Las Águedas volvieron a Cogolludo

A la misma hora, en Beleña de Sorbe, la botarga era la protagonista

Cogolludo echaba de menos la celebración de las Águedas, de la que es un referente ya no regional, sino también nacional. El año pasado, la pandemia impidió la celebración, que se ha retomado este año con prudencia, y sólo con aquellos actos que no implicaran riesgo alguno de contagio de coronavirus.

Así, la celebración de las vísperas, y el tradicional volteo de las campanas o la imposición de la banda de la alcaldesa mayor en el salón de plenos, han quedado para el año 2023. La celebración se ha concentrado en el sábado, 5 de febrero y hoy, domingo, 6 de febrero, con la misa en honor a las hermanas difuntas.

Este año, la alcaldesa mayor ha sido Emilia García García, cuya abuela fue una de las que recuperó la tradición después de la Guerra Civil. Fue en el año 1945 cuando se formó la primera junta de mujeres que se hizo cargo de instaurar la fiesta después de unos años de abandono. Como no había imagen de Santa Águeda, entonces consistía en merendar juntas las mujeres y organizar el clásico baile que mantenía el privilegio femenino de sacar a bailar a los hombres.

En 2022 no ha habido alcaldesa de honor, un cargo que en otras ediciones han ostentado Magdalena Valerio, Pilar López o Gracia Iglesias, que son algunas de las últimas de una larga lista de personalidades. “Sin duda, las mujeres de Cogolludo llevan siglos poniendo el acento en la igualdad de género, que es el trasfondo de esta fiesta, y con ello dando ejemplo a la sociedad local, regional y nacional”, señala Juan Alfonso Fraguas, alcalde de Cogolludo.

Santa Águeda si pudo salir en procesión por las calles de la villa serrana este sábado, desde la Iglesia de Santa María, y después de la ofrenda floral, que se hizo guardando la necesaria distancia de seguridad, y de la Misa, se subastaban las andas, y las ofrendas de los fieles, para sacar a la mártir cristiana en procesión.

Fue el mismo sábado cuando la concejala Sandra Martínez Alonso hizo los honores de entregar el bastón de mando a Emilia García, en la Plaza Mayor, en lugar de en el Salón de Plenos. “Echamos de menos la celebración íntegra. El volteo de campanas, la entrega la banda, las vísperas…”, contaba Emilia García con la vista puesta ya en el año 2023. Y, pese a que no ha habido la participación de otros años por motivo de la pandemia, sí que se ha notado en la villa serrana la alegría de haber podido recuperar al menos en gran parte una de sus más queridas tradiciones. La junta de mujeres que ha organizado los actos este año la han integrado Hortensia Benito, Carmen Iruela, Remedios Iruela, Emilia García, Rosa Millán, Conchi Iruela y Celia Magro.

También la botarga, en Beleña
El sábado 5 de febrero, coincidiendo con el día de las Águedas, después del parón de dos años sin poder celebrar “Las Candelas” (2 de febrero), este año por fin volvían a salir los Botargas con sus vistosos trajes, careta, cachiporra y sonoros cencerros por las calles Beleña. Este año el honor recayó en Óscar Martínez y Alberto García dos jóvenes del pueblo que acompañados por el mayordomo, Víctor Boyarizo, recorrieron el caserío para deleite de niños, paisanos y visitantes.

Los actos comenzaron a las 00.00 horas del sábado 5, según el programa previsto, con el encendido de una gran hoguera, seguido de la cencerrada. Ya en la mañana del sábado, y a partir de las diez de la mañana, se pudo ver a botargas y mayordomo recorriendo Beleña.

A continuación de la santa misa y procesión, se repartió la caridad, el bollo típico de la fiesta, y la comida, denominada ‘la machorra’, que consistió en unas migas, tras la cual se pudo escuchar en la Iglesia de San Miguel, verdadera joya del románico rural de la Sierra Norte, un maravillo concierto a cargo de Guaspel Choir. El día terminaba con una chocolatada, con la entrega de placas a los botargas y, finalmente, la tradicional rifa de la anguila.