La Banda de Música de Brihuega finalizó su aniversario con un concierto de Navidad solidario

Foto: Conchi Viejo
Foto: Conchi Viejo

La iglesia de San Miguel se llenó de estrellas para celebrar por todo lo alto el tradicional concierto de Navidad. La ocasión lo merecía, ya que se trataba del último concierto de la Banda de Música de Brihuega en este intenso 2018, año de la celebración de su 150 aniversario.

Comenzó la Chiquibanda con un popurrí de música de Navidad, al que siguió la entrega de regalos a los llamados “amigos de la Banda de Música de Brihuega”, personas que han colaborado junto a los integrantes de la banda en la realización de los diferentes actos que se han ido produciendo en este 2018.

Una vez finalizada esta parte tan emotiva dio inició el concierto de la centenaria con un repertorio intenso y variado, en el que destacó la percusión atípica de tazas y máquina de escribir, en las obras Coffe Serenade y The Typewritter, respectivamente.

Entre pieza y pieza hubo diferentes intervenciones de integrantes de la agrupación, aprovechando la ocasión para brindar, con versos de la ópera La Traviata de Giuseppe Verdi, por un año nuevo cargado de salud y felicidad.

El concierto pareció que finalizaba con las últimas palmas de la ya clásica Marcha Radetzky, pero faltaba la guinda del pastel.

Y vino de la mano de los alumnos de la Escuela de Música, amigos y familiares, que fueron abriendo paso a la Banda de Música, que salió de la iglesia de San Miguel al ritmo de El pequeño tamborilero, seguida por el público asistente.

Ya en la calle, fue una sorpresa para todos el cierre del acto de este maravilloso año 2018 con el estallido de fuegos artificiales, que llenaron el cielo de Brihuega de luz y sonido.

Con este concierto de Navidad, la Banda de Música de Brihuega da por finalizados los actos conmemorativos de su 150 aniversario, y empieza a mirar sus 151 años de vida con un brío renovado, esperanza e ilusión.