Henche: naturaleza y vida sana

De Henche y los hencheros se pueden decir muchas y grandes cosas pero una de ellas es, sin ninguna equivocación, la compenetración de sus gentes en la convocatoria de cualquier evento, bien sean las fiestas patronales, la matanza, una romería, o cualquier otro acto que disfrutar en comandita.

Esta localidad de la Alcarria Alta, cuyo nombre proviene de “antepasados franceses”, tiene huerta, bodegas en las que sus habitantes fabrican aún su propio vino de forma artesanal, historia, pero sobre todo cuenta con naturaleza.

Su ubicación, en la cola de los pantanos, con sencillas casas labriegas rodeadas de huertos que sus propios habitantes se encargan de mantener, le conceden un sabor, un color y un olor singularidad del que se puede disfrutar paseando por sus calles pero también con sus rutas de senderismo, bien preparadas al contar en el trayecto con zonas de descanso acondicionadas, y con alguna fuente de agua pura en las saciar la sed.

Ángel Cuesta, alcalde de esta pequeña pero bella localidad alcarreña, donde el paisaje adquiere un atractivo muy apreciado, ha querido poner en valor este entorno como un lugar en el que “recargar las pilas y recuperar energías en contacto con la naturaleza, el patrimonio, las gentes y una vida sana”.

A estos encantos hay que sumar sus privilegiadas vistas, su iglesia de la Asunción, las ermitas de San Bartolomé o de San Roque, así como su sencillo puente medieval, utilizado antaño para llegar a los baños de Carlos III y hoy incorporado a una zona de ocio.

Henche es y será para su alcalde lo que han hecho de él sus habitantes, un pueblo de la Alcarria para estar y disfrutar, del que si bien también se puede saber hoy de él gracias las nuevas tecnologías -que facilitan enormemente el acceso y conocimiento de los pueblos y de los servicios de que disponen-, para Cuesta todavía tiene cabida “una buena feria, como es el caso de Fitur, que siempre tendrá su lugar, entre otras razones, como punto de encuentro de miles de personas”.