La Fiesta de Niño Perdido en Valdenuño Fernández, el próximo domingo

Recientemente ha sido declarada Fiesta de Interés Turístico Regional

Hace un par de meses el Gobierno Regional, en su reunión del Consejo de Gobierno, declaraba como fiesta de Interés Turístico Regional la fiesta del Niño Perdido que se celebra en la localidad de Valdenuño Fernández el domingo siguiente al día de Reyes; este año se va a celebrar el próximo domingo día 13 de enero.

La fiesta tiene su origen en el siglo XVIII, dato recogido en el libro de contabilidad que data del año 1721. Se cree que un niño abandonó su casa y el pueblo se volcó en su búsqueda yendo casa por casa para encontrarle. Finalmente fue encontrado en la iglesia, donde todo el mundo lo celebró con gran entusiasmo. Hoy, todo ello, se representa en la figura de una Botarga acompañada de 8 danzantes y un tamborilero. Juntos van por las casas del pueblo en busca del Santo Niño, pidiendo limosnas, dulces, licores, etc. Además, en muchas de ellas, se hará una pequeña representación de la danza del “paloteo”. Todo ello ocupa toda la mañana, comenzando a una hora más bien temprana, a partir de las 8.30 de la mañana.

Como marca la tradición, la búsqueda finaliza en la iglesia del pueblo, donde tras una misa, se llevará a cabo la danza del “paloteo” en el interior y en el exterior de la iglesia, siempre acompañados por la Botarga. Esta danza es símbolo de confrontación entre el bien y el mal. Los danzantes al son del tamborilero, chocan sus palos con gran fuerza, llegando incluso a romperse. Se trata de una danza de gran impacto visual y con la que el pueblo se siente muy involucrado. Los danzantes son jóvenes entre 16 y 26 años, que suelen ser danzantes entre 5 y 8 años, todos los hombres del pueblo durante su juventud han sido danzantes, y los niños ya desde los 14 años, aprenden la danza para dar relevo generacional.

Por la tarde, se celebra una procesión con la imagen del Santo Niño Perdido seguida una vez más, por la danza de Paloteo, tras la cual se realizará la tradicional “guerra de las naranjas”. Esta “guerra” consiste en el lanzamiento de naranjas entre la botarga y los danzantes, representando, otra vez, la confrontación entre el bien y el mal. Para concluir con la fiesta, se rifa una cordera, una anguila, un jamón y varios regalos sorpresas entre la gente del pueblo y todo aquel que haya asistido a la fiesta.