencilla; como una amapola en flor; toda la luz de Castilla; se quiebra en la maravilla; de esa mirada que brilla, como un lucero de amor. María, Tú bendices la hidalguía; del pueblo de Tamajón. Y recibes, madre mía; esa corona bravía; que te ofrece cada día; la cumbre del Ocejón”.

Contó a continuación el pregonero, la historia y la leyenda de La Serrana. Corrían los últimos años del siglo XII, o principios del XIII y terminó con un poema adaptado a la Virgen de los Enebrales, de un poeta leonés, su tierra, que termina así: “¡Serrana!, ¡Virgencita nuestra de Enebrales!; reina y madre del pueblo serrano, muéstranos a Jesús vivo y glorioso; para que nos lleve siempre de su mano”, antes de dar los correspondientes vivas a Tamajón y sus fiestas y por supuesto, a la patrona de Tamajón.

Después del pregón, las peñas del pueblo y algunos particulares, hicieron su correspondiente ofrenda floral, a la Virgen de los Enebrales, y los agalloneros que lo desearon besaron el manto de la patrona. La ceremonia terminó con la el canto del himno a la Virgen de los Enebrales. VER HIMNO A partir de la una de la madrugada, comenzaba la fiesta de Tamajón, con la actuación del grupo Cover Band.