La gestión forestal como base para la prevención de incendios forestales

Pequeños pueblos de la alcarria y de la sierra se suman a la buena gestión de sus montes como arma para luchar contra los incendios forestales.

Llegan los meses de verano y en la mayoría de las localidades que cuentan con monte en su término municipal les invade la misma preocupación: ¿Tendremos algún incendio este año?
Para tratar de evitar estas catástrofes naturales que se repiten todos los años, municipios guadalajareños se han puesto manos a la obra. Pequeños pueblos como Ablanque o La Riba de Saelices, han decidido presentar a la administración Proyectos de Obra que priorizan la protección contra incendios para realizar tratamientos selvícolas de sus montes.

“Por desgracia, en esta zona hemos vivido de cerca lo terrible que puede llegar a ser un incendio, tanto a nivel medioambiental como personal” Comenta Sonia Pérez Mazarío, Ingeniera Forestal y Co-fundadora de la empresa GEA Forestal, refiriéndose al ocurrido en 2005 en el que perdieron la vida 11 personas y 13.000 hectáreas fueron calcinadas. “Por este motivo nos alegra ver que los pueblos van tomando conciencia de la importancia de gestionar bien sus montes para evitar, en la medida de lo posible, que se conviertan en un polvorín llegado el verano”.

Se trata de municipios pequeños, con escasos recursos económicos, pero que están aprovechando los medios ofrecidos por la Junta de Castilla La Mancha para poder realizar trabajos de limpieza de montes, podas, clareos, apertura de cortafuegos, etc. Actuaciones que permitan mantener limpios sus montes y generen puestos de trabajo locales.

“Además de los trabajos que se realizan en los montes” Añade Sonia Pérez Mazarío, “muchos ayuntamientos de esta zona han visto la importancia de contar con un Proyecto de Ordenación y, o bien lo están haciendo ya o han solicitado las correspondientes ayudas para realizarlo”. Estos proyectos ayudan a la correcta gestión de los montes ofreciendo una planificación de actuaciones adecuada a las características de cada uno.

En definitiva, un monte bien gestionado, con unos tratamientos selvícolas correctamente planificados y ejecutados, resulta mucho menos peligroso ante la amenaza de un incendio forestal. Los fuegos se apagan en verano, pero es durante todo el año cuando hay que preparar a nuestros bosques para la campaña estival.