Emotiva y concurrida vigésimo tercera ‘Pasión Trillana’

trillo270316Una magnífica mañana de primavera recibió ayer la vigesimotercera ‘Pasión Trillana’. El astro respetó la ilusión con la que un nutrido grupo de lugareños -son en torno a medio centenar los que participan cada año desde hace veintidós- escenifican los últimos días de Cristo. Muy puntual, al filo de las once de la mañana, comenzaba la representación de los juicios contra Jesús en la Iglesia de la Asunción, que estaba prácticamente llena.

Los veteranos estuvieron todos sobresalientes, como Ernesto Lorenzo (Jesucristo), que soporta sobre sus hombros, figurada y físicamente, la ‘Pasión’; como Juan Alberto Moreno (Poncio Pilatos), Valentín Gutiérrez (Herodes), Antonio Sancho, Miguel Angel Batanero (Simón Cirineo) o el más veterano de todos, Emilio Bachiller, que sigue encarnando con maestría a Simón Pedro.

Una vez salió condenado Cristo, daba comienzo el Vía Crucis y sus catorce estaciones. La adaptación de los evangelios para la ‘Pasión Trillana’ es obra del párroco local, Santiago Jiménez.

Cada estación es un diálogo entre Jesús y el participante correspondiente, excepto la duodécima, en la que hay un monólogo. En la cuarta, la Virgen María sale al encuentro de su hijo, que camina con la cruz, camino de la muerte. Tiene lugar en mitad de la calle de San Blas. En el rostro de la trillana se vislumbra la emoción y el sentimiento con el que cada año vive este momento.

El Vía Crucis llegaba a la Ermita de San Roque y a Las Tres Cruces con unas nubes ligeras que apenas velaban el sol. Después de la representación del diálogo entre los crucificados y de la muerte de Cristo, María cogió a su hijo en sus brazos, abrazándolo con un cariño infinito.

Desde la Ermita de San Roque, los fieles levantaron a hombros el Santo Sepulcro para bajarlo, por la calle de Enmedio, de vuelta a San Blas y a la Iglesia de Trillo.