Gárgoles necesita “desesperadamente” ayuda para pagar el arreglo de su ermita

Ermita La Soledad de Gárgoles. Fotos del Grupo de Patrimonio de Gárgoles
Ermita La Soledad de Gárgoles. Fotos del Grupo de Patrimonio de Gárgoles

La situación del patrimonio histórico siempre es motivo de preocupación para la ciudadanía. No en vano, los monumentos hablan de nuestro pasado y aportan riqueza cultural, turística y económica a los municipios. Una serie de circunstancias de las que son conscientes en Gárgoles de Abajo, una localidad guadalajareña emplazada entre Cifuentes y Trillo. Allí, los vecinos se han organizado para dar a conocer la situación del arreglo del tejado de la ermita de la Soledad, un monumento que sufrió graves daños durante la borrasca Filomena, acaecida en enero del 2021.

A partir de ese fenómeno, se tuvieron que realizar varias intervenciones, como retejar las cubiertas. Incluso, se abordaron varias actuaciones que “no se hicieron correctamente” de forma previa, explica una de las portavoces del Grupo de Patrimonio de Gárgoles de Abajo. “Había apuntalamientos de vigas que tenían como punto de apoyo la cúpula del oratorio”. Una circunstancia que no es habitual –ni recomendada–, ya que la estructura del complejo puede verse dañada. Por ello, se plantearon una serie de trabajos, con el fin de mantener en buenas condiciones al monumento. Sin embargo, ahora, una vez realizadas estas labores, se tiene que hacer frente a parte de los gastos.

“Rogamos a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y a la Diputación que nos reciban nuevamente y que cooperen para resolver la deuda de 30.000€ que tenemos, correspondiente al 44,78% del importe total que ha costado salvar la ermita de la Soledad del hundimiento y que aún falta por abonar”, explican desde Grupo de Patrimonio de la localidad. Lo mismo le transmiten al Ayuntamiento de Cifuentes, al cual pertenece la mencionada Entidad de Ámbito Territorial Inferior al Municipio (EATIM), solicitando “una colaboración económica”. E, incluso, han pedido al Consistorio de la EATIM de Gárgoles que “reconsideren la aportación que hicieron”, para poder incrementarla.

Todo ello, con el fin de afrontar esos 30.000 euros, que solicitan “desesperadamente”. Gracias a dicha cantidad, se saldaría la deuda que se mantiene con los profesionales responsables de la rehabilitación del monumento. “Esperamos como «agua de mayo» las reuniones con la Junta de Comunidades y la Diputación, así como recibir una respuesta positiva y definitiva por su parte. De esta manera, se podría cerrar el proyecto”, destacan desde el Grupo de Patrimonio de la localidad. El total de las actuaciones ascienden hasta los 67.000 euros, frente a los 27.000 iniciales. Un montante que ha incrementado debido a las deficiencias existentes en el monumento, que se han ido descubriendo según se avanzaba en las obras.

Desde el Ayuntamiento de Gárgoles ya se han abonado 3.000 euros, mientras que desde la Diputación se concedió en 2022 una subvención de 12.000 euros, aunque se tuvo que devolver 6.000 al no estar finalizadas las actuaciones el pasado 31 de diciembre. A esto se unen las donaciones de los particulares y lo recaudado durante las actividades impulsadas por el Grupo de Patrimonio. Estos esfuerzos han permitido sufragar 37.000 euros, lo que supone un poco más de la mitad del presupuesto. Sin embargo, ahora falta abonar el resto.

El Grupo de Acción Local–Fadeta todavía no han colaborado, mientras que la Junta de Comunidades de Castilla–La Mancha se comprometió a dar una ayuda, pero debido a la vorágine electoral acaecida en 2023, las buenas palabras regionales todavía no se han concretado. Sin embargo, y gracias a las gestiones que está realizando el alcalde cifontino, Marco Antonio Campos Sanchís, desde Gárgoles de Abajo tienen la esperanza de que les reciban las diferentes instituciones, para exponerles el problema.

Los vecinos de la localidad confían en un empuje final y, así, tener la oportunidad de terminar de pagar la obra. Y, si fuera posible, también contar con la suficiente capacidad fiduciaria para pintar el interior del edificio y arreglar el dintel de entrada al cementerio, anexo a la fachada de la ermita, en peligro de derrumbe. “Las zonas rurales en extrema despoblación de la Alcarria necesitan que se apoyen éste y otros proyectos para tener la oportunidad de subsistir y de mantener su patrimonio en buenas condiciones”, explican desde la referida población arriacense. Igualmente, invitan a la colaboración de personas y empresas con el mismo fin.

Proceso rehabilitación ermita La Soledad de Gárgoles. Fotos del Grupo de Patrimonio de Gárgoles

La ciudadanía muestra su compromiso social
Sin embargo, desde Gárgoles de Abajo son conscientes que la conservación de su patrimonio es un trabajo de todos. Por ello, los habitantes del lugar también han querido echar una mano. “Además de la ayuda indispensable de las Instituciones públicas con las que venimos hablando desde el año pasado, la agrupación y vecinos de la localidad están organizando diversos eventos que contribuirán a mitigar el endeudamiento y, de esta forma, salvar el patrimonio local”, explican desde la mencionada población.

