Gentes de Guadalajara… en la memoria

Sin más títulos que los de la amistad con su Director, quien esto firma fue invitado hace ya unos cuantos años a colaborar con este digital, heredero de una larga trayectoria vital, como periódico de los de toda la vida, que, adaptado a los nuevos tiempos, se subió a las redes invisibles que llegan a todas partes a través de un ordenador, un teléfono en el bolsillo y un satélite que oscila sobre nuestras cabezas.

La proposición a tener un espacio entre sus páginas fue escribir sobre “gentes de Guadalajara”, de esta provincia de la Castilla eterna que tantas gentes ha dado a la historia, la literatura, el arte…, la cultura en general de una tierra por la que en ocasiones pasaron de puntillas y quedó su obra desapercibida.

Desde la primera entrada, dedicada al que sin duda fue “el nombre de la Guadalajara del siglo XX”, Francisco Layna Serrano, hasta la última, dedicada a quien no cabe duda a quien esto escribe que fue el germen del empeño literario del amigo, José de Juan García Ruiz, han pasado por estas “Gentes de Guadalajara”, cerca de cien personajes, en cerca de cien meses.

Por aquí Layna Serrano, el historiador; y Lino Bueno, el picapedrero que se hizo una casa dentro de una roca; un comunero universal, Juan Bravo, o un no menos universal aviador, Mariano Barberán; un poeta como José Antonio Ochaíta, u otros como Benjamín Arbeteta o Jorge Moya; pintores de la talla de Casto Plasencia o Alejo Vera, o Fermín Santos; mujeres como Luisa de Padilla, María Arenas, Juana Quílez, Elena Sánchez de Arrojo, Amelia de la Torre, Luisa Bravo o Isabel Muñoz Caravaca… Nombres, e historias vivas, de hombres y mujeres, que hicieron Guadalajara.

Hasta hoy, en que esta Guadalajara de nombres e historias, se despide. Quizá porque todo tiene un principio y ha de tener un final. A pesar de que este final no ha de ser una despedida, sino un: ¡Ya está cumplido mi trabajo!

Las satisfacciones, para el Director de estas páginas que en estos días comienzan a decirnos: ¡Hasta luego!, ha de ser esa, la de haber cumplido un trabajo, grande, en el mundo del periodismo, y la historia del libro de esta provincia. La de quien esto escribe queda reflejada en el testimonio verbal, escrito o telefónico de cuantos le han seguido a través de todos estos meses. ¡Gracias a todos!, a los lectores, y a la dirección, que permitió dar a conocer, a través de pequeños retazos, grandes historias escritas mayoritariamente por sencillos hombres y mujeres de nuestra provincia.

Pero esto no es, ni puede ser, una despedida. Los nombres, las historias, la trayectoria de Henares al Día es parte, y lo será en adelante, de la página literaria de una Guadalajara que día a día crece en el mundo de las letras. Es ya Memoria de la provincia.

Desde Gentes de Guadalajara, desde estas páginas, gracias, una vez más, a quien permitió que se diesen a conocer esas trayectorias. La amistad continuará; las vidas de los guadalajareños ilustres se mantendrán vivas, y cuantos deseamos una tierra de Guadalajara mejor, nos continuaremos viendo, saludando, rememorando vidas, por sus caminos.