La sociedad se moviliza para repoblar la «Guadalajara vaciada»

Proyectos de este 2020. Fundación CEPAIM
Proyectos de este 2020. Fundación CEPAIM

Desde hace algunos años se está hablando de la despoblación que sufren algunos territorios de España. Se trata de un problema que, para paliarlo, se requieren políticas que abarquen diferentes vertientes, como el mantenimiento de los servicios sociales, el estímulo económico de las zonas afectadas, la conservación de las comunicaciones terrestres, la inversión en conexiones telemáticas o el fomento de las alternativas culturales existentes en las referidas comarcas…

Por tanto, se trata de un tema complejo que necesita de diversas medidas encaminadas a atender estas circunstancias. Y ante la aparente falta de compromiso de ciertas administraciones públicas para afrontar este asunto, desde algunos sectores sociales han emprendido iniciativas que pretenden solucionar una realidad que ya es acuciante. Ha de ser enfrentada con rapidez, para que –de esta forma– no crezca más y se acabe haciendo irresoluble.

En algunos de los territorios arriacenses más afectados por la despoblación –la Sierra Norte y el Señorío de Molina– ya se han puesto manos a la obra. Han surgido diferentes iniciativas que proponen finiquitar la «depresión demográfica» que está afectando a sus localidades. Una de estas propuestas es «Revitando-Proyecto de repoblación de la Serranía de Guadalajara» y se encuentra impulsada por Jorge Molinero, un politólogo afincado en Cantalojas, especializado en gobierno local.

“Se trata de una iniciativa global. Lo que proponemos es una reforma integral de todo el tejido rural. En otras palabras, planteamos crear un nuevo paradigma”, señala el ideador y portavoz de la iniciativa. “Lo que conocíamos hasta ahora como «medio rural» ha fracasado. Se encuentra dando sus últimos coletazos. A día de hoy, en este entorno vivimos muy poquita gente”. Empero, “no hay que destruirlo, sino «revitarlo»”.

Pero, ¿a qué se refiere Jorge Molinero con esta expresión? “Es un término que remite al momento en que una planta se encuentra moribunda y se la intenta sacar adelante”, explica el especialista. Por tanto, este proyecto impulsa un análisis de la «Guadalajara vaciada», para ver lo que no funciona y, así, poder transformarlo. “Hay que crear un mundo rural nuevo. Lo que proponemos es estimular un tejido novedoso a todos los niveles”, explica Molinero.

Proyectos de este 2020. Fundación CEPAIM
Proyectos de este 2020. Fundación CEPAIM

En consecuencia, desde esta iniciativa se han implementado una serie de medidas para alcanzar su objetivo. Entre ellas, el impulso de un programa dirigido a mayores; la creación de una bolsa de empleo para jóvenes; un sistema de formación para los vecinos de la zona; o un apoyo a las propuestas culturales de la zona, entre otras ideas. “En el campo también se puede generar vanguardia, como ocurre en la ciudad”, confirman los implicados.

Además, también se ha buscado atajar otro de los grandes problemas de las zonas rurales, consistente en la falta de disponibilidad de vivienda. En muchos pueblos es muy complicado comprar o alquilar una casa. Por ello, “se ha propuesto implantar un sistema arbitral y de garantías como el que existe en Madrid”, describe Jorge Molinero. Es decir, “la Comunidad Autónoma ampararía tanto al arrendador como al arrendatario, ofreciendo respaldo a ambas partes”. De esta forma, se brinda al propietario un seguro ante posibles impagos, a la vez que se oferta al nuevo morador un alojamiento con todas las condiciones de habitabilidad marcadas por la ley. Y acompañando a estas ideas, “se ha establecido un sistema de puntos, copiado del existente en Holanda, basado en la valoración del estado de las propiedades alquiladas”.

La idea de «Revitando-Proyecto de repoblación de la Serranía de Guadalajara» surgió en junio de 2018. Desde entonces, Jorge Molinero ha hablado con diversos colectivos que trabajaban sobre este tema –como «Abraza la Tierra»–, para pedirles asesoramiento. “Me comentaron que tenía que juntarme con las mancomunidades de la zona para presentarles la idea, razón por la cual me puse en contacto con la de «Sierra Pela–Alto Sorbe». De esta manera, se empezó a poner en práctica la iniciativa”, rememora el portavoz de la misma. Posteriormente, se fueron añadiendo a la propuesta otros municipios serranos, como Prádena de Atienza, Bustares y Campillo de Ranas.

Jorge Molinero
Jorge Molinero

En relación a la acogida que ha tenido este proyecto en la Serranía, “ha habido de todo”. “Hemos encontrado ayuntamientos –como el bustareño o el de Galve de Sorbe– a los que les ha parecido muy bien. Y otros, sin embargo, no han dado respuesta”, asegura Molinero.

– Y el resto de administraciones públicas, ¿cómo han recibido dicha proposición?

