Declarada de Interés Turístico Provincial en 2012, la Fiesta del Corpus la organiza la Hermandad del Santísimo Sacramento, la más antigua de la villa
En una mañana de sol, y, afortunadamente sin viento ni lluvia ni un calor excesivo, Almonacid de Zorita ha celebrado, brillantemente, el Día del Corpus Christi, una fiesta que, desde el año 2012, lo es de Interés Turístico Provincial.
Un año más, los vecinos, agrupados por barrios, se han unido para alfombrar las calles del pueblo, en un recorrido de cerca de dos kilómetros, que une los diferentes altares que, tradicionalmente, siempre se habían preparado en el pueblo.
La alfombra de colores con la que Almonacid de Zorita subraya esta celebración, une ocho altares del Corpus. Cada uno incluye una serie de elementos, siempre los mismos, pero nunca ordenados ni decorados de la misma manera. Costumbre inmemorial es que, bajo esos altares, los almorcileños elaborasen decoraciones hechas con pétalos de rosas, césped recién cortado, posos de café, e incluso cáscara de huevo, para aportar cromatismo y belleza a los diseños.
Los altares están situados siempre en los mismos lugares, en las calles de Cervantes; Mayor, a la altura del Centro de Mayores; San Sebastián; de nuevo Mayor, en el cruce con la calle Virgen de la Luz y Gobernador; Plaza del Coso, dos en la calle del Trinquete y el último, frente a la Ermita de la Virgen de la Luz. La decoración y montaje de este altar es un privilegio que se reserva al hermano mayor de la Hermandad del Santísimo Sacramento, que es la que organiza la fiesta. Este año es José Parra.
Pero conseguir cerrar el recorrido de las alfombras, no es tarea fácil. El Ayuntamiento de Almonacid colabora todos los años con los barrios, adquiriendo, y poniendo a su disposición, cerca de tres toneladas de serrín y las hormigoneras con las que se tiñe de colores, así como el tinte que se utiliza para ello. Con todo ello, los barrios pueden crear su paleta de colores de cada año. Los dos dias previos, no para la actividad en Almonacid. Mucho antes de empezar, los barrios ya han decidido cómo van a ser los patrones de esas alfombras. Igualmente, los varían cada año. Y, para ejecutarlos, utilizan unas plantillas de corcho, que luego van rellenando con el serrín.
Viernes y sábado son los días en los que los vecinos se turnan para teñir el serrín. Y en la madrugada del domingo del Corpus, después de un café, los almorcileños se ponen manos a la obra, a partir de las seis de la mañana, en algunos barrios, incluso antes.
Poco antes de las doce de la mañana, la hora de comienzo de la misa, todas las calles por las que discurre la procesión, ya estaban unidas por la bellísima alfombra de colores.
La misa la amenizó musicalmente el coro de la parroquia de Almonacid. Un grupo musical, venido de Navalcarnero, engalanó musicalmente con sus notas de sus el recorrido.
Con salida y llegada en la Ermita de la Virgen de la Luz, la procesión fue haciendo parada, uno a uno, en los altares, todos con el corazón de Jesús como protagonista.
La procesión los recorrió uno a uno, y, después de una oración, pronunciada por Javier García Toledano, los diez niños que han hecho la comunión este año, arrojaban pétalos de rosas blancas y rojas en el altar y sobre la custodia, mientras los vecinos de cada barrio, observaban orgullosos.
La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Almonacid, Lydia López, agradecía su trabajo a todos los almonacileños. “Es un día precioso, en el que se pone de manifiesto la colaboración entre los vecinos, la parroquia y el Ayuntamiento, para mantener una de las tradiciones más bonitas de Almonacid”.