Hita, la villa del «Buen Amor»

Hay localidades que son conocidas por su pasado medieval. Otras, por su herencia literaria. También hay municipios que destacan por su riqueza patrimonial…. Sin embargo, existen casos en los que se reúnen todas estas características al mismo tiempo. Un ejemplo es Hita. ¿Quién no ha escuchado hablar de Juan Ruiz, quien ocupó el arciprestazgo de la localidad en el siglo XIV? ¡Bingo! Fue el responsable de escribir «El libro del Buen Amor», una de las obras cumbres de la Edad Media castellana.

La importancia de dicha composición es más que evidente. Destaca por su extensión, contenido y estilo. De hecho, a día de hoy se sigue estudiando en las escuelas. Se trata de un eslabón fundamental en la producción literaria española. Por tanto, no es extraño observar su herencia en las calles de Hita. Hay menciones a su autor en diferentes lugares de la localidad.
Entre ellos, el espacio que hace las veces de plaza Mayor, y que lleva el nombre del Arcipreste.

Se encuentra parcialmente soportalado y, en él “destacan algunas fachadas de ladrillo que nos recuerdan la tradición constructiva mudéjar”, indican desde el Ayuntamiento. Tampoco se puede olvidar la Casa–museo dedicada a Juan Ruiz. “En una sala del complejo se recrea un escritorio donde hay reproducidas algunas hojas de los manuscritos medievales del «Libro de Buen Amor»”, explican los responsables de la infraestructura. “Además, se exponen ediciones facsímiles, de bolsillo, ilustradas e internacionales de este trabajo cumbre de la literatura medieval castellana”, añaden.

– Por tanto, la figura de dicho autor es muy relevante en Hita, ¿verdad?

– Se trata de un personaje muy importante para la villa –confirma el alcalde, José Ayuso Blas–. No hay que olvidar que, culturalmente hablando, es uno de los escritores fundamentales de la Edad Media…

De hecho, el nombre de Hita ha recorrido medio mundo gracias a Juan Ruiz. Todo el que conozca mínimamente la producción literaria en nuestro idioma sabe ubicar al Arcipreste. Y, a buen seguro, ha tenido la oportunidad de leer algunos versos de su obra más importante. Un capital muy relevante que ha convertido a esta localidad guadalajareña en un destino para los amantes de la lectura…

Un municipio con diversas posibilidades
Sin embargo, la riqueza de la villa no queda aquí. Transciende a «El Libro del Buen Amor». Sólo hay que recorrer sus calles para comprobarlo. “En la localidad, que se encuentra situada en la ladera de un cerro, hay muchos ejemplos de patrimonio monumental, gracias a la dilatada historia del lugar”, confirma Ángel Luis Trillo, responsable de la oficina de turismo. De hecho, la loma sobre la que se asienta el pueblo ya fue utilizada por los romanos como un punto de vigilancia de la calzada que unía Zaragoza y Mérida…

En cualquier caso, de entre todos los edificios históricos del lugar, ocupa un lugar esencial la muralla medieval, que se comenzó a construir en 1441. Y, de la misma, se debe mencionar la puerta de Santa María, por su magnificencia y conservación. “También merece una visita el «Barrio Alto», donde se encuentran la iglesia de San Juan y las ruinas de San Pedro”, relata Trillo.

San Juan se constituye como un santuario gótico–mudéjar. “La torre, del siglo XVI, es de estilo herreriano”, explican desde el Consistorio. Además, el interior del edificio es muy rico. “La pila bautismal románica tiene esculpido en su basa el árbol de la vida. Junto a ella, se encuentra «El Descendimiento de la Cruz», que se trata de una pintura del siglo XVII. Asimismo, en el bajo coro se pueden observar el «Ecce Homo», una pintura del siglo XVII, y a «Jesús Sacramental», del XVIII”, describen fuentes municipales.

Y sobre la iglesia de San Pedro, señalar que fue destruida durante la Guerra Civil. “Pero en la década de 1990 se consolidaron sus ruinas, se acotó su espacio y se construyó un escenario aprovechando los sillares de la torre”, recuerdan desde el Ayuntamiento

Una vida bajo tierra
Pero no sólo de santuarios vive el hombre. La riqueza hiteña continúa. Por tanto, también se deben mencionar las galerías subterráneas que existen en la colina sobre la que se asienta la villa. Son las «bodegas» –emplazamientos excavados durante la Edad Media en los que se almacenaba el vino– y los «bodegos», que se constituían como «casas—cueva». “El interior fue excavado con picos en forma de bóveda. Existe un pasillo que comunica las distintas estancias, una cocina con chimenea, varias alcobas–dormitorio y, al fondo de la gruta, encontramos el almacén. Junto a este último se sitúa la cuadra reservada a las caballerías”, aseveran desde el Consistorio.