– La Diputación Provincial nos conoce, pero no se ha pronunciado ni a favor ni en contra –explica Jorge Molinero–. También nos presentamos al Grupo de Acción Local Adel–Sierra Norte y el planteamiento les pareció bien, pero, al final, la gerente de la referida entidad dijo que tenían todo cubierto y que sabían lo que tenían que hacer…

Y la Junta de Comunidades de Castilla–La Mancha, ¿qué opina de esto? “Desde esta institución también conocen nuestra filosofía a través del Comisionado del Reto Demográfico, Jesús Alique, y parece que les gustó”, confirman desde «Revitando-Proyecto de repoblación de la Serranía de Guadalajara». “De hecho, nosotros colaboramos en la redacción de la Ley regional sobre despoblación. Al menos, nos han tenido en cuenta”.
Mientras tanto, en Molina…

Sin embargo, la Sierra Norte no es la única comarca arriacense en la que se han emprendido iniciativas sociales para luchar en contra de la despoblación. Otro ejemplo es el Señorío de Molina, en cuya capital lleva varios años instalada la Fundación CEPAIM. “Somos una entidad internacional que surgió en la década de 1990 para atender la migración que llegaba en patera”, rememora María Barba, coordinadora del centro de esta organización en la ciudad molinesa. “Pero con el paso de los años, la Fundación ha ido creciendo y especializándose en diferentes áreas. Una de ellas es, precisamente, el «desarrollo rural»”. Y con esta perspectiva fue con la que llegó a la provincia de Guadalajara…

CEPAIM comenzó su andadura arriacense de la mano de la implementación de un proyecto repoblador dirigido a familias que vivían en entornos urbanos en situación de vulnerabilidad, debido a la precariedad de sus empleos y domicilios. Ante esta situación, a los afectados “se les ofrecía la posibilidad de venirse a vivir y trabajar a los pueblos”, explica Barba. Todo ello, bajo el paraguas del proyecto «Nuevos Senderos». “Nosotros actuamos como intermediarios”.

En este sentido, ¿qué tipo de ocupaciones profesionales aparecen en la zona? “Los puestos que se ofrecen en la comarca suelen ser por cuenta propia, como la gestión de teleclubs o de negocios de hostelería”, confirma la coordinadora de CEPAIM en Molina. Una realidad que, al final, ha permitido el establecimiento de nuevos habitantes. “A través de un programa que tenemos de apoyo al emprendimiento, una familia de origen chileno que vivía en Denia (Alicante) se han trasladado a Tortuera para encargarse del bar”.

Proyectos de este 2020. Fundación CEPAIM
Proyectos de este 2020. Fundación CEPAIM

Por tanto, gran parte del quehacer existente en este territorio tiene que ver con la iniciativa emprendedora. La ocupación de resinero es un ejemplo, ya que sus trabajadores han de darse de alta en el «régimen de autónomos». Por ello, María Barba propone una adaptación de la fiscalidad a la realidad laboral de la zona, facilitándose la bonificación tributaria a quienes quieran establecerse en lugares despoblados. De esta manera, “la gente se podría autoemplear”. Además, “también sería positivo desarrollar estímulos por parte de los ayuntamientos para facilitar la implantación de empresas en sus territorios”.
Hay que apremiarse…

Empero, las administraciones públicas, ¿se están involucrando seriamente en el combate de la despoblación? ¿Se trata de un discurso que se creen realmente o es –sin embargo– un simple lavado de cara? “Yo creo, y quiero pensar, que se trata de algo que piensan y defienden”, señala Jorge Molinero, de Cantalojas. Pero, siendo realistas, nos enfrentamos a un problema muy complejo. Incluso, las propias iniciativas sociales han abierto sus puertas al realismo y, por el momento, proponen –al menos– mantener la situación demográfica presente. “Nuestro objetivo actual es conservar la población existente en la zona”, agrega María Barba, desde Molina de Aragón.

Jorge Molinero
Jorge Molinero

Por tanto, ¿qué perspectivas de futuro existen para el medio rural? “O se actúa rápido y bien, o en cinco años ya no queda nadie en los pueblos”, aseguran desde «Revitando-Proyecto de repoblación de la Serranía de Guadalajara». “Es dificilísimo que llegue gente a vivir al ámbito rural, ya que el mundo está organizado en torno a las grandes ciudades. Al fin y al cabo, sólo se invierte en las urbes más importantes, porque la rentabilidad económica se encuentra en las mismas”, se lamentan desde Fundación CEPAIM.

Se trata de la pescadilla que se muerde la cola, ya que se estaría ante un problema estructural de redistribución poblacional. De hecho, “hoy, en 2021, muchas localidades de Guadalajara ya cuentan con tan solo un único habitante viviendo”. En los últimos años, diversos municipios han pasado de ser el lugar donde vivían los abuelos al sitio donde se encuentra la casa que pertenecía a los mismos. Una finca que, tras el fallecimiento de los más mayores, es propiedad simultánea de varios familiares, lo que acaba complicando las estancias continuadas en el pueblo y, por tanto, la supervivencia demográfica de la villa…

En consecuencia, para evitar esta sangría demográfica, desde las administraciones públicas han de agarrar el toro por los cuernos e impulsar políticas públicas que eviten la desaparición total del medio rural. Por ello, deben actuar con rapidez. Hasta el momento, y como se ha podido observar, han surgido iniciativas sociales para abordar esta problemática. Algo que también ha ocurrido en Guadalajara. Pero han de ser las instituciones públicas las que inviertan para evitar la muerte definitiva de la «España vaciada»…