Agosto ha sido el mes elegido para la programación del grueso de las mencionadas propuestas. Entre las mismas, se distinguirán rifas, una carrera solidaria de ocho kilómetros –en la que se combinarán el senderismo y la marcha–, campeonatos de bolos, rastrillos, la subasta de un cuadro, vermús solidarios, la venta de la lotería de Navidad o una charla divulgativa sobre el oratorio –en la que intervendrán un historiador especializado en la materia y el responsable de las obras de rehabilitación del monumento–, entre otras ideas. Todo ello, “con el fin de recaudar donativos e ir pagando el arreglo de la ermita, edificio emblemático de la localidad”, señalan desde el Grupo de Patrimonio del municipio.

En este contexto, es destacable “la labor de los albañiles y del párroco, admirables en la ejecución de la obra y en la solución de los problemas derivados de la misma”, subrayan los involucrados en la rehabilitación. De la misma forma, ponen de manifiesto “el temple con el que siguieron su labor cuando los materiales de construcción triplicaban en su costo y había que tomar la decisión de parar o continuar con las actuaciones”.

Unas obras que no sólo están permitiendo rescatar la grandiosidad de la ermita. También se han hallado algunos vestigios que multiplicarán el realce del monumento. “Con motivo de la restauración se han descubierto unas «caritas» en los contrafuertes delanteros de la ermita”, enfatizan los responsables de las actuaciones. Un descubrimiento que, sin duda, enaltece el legado patrimonial de la localidad.

El origen de todo
La ermita de la Soledad se trata de un oratorio del siglo XVII emplazado en “el levante del caserío, en la parte superior del pueblo y junto al cementerio”, explica Ángel de Juan, en su libro «Ermitas de Guadalajara (un paseo por la historia)». Se trata de “un edificio de planta cuadrada, alto y esbelto”. El acceso al interior se realiza mediante una doble puerta con arco, en el que se distinguen detalles clásicos. “Sobre las entradas hay una hornacina, que se encuentra vacía”.

En el interior del monumento, destaca una cúpula, en la que se distinguen una serie de adornos en la parte superior, así como una semicúpula, que es donde se encuentra el altar. De igual forma, el visitante tiene la oportunidad de deleitarse con diversos ejemplos de arte sacro. Entre ellos, una talla de la virgen titular del santuario, así como varios pasos de Semana Santa, como un Cristo Yacente o un Nazareno, confirma Ángel de Juan. Una riqueza a la que –actualmente– se unen nuevos elementos, como las «caritas» descubiertas en los contrafuertes delanteros de la ermita. “Habría que investigar qué es lo que representan, pero cuando mejor se distinguen es al final del día, durante el atardecer”, describen desde el Grupo de Patrimonio. ¡Todo un lujo!

El mencionado santuario ha tenido un papel muy relevante en la comarca a lo largo de varios episodios históricos. Por ejemplo, durante la pandemia de gripe española de inicios del siglo XX, ya que este lugar era donde se recibía a los enfermos. Además, a lo largo de la Guerra Civil, acaecida entre 1936 y 1939, la zona tuvo un impacto reseñable, ya que por la misma pasaron figuras tan importantes para España como Dolores Ibárruri –La Pasionaria– y Juan Negrín, quien fuera presidente del gobierno entre el 17 de mayo de 1937 y el 31 de marzo de 1939.

Ante esta situación, “la aviación nacional pasaba dos veces al día por el lugar, razón por la cual los vecinos tenían que ir a las cuevas de la localidad para refugiarse” de los bombardeos y salvar sus vidas. En este contexto, el oratorio de La Soledad fue utilizado como cocina para los soldados que acudían a Abánades a guerrear. Allí, en el frente, permanecían una semana, mientras que durante el siguiente periodo de siete días llegaban a Gárgoles para descansar. Y podían comer gracias a los platos que se guisaban en el santuario de La Soledad…

Por tanto, nos encontramos ante un ejemplo monumental que habla de la historia de este municipio –en particular– y de la Alcarria –en general–. Por ello, nuestro deber es protegerlo y rehabilitarlo, para que las generaciones venideras también puedan disfrutarlo. De esta forma, las administraciones públicas –Junta Comunidades, Diputación Provincial y los ayuntamientos cifontino y gargoleño– se han de «poner las pilas» y colaborar con la financiación de la rehabilitación de este monumento. Al fin y al cabo, el patrimonio histórico habla de nuestro pasado y nos ayuda para afrontar mejor el futuro…

Bibliografía:
DE JUAN–GARCÍA AGUADO, Ángel. «Ermitas de Guadalajara: un paseo por la historia». Guadalajara: Editorial del autor, 1997.