De vuelta al exterior, y como colofón, debemos subir hasta la cumbre de la colina. “Allí estuvo el castillo, del que se conservan diferentes restos y desde donde se puede disfrutar de unas vistas estupendas del valle del Henares, con la sierra del Ocejón al fondo”, confirma Ángel Luis Trillo.

– En este sentido, ¿qué es lo que queda de la mencionada fortaleza?

– Se pueden distinguir elementos de la cimentación de la muralla que rodeaba la cima, así como de los muros de arranque de la Torre del Homenaje, que mandó levantar el marqués de Santillana, señor del lugar –confirman desde la oficina de turismo.

El Festival Medieval de Hita
Sin embargo, uno de los pilares fundamentales de Hita es su Festival Medieval, declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional. De hecho, se trata de una de las celebraciones más antiguas de España en su estilo. Comenzó su andadura en 1961, gracias al impulso de Manuel Criado del Val. “El profesor decidió representar en la plaza Mayor una versión escénica del «Libro de Buen Amor», escrita por él”, explican desde el Ayuntamiento. “La obra teatral se titulaba «Doña Endrina», y aún hoy se sigue haciendo”, añaden.

No obstante, durante la cita se celebran otras muchas actividades, como las justas, que tienen muy buena acogida. “El primer torneo se realizó en 1966”, explican fuentes municipales. “En 1972 se terminó de acondicionar el nuevo palenque a los pies de la vieja muralla. Desde entonces este coso rectangular de 90 metros de longitud es el escenario de un atractivo espectáculo del que disfrutan miles de personas”, añaden.

De igual forma, durante el Festival aparecen diversos «personajes enmascarados» por las calles. “Los «botargas» recorren Hita con sus cencerros y cachiporras”, narran desde el Consistorio. “Don Carnal y Doña Cuaresma acompañan a estas cofradías de figurantes, para después realizar un singular combate entre ellos”, agregan. “Estas comparsas portan estandartes y máscaras de animales, y están formadas por vecinos de Hita”, describen.

“La jornada se completa con la visita a las cuevas típicas –bodegas y bodegos–, el mercado artesano, la gastronomía tradicional y las actuaciones de músicos y juglares, que consiguen crear un ambiente mágico y misterioso”, aseguran los responsables de la iniciativa.

En consecuencia, estamos ante una propuesta completa, que recibe anualmente a miles de visitantes y participantes. “Se trata de un reclamo turístico muy importante. Se constituye como una de las fiestas más relevantes de la provincia de Guadalajara”, confirma Ángel Luis Trillo. “Este evento es una pantalla fundamental para el turismo en la localidad”, complementa el alcalde, José Ayuso.

Las opciones para el visitante
Como se ha observado, hay muchas cosas que ver y hacer en Hita. Una realidad que provoca la recepción de miles turistas a lo largo del año, lo que genera una amplia oferta recreativa en la villa. “Existen dos restaurantes y nueve alojamientos, entre los que destacan un hostal, varios apartamentos turísticos y diversas casas rurales”, enumeran los gestores. “Aproximadamente, hay unas 120 camas disponibles, lo que para una localidad del tamaño de la nuestra supone una cifra muy importante”, confirman.

Así, y gracias al trabajo de los restauradores y de los hosteleros, se puede atender a todos los caminantes que llegan al pueblo. “Desde que en 2017 la localidad pasara a formar parte de la Red de Pueblos más Bonitos de España, hemos doblado el número de consultas en la oficina de turismo”, señala Ángel Luis Trillo. “El año pasado fueron unas 13.500 personas y este ejercicio vamos a alcanzar una cifra muy similar”, añade.

– Ha comentado la inclusión de Hita en la Red de Pueblos más Bonitos de España. Pero, ¿qué supuso para el municipio que, anteriormente –en 1965–, fuera proclamado Conjunto Histórico–Artístico?

– Fue el punto de partida para toda esta labor –confirma Trillo–. La mencionada declaración supuso que se comenzara a reconstruir el casco histórico, así como el inicio de la consolidación de los restos de la muralla medieval y de las ruinas de San Pedro… Si no se hubiera obtenido dicha calificación no se habría rehabilitado el patrimonio de Hita, que había quedado muy dañado durante la Guerra Civil.

Una opinión que es compartida por el alcalde, José Ayuso Blas. “A partir de esta fecha, se comenzó a cuidar todo lo que teníamos”, explica. De hecho, el munícipe señala que la inclusión de la población dentro de la Red de Pueblos más Bonitos de España ha sido posible gracias a la calificación de Conjunto Histórico–Artístico, obtenida en 1965, que permitió conseguir una mejor conservación monumental del centro…

De esta manera se ha preservado la riqueza patrimonial, histórica y literaria que siempre ha caracterizado a Hita. El municipio reúne todas estas características. En este sentido, Juan Ruiz –el Arcipreste–, es un elemento fundamental. Pero también existen otros muchos ejemplos culturales de gran relevancia. La localidad es uno de los grandes tesoros de la provincia de Guadalajara. Por tanto, bien merece una visita. O varias…