El castillo de Cogolludo sale a la venta por medio millón de euros

Hace unas horas saltaba la noticia. Un conocido portal inmobiliario publicaba un anuncio en el que se promocionaba de la venta de una fortaleza. Más concretamente, la de Cogolludo. Ni más ni menos. Y el precio de salida era de medio millón de euros. Según la información que aparecía en la web, se podrían adquirir “dos parcelas colindantes”. Por un lado, la relativa a la fortaleza, que se habría “recalificado como urbana, con uso de vivienda o terciario. La edificabilidad estaría en torno a los 1.800 metros cuadrados”.

Y, por otro lado, también se vendería la «Parcela 950», que poseería una superficie de 37.567 metros cuadrados, y cuyo uso, al menos en la parte que se encuentra próxima al castillo, también podría estar destinada a uso terciario. Por todo ello, el vendedor ha ofertado un precio inicial para los dos terrenos de 500.000 euros, lo que supone un valor de 385 euros el metro cuadrado.

Al conocer la noticia, desde Henares Al Día nos pusimos en contacto con la agencia encargada de la venta. Primero fue una llamada telefónica, en la que nos pidieron más documentación sobre “nuestras intenciones” con el artículo, así como una serie de preguntas que harían llegar al propietario. Así lo hicimos. Planteamos una terna de cuatro cuestiones, como “¿Cuándo puso en venta el complejo?”, “¿Por qué?”, “¿Ya ha habido personas interesadas?” o “¿Desde cuándo es dueño del castillo?”.

Sin embargo, a las pocas horas, desde la mencionada empresa de intermediación nos daban las gracias por “nuestro contacto”, pero nos confirmaban que al dueño de la fortaleza “no le interesaba” participar en el artículo. No quería dar explicaciones. En consecuencia, nos dirigimos al Ayuntamiento de Cogolludo. Conseguimos hablar con su alcalde, Juan Alfonso Fraguas Tabernero, quien se mostró sorprendido de que este intento de venta hubiera transcendido a los medios de comunicación.

Durante la conversación, el regidor aseguraba que el mencionado monumento lleva siendo privado desde hace “muchos años”, pero que no sabía la fecha exacta. Además, aseguraba que conocían al propietario, pero que no podían decir su nombre, debido a la protección de datos. E, incluso, nos confirmó que desde el Consistorio ya sabían que la fortaleza se podía comprar.

Esto fue el lunes, 17 de enero, a la hora de comer. Y un poco más tarde, a primera hora del martes, día 18, desde el Consistorio enviaban un comunicado oficial a todos los medios de comunicación. En el mismo se indicaba que “los vecinos de la villa han descubierto, con sorpresa, en los últimos días, como las ruinas castillo están a la venta a través de un portal inmobiliario en internet. El municipio de Cogolludo podría plantearse su adquisición, a un precio razonable”.

Según la mencionada nota de prensa, la institución local estaría interesada en hacerse con el complejo y recuperarlo para sus habitantes, “siempre y cuando el precio de venta se adecuara a los recursos disponibles”. Actualmente, “la cifra que podría ofrecer la administración está muy lejos de la cantidad que actualmente pide su dueño”, aseguraban.

“En caso de comprar el castillo, un edificio que lleva en ruinas 210 años, lo primero que habría que hacer es una excavación y una consolidación, necesitando, para ello, una fuerte inversión. Pero serían necesarias dichas actuaciones. La primera se orientaría en conocer en profundidad el edificio y su origen, mientras que la segunda iría orientada a la preservación de los vestigios que aún se conservan, así como para evitar peligros de derrumbe y, por supuesto, salvaguardar la integridad de las personas, que es lo más importante”, afirma Juan Alfonso Fraguas, alcalde de la villa, en el comunicado remitido a la prensa.

La fortaleza
El castillo de Cogolludo era de planta pentagonal. Además, poseía torres cilíndricas en sus ángulos, todas ellas en bastante mal estado de conservación. E, incluso, con elementos prácticamente desaparecidos. “Existe, además, una atalaya hueca cuadrada, conocida como «torre de la campana», origen de la fortaleza en el siglo IX”, aseguran los investigadores.

El edificio “se alza todavía, aunque en lastimosa ruina, al norte de la población, en su más alta eminencia”, explicaba el cronista provincial de Guadalajara, Antonio Herrera Casado, en su libro «Guía de Campo de los castillos de Guadalajara». “Consta de un recinto central de altos y fuertes muros, con cubos cilíndricos en las esquinas, todo ello desmochado en gran parte”. Además, “en su derredor había un patio de ronda y otra muralla, circuyéndose esta por foso, lo que le daba un auténtico valor estratégico y defensivo”.

En cuanto a la historia del lugar, el monumento “ha sido interpretado como un primitivo reducto árabe, incluso destinado a ribbat de oración”, explica Herrera Casado. Posteriormente, tras la conquista castellana, fue entregado –hacia 1176– a la Orden de Calatrava, “que inmediatamente cercó la villa con imponentes murallas y mejoró la fortaleza”.

La mencionada fortaleza fue destruida parcialmente durante la Guerra de la Independencia. Más concretamente, en 1810, quedando como luce en la actualidad. “En 1949, todos los castillos de España fueron declarados Bien de Interés Cultural (BIC), siendo protegidos por esta figura”, confirman desde el Consistorio. “No obstante, muchos de ellos pasaron a manos privadas y, como tal, sus propietarios cuentan con la posibilidad de ponerlos a la venta”. Justo lo que ha sucedido en Cogolludo…

Bibliografía.
HERRERA CASADO, Antonio. «Guía de campo de los castillos de Guadalajara». Guadalajara: AACHE Ediciones, 2000.