La «España vaciada» se sigue moviendo. Diariamente, sus pueblos demuestran que tienen una importante vida propia. Un ejemplo de ello es la Serranía de Guadalajara. Más concretamente, Campillo de Ranas, donde la cultura no para. Nunca lo ha hecho. Varios centenares de personas abarrotaron este sábado, 10 de agosto, la plaza Mayor de esta localidad. La causa no era otra que el concierto de «Difussion», una banda que –gracias a sus acordes– hizo el deleite de los asistentes, debido a su buen hacer musical.
Este conjunto se conforma, entre otros, por el violinista Eduardo del Castillo y por el guitarrista José Antonio Loriente. «Difussion» se constituye como un conjunto de “formación clásica, pero que hace propuestas atrevidas, al versionar únicamente para estos dos instrumentos [violín y guitarra] piezas de jazz, tango, bossa nova, rock y música clásica”, explicaba la concejala campillera Toñi Bitria. Un lujo al alcance de todos.
De hecho, el objetivo principal de esta propuesta pasó por “hacer lo más agradable posible la estancia de nuestros vecinos en el municipio”. En otras palabras, que “tengan la comodidad de disfrutar de estos actos tan interesantes y de calidad, trayéndoselos hasta aquí, a nuestro pueblo”.
– Pero, ¿cómo surgió la idea de organizar este concierto?
– La mencionada actividad se quiso impulsar en el contexto del esfuerzo que estamos haciendo por ofrecer un abanico cultural en un momento en el que Campillo de Ranas se llena de gente, para pasar sus vacaciones –confirma la edil–. De esta forma, queremos garantizarles que disfruten de unas bonitas veladas musicales, al mismo tiempo que se fomenta la relación entre vecinos e, incluso, entre diferentes localidades, cuyos habitantes también se acercan a nuestra población.
Unas pretensiones que se alcanzaron. Y para muestra, la magnífica respuesta de los ciudadanos a esta iniciativa, abarrotando la plaza Mayor de la localidad con decenas de asistentes. De hecho, la concejala confirmaba que “siempre se ha producido una gran conexión entre las actuaciones de este tipo y el público, creándose un ambiente mágico”.
En consecuencia, los organizadores aseguran que, en esta ocasión, “se han repetido los buenos resultados, que –año tras año– se van asentando”. Un esfuerzo en el que se han involucrado el Ayuntamiento de Campillo de Ranas y la Diputación de Guadalajara.
