La terna sale a hombros por la puerta grande de “La Muralla” de Brihuega

La terna saliendo por la puerta grande de La Muralla de Brihuega. (Foto: José Riofrío)
La terna saliendo por la puerta grande de La Muralla de Brihuega. (Foto: José Riofrío)

Plaza de toros de la Muralla, lleno de no hay billetes dentro del aforo permitido. Tarde soleada y calurosa

Toros de Garcigrande y Domingo Hernández, variados de presentación y de buen juego en líneas generales, destacando el 4º de nombre “ Barquerito”, que fue premiado con la vuelta al ruedo.

Abre la tarde Emilio de Justo con un toro justo de fuerza y venido a menos durante el transcurso del último tercio. Lo saludó con verónicas con la rodilla en el albero, y le administró una faena a medida y cuidando mucho del toro, el fallo a espadas dejó todo en
silencio. En cuarto lugar salió “Barquerito”, castaño y cornidelantero, lo saludó con unas preciosas verónicas y se lució en el quite por chicuelinas, el toro iba cada vez a más, Emilio supo entenderlo a las mil maravillas y toro y torero compusieron una obra que hizo vibrar al público briocense, se pidió el indulto, pero este no fue concedido, Emilio se fue detrás de la espada y las dos orejas fueron a pasar a sus manos y el toro fue premiado con la vuelta al ruedo.

Juan Ortega recibió con buenas verónicas al segundo de la tarde, en la muleta el diestro sevillano supo aprovechar la cadencia y el temple del animal, destellos y retazos de arte y torería que nos recordaron a tiempos pasados, mató de buena estocada y cortó una oreja.

Al quinto se lo sacó a los medios con verónicas al ralentí, en la muleta toreó muy despacio y con un son muy cadencioso, series de naturales muy profundos y con mucho pellizco. Volvió a hacer buen uso de la espada y le valió otra oreja y la puerta grande.

Roca Rey anduvo muy firme y dispuesto con el encastado tercero, variado con el capote y templado. En la muleta dispuso una faena de poder y muy por abajo que caló pronto en los tendidos, tandas largas y profundas, una buena estocada le dieron las dos orejas. En el sexto fue a por todas y sus verónicas fueron de un gran corte. En la muleta supo ver el gran galope del toro y empezó en los medios con pases cambiados dejándoselo llegar, le dio distancia en todo momento y le administró una buena faena, destacando las series por el lado derecho con pases de gran corte y profundidad. Estocada y oreja.