El «circulismo» se acomoda en Guadalajara

La cultura sigue bullendo en la capital provincial. Casi todos los días se puede acudir a una multiplicidad de alternativas. No hay tregua. Y para muestra, «Rizando el rizo», un conjunto de trabajos de Quique Burgos que se instalarán en el espacio expositivo del Teatro–Auditorio «Antonio Buero Vallejo», entre el 11 y el 28 de octubre de 2022. Esta propuesta –organizada por la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento arriacense– acogerá una treintena de obras del mencionado autor, a las que se añadirán otras siete, que se colocarán en una vitrina colocada exprofeso para el evento. “La referida selección supone un paso más en la evolución de mi personal forma dibujar con bolígrafos”, explica el creador. La totalidad de estas composiciones se circunscriben dentro del «Circulismo».

Pero, ¿en qué consiste dicha tendencia pictórica? “Desde muy joven fui desarrollando –poco a poco– esta técnica, cada vez más elaborada, que –con sus tonalidades grises y negras iniciales– me ofrecía nuevas texturas”, confirma el artista caracense. “Después de escuchar muchas veces que lo que yo hacía era «puntillismo», acabé por denominarla «circulismo»”. Una definición con la que Burgos se encuentra mucho más cómodo…

En relación a la temática de los dibujos, “suelo partir de manchas o formas aleatorias, en las que imagino otras posibles figuras”, añadiendo “trazos y líneas que van sugiriendo más posibilidades de interpretación”. Es como si la obra fuera adquiriendo su “propia vida”. En definitiva, “lo que hago son círculos que se van mezclando entre ellos, desde diferentes posiciones”. Por ello, el mencionado creador prefirió el término de «circulismo» para referirse a su manera de trabajar.

Quique Burgos reconoce que disfruta de este proceso creativo. “Van apareciendo formas diversas, algunas veces humanas, otras animalescas, e –incluso– paisajísticas”, aunque siempre “interpretadas de una forma muy personal”. En otras ocasiones, en cambio, el modelaje es –primordialmente– geométrico”. En definitiva, el autor se entrega a la libertad creativa. Además, el título de cada composición es elegido por el creador al final del proceso, una vez concluida la composición, “tras haberla contemplado durante muchas horas desde las cuatro posiciones posibles”. Eso sí, sin dejar de atender a la originalidad de sus composiciones.

La historia del proceso creativo
Al inicio, cuando era niño, el responsable de «Rizando el rizo» comenzó a probar diversas fórmulas junto a su hermano –Antonio Burgos–, que iban desde los lápices a las acuarelas, pasando por las ceras o el óleo. “Pero hubo un momento que comencé a hacer cosas con bolígrafo, y poco a poco me fui centrando en ello”, asegura el cabeza visible de «Rizando el rizo».

Inicialmente, este pintor sólo empleaba el color negro, pero –con el paso del tiempo– también utilizó el rojo, el verde y el azul. Gracias a ello, conseguía una mayor gama cromática. “Las nuevas coloraciones supusieron, para mí, una explosión de nuevas posibilidades expresivas”. Pero sus ansias de innovación no finalizaron aquí, e inició la experimentación con nuevos materiales, como lacas y disolventes, que le facilitaron el descubrimiento de nuevas texturas, así como la consecución de una segunda revolución de color en las obras. “Últimamente, me he servido –incluso– de rotuladores”, explica, aunque sin abandonar –en ningún momento– los bolígrafos.

Además, siempre matiza sus diseños con “los «micro–rizos» de punta fina”, a la vez que ha ido incrementando su paleta de color, para enriquecer sus composiciones. En este sentido, “considero que la interpretación de los dibujos es muy personal, por lo que espero es que los ciudadanos que los contemplen reciban distintas sensaciones y se sientan libres para elegir su propio título de la obra”, concluye Quique Burgos.

El buen hacer de este artista ha sido reconocido en múltiples ocasiones. De hecho, ha sido condecorado con diversos galardones a lo largo de su trayectoria. Entre ellos, el tercer premio de dibujo en el Certamen Nacional Juvenil (Salamanca, 1975); el primer premio de dibujo en el Certamen Juvenil de Arte (Guadalajara, 1965, 1971 1974, 1975); el primer premio de dibujo en el Concurso Nacional de Universidades Laborales (Toledo, 1973); el primer premio de pintura en el Certamen Juvenil de Arte (Guadalajara, 1972); el segundo premio de Pintura al Aire Libre (Guadalajara, 1970); o el primer premio de Acuarela en el Certamen de Pintura al Aire Libre (Guadalajara, 1969).

«Rizando el rizo» no es la primera exposición que Burgos ha realizado en la provincia. Ya ha montado casi una decena de veces en la capital –en diferentes espacios–, a las que se añaden las dos ocasiones que ha dado a conocer su trabajo en Cabanillas del Campo. Pero, ahora, se presentarán sus últimas composiciones en el Teatro–Auditorio Antonio Buero Vallejo de Guadalajara, entre el 11 y el 28 de octubre de 2022. El horario será de 19.00 a 21.00 horas, de martes a viernes, excepto festivos y días de función. ¡No te lo pierdas!