Hiendelaencina no olvida su pasado minero

La serranía arriacense acogió –durante décadas– las principales explotaciones mineras de plata de la Península Ibérica. El grueso de las extracciones se realizó entre mediados del siglo XIX e inicios del XX y, en su mayor parte, se desarrollaron en el término municipal de Hiendelaencina. Un pasado que generó un reseñable impulso económico a la zona, así como un incremento demográfico en dicha localidad serrana, que llegó a contar con miles de vecinos empadrados. Todo un lujo para una comarca que, en la actualidad, sufre los rigores de la despoblación.

De esta pujanza, hoy sólo queda el recuerdo. Y un patrimonio industrial que, desde el Ayuntamiento, intentan valorizar. Además, se ha puesto en funcionamiento el Centro de Interpretación «País de la Plata», especializado en la actividad extractiva. Y en el marco de esta política, el próximo sábado, 1 de octubre, se contará con la oportunidad de acudir a una nueva edición –ya van 11– de sus tradicionales «Jornadas mineras».

La iniciativa comenzará a las 11.00 horas con la apertura oficial de la propuesta. En este momento se producirá la bienvenida de los asistentes, así como la presentación oficial de los actos que se sucederán a lo largo de todo el día. Asimismo, se procederá a la formación de los grupos de niños –para que participen en los talleres infantiles–, así como la venta de los tickets de la comida de hermandad.

Una vez realizada la inauguración de las jornadas, se dará inicio –a las 12.00– a la gimkana para los más pequeños de la familia, mientras que los adultos tendrán la oportunidad de disfrutar de una visita guiada. Más concretamente, desde la organización se ha agendado un paseo por la ruta de las tainas. ¡Todo un lujo! Tras estas actividades, y para reponer fuerzas, se procederá a la comida popular. Será desde las 14.00 horas y, en la misma, se degustará paella.

Para la tarde, a partir de las 16.00, se ha calendado un taller de bateo y de reconocimiento de minerales, dirigido por Rafael Jordá, un prestigioso especialista en la materia. Una hora más tarde, a las 17.00, se inaugurará el «Jardín de rocas: Luis Carcavilla». Esta propuesta estará compuesta por muestras de las variedades ígneas más importantes de la zona. “¡La geología es la madre de la minería!”, contextualizan los impulsores. Además, llevará el nombre de uno de los geólogos para relevantes del país.

Seguidamente, se procederá a un homenaje a José Luis Latova por parte de dos entidades del municipio. Más concretamente, «Amigos del Museo País de la Plata» y la «Asociación Cultural Loin de la Encina». De esta forma, se procederá a la conclusión de la XI edición de las «Jornadas Mineras» de Hiendelaencina.
– Pero, ¿cómo surgió la idea de organizar esta sucesión de actividades?

– La primera edición tuvo lugar en 2010, cuando se estaba trabajando en el proyecto del centro de interpretación «País de la Plata». Se trataba de darle visibilidad al territorio minero y a su posible musealización –confirma Isabelle Bancheraud, concejala de la localidad y una de las responsables del evento.

En la actualidad nos encontramos en el 2022, y el museo ya funciona. Incluso, se han creado «rutas verdes», con el fin de que “el visitante pueda descubrir un paisaje singular, muy modificado por el hombre y en el que ha sembrado una serie de construcciones industriales extractivas, que aún perviven”. Entre ellas, malacates, pozos, construcciones hidroeléctricas o presas. Además, se ha de mencionar el proyecto de hacer visitable una de las explotaciones que hubo en la localidad, y que “está más cerca que nunca de hacerse realidad”, confirman fuentes municipales.

Todo ello responde a una filosofía divulgativa en la que se anhela poner valor la relevancia de la historia industrial y extractiva del pueblo. “Pretendemos que el público se acerque a conocer, apreciar y valorar todo este patrimonio, y que la gente de la comarca sienta orgullo por su pasado, su presente y su futuro”, confirma Isabelle Bancheraud. “Y, por supuesto, que todos los asistentes aprendan divirtiéndose, en un ambiente cercano y casi familiar”.

Se trata, por tanto, de un ambicioso programa en el que se combina la divulgación y el conocimiento práctico de la riqueza minera y geológica del entorno. Pero, ¿qué afluencia de público se prevé? “Al igual que en las últimas ediciones, pensamos acoger a un centenar de personas”, augura la concejala Isabelle Bancheraud. Estas jornadas se encuentran impulsadas por el Ayuntamiento de la localidad y por la agrupación «Amigos del Museo País de la Plata».

El inicio de todo
Como ya se ha mencionado, la comarca tuvo una actividad minera muy reseñable. Los orígenes de la misma se remontan a 1844, cuando Pedro Esteban Górriz puso de manifiesto la relevancia geológica del lugar. “Enseguida se divulgó la gran riqueza del criadero, que superaba –con mucho– al célebre filón «Jaroso» de Sierra Almagrera (Almería), descubierto en 1839”, aseguran los especialistas. Consecuentemente, “se desencadenó una verdadera «fiebre de la plata», ya que acudieron a Hiendelaencina gentes de todas partes”.

Así, comenzó el primero de los periodos industriales que vivió el municipio, que se extendió hasta 1870 y que se caracterizó por un gran florecimiento minero. Durante estos años se extrajeron dos tercios de la plata total. De hecho, se consiguieron casi 10,5 millones de onzas de plata, lo que se correspondió con unas 300 toneladas de este mineral. “En 25 años supuso una media de 12.000 kilos anuales”, aseguran los historiadores.

Empero, los pozos de Hiendelaencina vivieron un primer declive desde 1870, aproximadamente. “La menor mineralización y la profundidad de las galerías determinaban que apenas se cubriesen los gastos de explotación”, describía el experto Antonio López Gómez. “Sin embargo, los filones no estaban agotados y el ingeniero Miguel Bautista Muñoz, buen conocedor del distrito, insistía en la conveniencia de seguir trabajando en el lugar”.

Bajo este contexto, llegó la segunda de las épocas de esplendor. Tuvo lugar entre 1889 y 1903. Una situación favorable que se produjo, en parte, gracias al banquero francés Bontoux, que se afincó en la localidad. A lo largo de dichos años, se extrajeron grandes cantidades de plata, con un máximo de 19.000 kilos en 1893 y de 12.000 en 1895. A partir de 1903, se sucedió un tercer florecimiento, el que destacó la mina de «Santa Teresa», donde se encontró una buena mineralización.

La decadencia final arribó a partir de la Primera Guerra Mundial, iniciada en 1914. “El estallido de la contienda sería el golpe de gracia. Se cerraron las minas sostenidas por capitales extranjeros, mientras que las españolas tenían muchas dificultades, agravadas por conflictos sociales surgidos debido al desempleo”, añaden los especialistas. Tras la Guerra Civil se realizaron algunas investigaciones en ciertos pozos, aunque sin resultados positivos, por lo que quedaron suspendidas en 1944. No obstante, se llegaron a realizar trabajos extractivos. “Después de una temporada de optimismo, en la que parecía que renacería el lugar, los escasos rendimientos motivaron el cese en 1951”, rememoran los historiadores.

En definitiva, Hiendelaencina tiene un pasado minero que se refleja en su historia y en su patrimonio. Una riqueza tan importante como la que existe en otros puntos de España. Por ello, es fundamental su recuperación y divulgación. Justo lo que están haciendo desde esta localidad serrana con iniciativas como el museo, las rutas verdes, la consolidación de los restos, o con la nueva edición de las «Jornadas mineras» que tendrán lugar el 1 de octubre. ¡No te las pierdas!