En Alustante exigen cobertura en telefonía e internet

Repetidor de telefonía móvil
Repetidor de telefonía móvil

La Asociación Cultural Hontanar de Alustante (Guadalajara) -un pueblo con 165 vecinos-, ha recogido casi 1.000 firmas desde que este verano iniciara esta campaña de protesta por la casi nula cobertura de telefonía móvil y de Internet en este pueblo de Molina de Aragón.

Alustante es uno de los 2.682 pueblos españoles que no disponen de acceso a Internet a un mínimo de diez megas y casi seguro que los vecinos de este pueblo pertenecen al grupo de los 600.000 hogares que, según datos del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, no pueden navegar ni a dos megas, y que han de andar de acá para allá buscando un lugar en el pueblo desde el que poder recibir o enviar un whatsapp.

No hace falta que el Ministerio de energía nos confirme si somos uno de esos 2.682 pueblos, uno de esos 600.000 hogares; este verano, y la mayor parte del año, cada una de las personas que hemos querido hacer uso de este servicio -en igualdad de condiciones con respecto al resto de municipios de nuestro país y en igualdad de condiciones con respecto al resto de hogares españoles que disponen de un acceso a internet más o menos decente-, hemos comprobado que no, que nosotros no podemos hacer uso de las pomposamente denominadas “autopistas de la información” y que no podemos conciliar nuestros deseos de estar en nuestro pueblo con los de estar conectados al resto del mundo y poder acceder, en igualdad de condiciones, al mundo laboral, cultural, social.. al que puede acceder la inmensa mayoría de los ciudadanos de nuestro país.

Las personas que vivimos o trabajamos en Alustante pagamos nuestros impuestos y los servicios que contratamos igual que la práctica totalidad de ciudadanos de este país; sin embargo, el trato dispensado por los operadores de comunicación que actúan en este territorio ha sido de total desprecio hacia los usuarios que han contratado sus servicios. No hemos podido hacer, con regularidad, uso del servicio municipal, tampoco de las redes abiertas, ni de casualidad del servicio contratado en nuestras terminales y, para colmo, nos ha sido imposible contratar una nueva línea de internet en nuestras casas porque en nuestro pueblo ya se ha alcanzado el límite de líneas que nos corresponde; con las concedidas nos tenemos que conformar, el resto de los vecinos no tiene derecho a más.

A este cúmulo de desatenciones por parte de las operadoras de telecomunicaciones, a nuestro pueblo se le añade también la cuestión administrativa. Por si a alguien se le ha olvidado, Alustante pertenece a la provincia de Guadalajara que, a su vez, forma parte de la comunidad autónoma de Castilla La Mancha; sin embargo, en cuanto a comunicaciones, nuestro pueblo está asociado a la provincia de Teruel, que como se supone que todo el mundo conoce, pertenece a Aragón. Entre los pueblos de nuestro entorno no hay ninguno en estas circunstancias, no hay ninguno que, entre otros servicios, tenga unas condiciones tan pésimas en cuanto a comunicación se refiere. Estamos en tierra de nadie. ¿Qué administración nos va a dar cobijo y se va a interesar porque mejore la calidad del servicio de internet en nuestro pueblo, la de Castilla La Mancha, la de Aragón?

Parece ser que uno de los objetivos de la Unión Europea es que todos los ciudadanos de la Unión tengamos acceso a una velocidad de 30 megas en 2020,; pero mientras tanto, los alustantinos y alustantinas, estamos fuera de las llamadas “autopistas de la información” sin alcanzar ni por asomo un servicio mínimo de diez megas para estar conectad@s con el mundo.
Este es el objetivo de las casi 1.000 firmas recogidas hasta ahora y que hemos hecho llegar a la Consejería de Economía, Empresa y Empleo de la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, al Gobierno de Aragón, a la operadora Movistar y a la operadora eléctrica Unión de Fenosa.

En Alustante no nos resignamos y no nos vamos a conformar con que esta situación se perpetúe en el tiempo. Demandamos de las entidades responsables una inmediata solución a este problema antes de continuar con otras acciones de protesta que las pongan más en evidencia acerca de la pésima atención que prestan a ciertos ciudadanos.